El juez Adolfo Carretero, encargado de investigar el caso Mascarillas, ha denegado la imputación de Carlos Martínez-Almeida, primo del alcalde de Madrid.
Así consta en el auto, fechado este lunes y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. En él, el magistrado se opone a la petición del partido Podemos, que ejerce la acusación popular en esta causa, de citar como investigado al pariente del regidor de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Sin embargo, sí deberá acudir al Juzgado, como testigo, el próximo jueves, 12 de mayo, a las diez de la mañana.
Tal y como recuerda el juez en su escrito, la formación izquierdista solicitó su imputación "debido a que, por su intervención, el investigado Luis Medina Abascal obtuvo un desmesurado beneficio económico (1.000.000 dólares; más de 900.000 euros), como intermediario de tres contratos de material sanitario concertados con el Ayuntamiento de Madrid como comprador".
No obstante, en su declaración ante el juez, Medina aseguró que, a pesar de que fue Carlos Martínez-Almeida quien le facilitó el contacto de una funcionaria para que hiciera llegar así su oferta al consistorio, no conocía "de nada" al primo del alcalde, con el que sólo tenía "una amiga común".
De forma rotunda, el juez descarta que Carlos Martínez-Almeida cometiese un delito de tráfico de influencias. Reconoce, únicamente, que "se limitó a proporcionar a Luis Medina el correo electrónico de la encargada de las compras sanitarias del Ayuntamiento, la señora Elena Collado, quien fue la que negoció y firmó en nombre de la funeraria municipal (y, por tanto, del Ayuntamiento de Madrid), los mencionados contratos".
"Tampoco consta que Carlos Martínez-Almeida presionase, en modo alguno, a la citada señora Collado, ni que le obligase a ésta a llamar al investigado Luis Medina", razona el juez.
El magistrado, no obstante, asegura que su declaración como testigo sigue siendo necesaria en este momento del proceso. La ve útil "para conocer el modo en que los investigados [Luis Medina y Alberto Luceño] contactaron con la persona encargada de la contratación en el Ayuntamiento de Madrid, y si hubo algún trato de favor con los mismos debido a la intervención de Carlos Martínez-Almeida".
'Caso Mascarillas'
A principios de abril, la Fiscalía Anticorrupción presentó una querella contra Alberto Luceño y su socio en esta operación comercial, el aristócrata Luis Medina. En su escrito, el Ministerio Público relataba que ambos "inflaron" el precio de tres contratos sanitarios con la funeraria municipal de Madrid: para guantes, mascarillas y test contra la Covid-19.
Lo habrían hecho "de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico". Y entregaron al consistorio material defectuoso o que no cumplía lo acordado, en los peores meses de la pandemia de coronavirus. La empresa municipal pagó por todos los artículos unos 11 millones de euros de dinero público.
Luis Medina cobró 912.742 euros como comisión, a razón de un dólar por cada mascarilla entregada. Así lo reconoció ante el juez y, anteriormente, al fiscal del caso. Su labor se habría limitado a facilitar el contacto de la funcionaria responsable de las compras. Alberto Luceño, en total, se embolsó más de cinco millones de euros por los tres contratos.
Asimismo, según la querella de Anticorrupción, los comisionistas usaron, supuestamente, documentos falsificados para justificar estos abultados ingresos en sus entidades bancarias. Y, con la compra de bienes de lujo —entre ellos, un piso, un velero o varios coches deportivos; todo ello ya embargado por el Juzgado—, habrían tratado de reintroducir este dinero en el circuito legal.
Ambos querellados están imputados por los delitos de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental. Por su parte, Luis Medina Abascal también suma el de alzamiento de bienes. El hijo de Naty Abascal continuó vaciando sus cuentas corrientes después de que, una vez interrogado por el fiscal anticorrupción y ya sabiéndose investigado, le asegurase que no iba a hacerlo.
La amiga en común
Este lunes, también ha declarado como testigo la "amiga común" que puso en contacto a Luis Medina con el primo del alcalde de Madrid. Se trata de María Díaz de la Cebosa, presidenta de la universidad CIS, en la que el aristócrata estudió durante un año.
Según confirman fuentes presentes en el interrogatorio a EL ESPAÑOL, la testigo ha admitido que Medina se puso en contacto con ella con intención de acceder a la Administración madrileña para ofrecer material sanitario. Y, de acuerdo con su propia declaración, ella le facilitó el contacto del primo de Almeida, pero nunca llegó a conocer las gestiones que ambos efectuaron después.
Más Madrid, también personado en el caso Mascarillas como acusación popular, ha solicitado al juez Adolfo Carretero que ordene analizar el teléfono móvil de esta testigo. El magistrado se ha opuesto.
Asimismo, tras el interrogatorio, la diputada regional de Podemos Alejandra Jacinto ha insistido ante la prensa en la "relevancia" de conocer si hubo una llamada entre Carlos Martínez-Almeida y algún miembro del Ayuntamiento. "Lo que sí que está claro es que, sin la intermediación del primo del alcalde, este negocio jurídico de saqueo a las arcas públicas municipales no se hubiera podido producir", ha subrayado.