Felipe VI firmará esta tarde los indultos concedidos por el Gobierno de Pedro Sánchez a los nueve políticos y líderes sociales catalanes que permanecían en prisión tras ser condenados por llevar a cabo en el otoño de 2017 un proceso unilateral para imponer la independencia de Cataluña.
Los indultos -en cuya concesión ha habido una "enorme unanimidad", según fuentes del Ejecutivo- se publicarán mañana en el Boletín Oficial del Estado. Se seguirá "el trámite habitual", por lo que no habrá una notificación a la Sala Penal del Tribunal Supremo distinta a la publicación del BOE.
Ello sitúa en mañana la excarcelación definitiva de los condenados por el 'procés', ya que será entonces cuando el tribunal sentenciador dicte resoluciones declarando extinguidas las penas de cárcel y ordenando la inmediata puesta en libertad.
Desde el Gobierno se asegura que "no lo volverán a hacer", en contra de lo que han afirmado reiteradamente algunos de los beneficiados como Jordi Cuixart.
El Ejecutivo se basa en que el indulto no ha afectado a la pena de inhabilitación absoluta para ejercer cualquier cargo público, electivo o no; porque se establecen plazos de condicionalidad de tres a seis años durante los cuales no podrán volver a cometer ningún delito grave (so pena de que el indulto quede sin efecto); porque el Código Penal sigue vigente y porque, según el Gobierno, el independentismo es consciente de que lo que hicieron en el otoño de 2017 fue "llevar a la sociedad catalana al precipicio". "Los independentistas son los primeros que saben que no consiguieron nada, que no fueron a ninguna parte. Saben que la vía unilateral ni es viable ni es deseable", afirman.
La tesis del Ejecutivo es que la prisión de los condenados del 'procés' era "el principal escollo para hablar entre catalanes y para hablar los catalanes con el resto de España". El encarcelamiento "sólo conseguía victimismo y desafección".
"Queremos pasar página", se afirma en la Moncloa, que espera que los indultos "consigan generar un clima propicio para que podamos hablar".
El Gobierno quiere una "propuesta transversal" que aún no tiene definida. "Nos sentaremos en la mesa de diálogo con los límites claros: la Constitución y la ley. Echaremos las horas que haga falta para una salida negociada. Pero los independentistas también tendrán que hacer gestos".
Queda otro fleco, el de los fugados. "Lo que el Gobierno puede decirles a Puigdemont, Comín y Ponsatí es que asuman su responsabilidad, que vuelvan a España y que rindan cuentas a la Justicia", dicen desde el Gobierno. "En este nuevo contexto pueden regresar y responder a la Justicia. Hoy hemos indultado a quienes respondieron a la Justicia", añaden.