Francisco Martínez, en la Audiencia Nacional, en una imagen de archivo.

Francisco Martínez, en la Audiencia Nacional, en una imagen de archivo. Efe

Tribunales CASO VILLAREJO

El juez ve "indicios de revelación de secretos" en la filtración por Alvise de chats del ex nº2 de Interior

García-Castellón, instructor del 'caso Villarejo', deriva esta investigación a Plaza de Castilla, junto a un informe policial que analiza los accesos a esos 'wasaps'.

14 febrero, 2024 20:33

El juez Manuel García-Castellón considera que, "cuando menos de manera indiciaria", el tuitero Alvise Pérez habría cometido un delito de descubrimiento y revelación de secretos al publicar en su canal de Telegram varias conversaciones de WhatsApp en las que participó el exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.

Este último, el pasado mes de julio, presentó una querella en la Audiencia Nacional contra el tuitero, alegando que la filtración de dichos wasaps suponía un delito de revelación de secretos, además de desvelar información clasificada y secretos de Estado, a los que se aludía en aquellos chats.

Ahora, en un auto al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, García-Castellón confirma que existen indicios de revelación de secretos. No obstante, deriva la causa a un juzgado ordinario de la madrileña Plaza de Castilla, al descartar que dicha información gozara de la clasificación de "materia clasificada"

"Pese a que muchas de las conversaciones se refieran a la época en que el querellante, Francisco Martínez, ocupaba la Secretaría de Estado del Ministerio del Interior y tienen que ver, en ocasiones, con aspectos relativos al trabajo que desempañaba, no por ello se les puede atribuir la naturaleza de materia clasificada, por cuanto su conocimiento por personas no autorizadas no es susceptible de dañar o poner en riesgo la seguridad y la defensa del Estado", razona el magistrado, titular del Juzgado Central de Instrucción número 6.

"Ello debe conducir a descartar, ya en este momento, la existencia de indicios de la comisión de delito de descubrimiento y revelación de secretos e informaciones relativas a la defensa nacional, tipificado en el artículo 600.2 del Código Penal, y, por añadidura, la eventual competencia, de la Audiencia Nacional", añade.

En sintonía con la Fiscalía, el juez se inhibe en favor de los Juzgados de Plaza de Castilla y así se lo traslada a Martínez, por mucho que dichos mensajes de WhatsApp sí formen parte del sumario de una causa judicial que instruye García-Castellón.

Concretamente, los wasaps fueron incautados del móvil de Martínez durante la investigación de Kitchen, el sobrenombre de la pieza número 7 del llamado caso Villarejo.

En esta rama, el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional investigó el supuesto dispositivo parapolicial, organizado mientras Martínez era número dos del Ministerio del Interior, para robar información al extesorero del PP, Luis Bárcenas. De hecho, el ex número dos de Interior se sentará en el banquillo de los acusados por la trama Kitchen, al igual que su superior, el exministro Jorge Fernández Díaz.

EL ESPAÑOL tuvo acceso a aquellas conversaciones mantenidas entre Martínez y mandos policiales, periodistas...  En ellas se comparten datos ciertamente sensibles, además de aludirse a cuestiones personales y familiares de quien entonces era secretario de Estado.

Una vez García-Castellón recibió la querella, ordenó a la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional que investigase qué acusaciones personadas en el caso Kitchen tuvieron acceso a los chats, que fueron colgados en la nube (cloud) a la que se sube la documentación del procedimiento judicial.

Esta labor policial tuvo lugar en el marco de la pieza número 34 del caso Villarejo, a la que el juez se refiere como "pieza transversal" de la macrocausa (una suerte de cajón de sastre que aglutina diversas cuestiones vinculadas a diferentes extremos del caso). Ahora, García-Castellón, al derivar el asunto a los Juzgados de Plaza de Castilla, adjunta el informe de la CGI con los resultados de su análisis.

El magistrado también remitirá una la auditoría que encargó "para concretar las fechas en que las conversaciones mantenidas por el querellante estuvieron disponibles en la plataforma cloud en el seno de la pieza 7 [en la que se investigó la trama Kitchen], con indicación expresa de las partes que las hubieran descargado". Asimismo, ordena "dejar testimonio de dichas actuaciones [el informe de la CGI y la auditoría sobre las descargas]" en el sumario del caso Villarejo.