Una 'sugarbaby' junto a un 'sugardaddy'.

Una 'sugarbaby' junto a un 'sugardaddy'. iStock | Tero Vesalainen

Tribunales MAJADAHONDA

Un juez exculpa al 'sugardaddy' al que una 'sugarbaby' denunció por abusos sexuales

En el auto de sobreseimiento, el magistrado destaca el posible "ánimo espurio" de la joven. Ningún indicio ni testigo avala su relato de los hechos.

21 abril, 2022 04:08

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La particularidad de aquella denuncia por abusos sexuales era que la interpuso una sugarbaby contra un sugardaddy. O lo que es lo mismo: una joven que acepta intimar sexualmente, de forma continuada, con un hombre mayor y bien posicionado a cambio de que éste —el sugardaddy— le agasaje con regalos, viajes o dinero.

Y ahora, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 8 de Majadahonda ha archivado la investigación contra este hombre, F. G., tras reprochar el "posible ánimo espurio" de la acusación de la joven.

Así consta en un auto, fechado el pasado 7 de marzo y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, en el que el juez Gonzalo Laguna reitera que ningún indicio ni testigo avala el relato de la supuesta víctima, quien acusó a F. G. de haberla drogado antes de abusar de ella.

Según relata el juez, ambos se conocieron el 12 de mayo de 2021 en una barbacoa organizada por el sugardaddy en su vivienda. Una amiga de la denunciante era sugarbaby de F. G., defendido en este proceso por el equipo de penalistas compuesto por Juango Ospina y Beatriz Uriarte.

Sin indicios de delito

Las dos jóvenes estaban registradas en aplicaciones de sugardating para encontrar hombres maduros y adinerados que las mantuviesen. Y los tres aceptaron participar, aquel miércoles por la tarde, en "juegos subidos de tono", en los que se besaron "de forma consentida" en los labios.

La amiga de la denunciante relató ante el juez que ésta le había manifestado que F. G. le gustaba. Y que traspasó los límites que los tres habían acordado al mantener relaciones sexuales plenas con el hombre, por lo que ambas se enfadaron. Al día siguiente, la denunciante le pidió perdón por haberla dejado de lado durante el trío. En todo caso, manifestó en el juzgado que el sexo fue "consentido y sin preservativo".

"Del análisis de las declaraciones testificales tampoco se infieren indicios sólidos de la comisión de un delito de abusos sexuales por el investigado", subraya el juez. Incluso la prima de la denunciante, también presente en la barbacoa, refutó su relato. El resto de diligencias tampoco apuntalan esta versión. "No se hallan indicios suficientes de criminalidad en el investigado", expone el magistrado.

Y, en base a la doctrina del Tribunal Supremo, el magistrado opta por archivar la investigación, recordando, a su vez, que la denunciante "incurrió en contradicciones en su declaración inicial".

"Por el contrario, la declaración exculpatoria del investigado se ve plenamente corroborada por el testimonio de todos los testigos que han declarado a lo largo de la instrucción de la causa. Y, especialmente, por el de una testigo que presenció las relaciones sexuales de forma directa y presencial [la otra sugarbaby, pareja del denunciado], quien manifestó que la denunciante prestó en todo momento el consentimiento a las mismas y no estaba ni drogada ni mareada", recalca el juez.

Sobre el "posible ánimo espurio" de la joven al acudir a comisaría, el auto recoge lo siguiente: "De las conversaciones de WhatsApp en relación a los sugardaddys aportadas en la propia denuncia se infieren elementos que ponen en duda la ausencia de incredibilidad subjetiva en el testimonio inicial de la denunciante".

El informe médico no registra lesiones genitales. Y el toxicológico constata que a la supuesta víctima, una vez analizada, se le encuentran varios fármacos en su sangre. No obstante, uno de ellos es el "utilizado para la epilepsia y el trastorno bipolar, patologías que sufre". Y otra sustancia, la "indicada para el tratamiento de la ansiedad, así como coadyuvante de la epilepsia".

Y ningún testigo "observó al denunciado suministrar" benzodiazepinas a la joven "ni echar ninguna sustancia en su bebida". El juez descarta, por tanto, que aquella tarde de mayo el sugardaddy la drogase, como ella dijo, para tener relaciones sexuales no consentidas.