Trevijano suspendió el Pleno sobre el recurso del PP al creer que los jueces progresistas se levantarían
La intervención de la magistrada Balaguer fue determinante al asegurar al presidente que se iba a frustrar el quorum, pero la minoría del TC lo niega.
16 diciembre, 2022 03:07El presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, terminó este jueves con la esperanza del Grupo Popular del Congreso de que el TC admitiera a trámite su recurso sobre la reforma del sistema de elección de los miembros de ese tribunal y resolviera las medidas cautelarísimas solicitadas con el fin de paralizar la tramitación de la reforma por el Congreso.
La decisión de González-Trevijano de suspender el Pleno que él mismo había convocado 24 horas antes permitió al Gobierno de Pedro Sánchez sacar adelante la modificación exprés con la que transformará la actual mayoría conservadora del TC por una mayoría progresista. Sin decisión del Constitucional que lo impidiera, el Congreso votó el cambio legal, que ahora pasará al Senado para ser convalidado.
González-Trevijano, que llegó al Constitucional por designación del Gobierno de Rajoy, ha acabado favoreciendo el triunfo del criterio de los magistrados del tribunal propuestos por el PSOE y Unidas Podemos, firmemente contrarios a la paralización cautelar de la votación de la Cámara Baja.
El retraso del Pleno hasta el próximo lunes hace, además, mucho más difícil la eventual estimación de la medida cautelar propuesta por los diputados del PP: aunque la tramitación de la reforma no ha acabado y aún podría ser paralizada, ya no se trata de enmiendas -que son el objeto del recurso- sino de artículos incorporados a una proposición de ley ya aprobada por el Congreso.
Balaguer, determinante
Cómo se llegó a ese resultado en las escasas horas que transcurrieron entre las 9 de la mañana -cuando González-Trevijano mantuvo su primera reunión en el tribunal este jueves, con los magistrados del sector mayoritario- y las 14,15 horas, cuando levantó el Pleno sin haber tomado otra resolución que la de que no se resolvería nada, tiene distintas respuestas según las incompatibles versiones de los protagonistas.
Pero, se consulte a unas u otras fuentes, todas coinciden en el determinante papel jugado por María Luisa Balaguer, magistrada el sector progresista.
Según fuentes del grupo mayoritario, el presidente decidió suspender el Pleno después de que, sobre las 11 horas de la mañana, Balaguer fuera a su despacho y le anunciara que los miembros del sector progresista alegaban que no han tenido tiempo de ver la documentación del asunto y que no iban a participar en la deliberación ni en la votación del recurso del PP.
Según esta versión -que respaldan dos magistrados conservadores presentes cuando se produce la conversación entre Balaguer y Trevijano, pero que, en cambio, niega un tercer magistrado conservador también presente-, ella afirma en el despacho del presidente que "entenderéis que yo no me puedo quedar sentada si mi grupo se levanta del Pleno".
Trevijano, con el apoyo del grueso del sector mayoritario a excepción de Concepción Espejel, cree que Cándido Conde-Pumpido, Ramón Sáez e Inmaculada Montalbán están en la estrategia de dejar al Pleno del TC sin el quorum mínimo para que el tribunal pueda debatir y votar, establecido en ocho magistrados.
Aunque el vicepresidente, Juan Antonio Xiol, parece incómodo con la idea de levantarse del Pleno, si Balaguer se une a los otros tres magistrados de la minoría no se alcanza el quorum. González-Trevijano considera que la escena de los magistrados progresistas levantándose y marchándose de la sala es un "circo" que hay que evitar y plantea a la magistrada suspender el Pleno "si me lo pedís por escrito", como luego hacen.
Balaguer, sin embargo, niega haber afirmado que los magistrados progresistas se fueran a levantar del Pleno. Y éstos rechazan rotundamente que su estrategia fuera ésa. "En absoluto íbamos a marcharnos", afirman. "Más aún", explican, "María Luisa nos sorprendió a las 12 de la mañana, cuando estábamos ya sentados en la sala de plenos esperando que empezara la reunión, y nos sacó de allí para decirnos que había llegado a un acuerdo con Trevijano para suspender el Pleno".
Esa reunión de los magistrados del sector progresista se celebra ya pasado el mediodía en el despacho del vicepresidente, Juan Antonio Xiol. Éste, Conde-Pumpido y Sáez no aceptan los términos del escrito que les plantea Balaguer tras haberlo redactado unos minutos antes con el propio Trevijano.
El escrito
Están de acuerdo en pedir el aplazamiento del Pleno a la vista del volumen de la documentación aportada, la complejidad de las cuestiones que se plantean y la relevancia de la decisión. Pero no están conformes con la frase final del escrito que les lleva Balaguer, en la que se indicaba que, a la vista de esas circunstancias, no participarían en la deliberación y votación de la admisión a trámite del recurso del PP ni de las medidas cautelarísimas.
"Esa frase nos situaba en una posición de rebeldía y de dejación de funciones que no era real ni íbamos a aceptar firmar", explican fuentes del sector minoritario. Al final, ya en el propio Pleno que da comienzo a la una de la tarde, esa frase se sustituye por otra según la cual el volumen de la documentación, la complejidad del asunto y la relevancia de la decisión "nos imposibilita, en consecuencia, poder participar en la deliberación y votación".
"Creo que esto ha sido un manejo entre Trevijano y Balaguer para suspender el Pleno de forma que el presidente pueda decir 'no he suspendido por mi propia iniciativa, sino porque me lo han pedido'. Trevijano buscaba una cobertura, una justificación para suspender la reunión", sostiene un miembro de la minoría.
En el sector mayoritario mantienen, por el contrario, que "el motivo por el que se ha suspendido es la falta de quorum que iba a haber. ¿Para qué íbamos a empezar a deliberar si a la hora de votar se iban a marchar?", indican.
Espejel discrepó de sus colegas. Según dijo en el Pleno, es responsabilidad de los magistrados llevar los temas estudiados y no había ningún motivo para suspender la reunión.
Más aún, a su juicio, quienes hubieran quedado mal si se levantan de la reunión habrían sido los magistrados progresistas. Pero se quedó sola.