El abogado de Vilda, Luis Jordana de Pozas, en la última sesión del juicio.

El abogado de Vilda, Luis Jordana de Pozas, en la última sesión del juicio.

Tribunales CASO RUBIALES

La defensa de Vilda niega las coacciones y llama "exagerado" al hermano de Jenni Hermoso: "Rogar no es intimidar"

Como ya declaró el exseleccionador, su abogado indica que le llevó a hablar con el Hermano de Jenni la "preocupación" por el rendimiento de la jugadora.

Más información: El hermano de Jenni Hermoso, en el juicio a Rubiales: "Mentí, para protegerla, cuando dije que no le había perturbado el beso"

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"Yo no creo que el señor [Rafael] Hermoso mienta. Yo lo que creo es que el señor Hermoso es un exagerado".

Así se ha pronunciado este viernes, durante la última sesión del juicio del caso Rubiales, Luis Jordana de Pozas, abogado de Jorge Vilda, antiguo seleccionador femenino.

Vilda ha sido juzgado por las supuestas coacciones dirigidas contra la futbolista Jenni Hermoso (hermana de Rafael Hermoso) y contra su entorno, de las que le acusa la Fiscalía.

Estos hechos se habrían producido durante el vuelo de regreso a España, después de que la Selección femenina ganase el Mundial de Australia, en agosto de 2023. Y, poco después, por tanto, de que Luis Rubiales (por entonces, presidente de la Federación Española de Fútbol) besara en la boca a la futbolista durante la entrega de medallas. 

Jordana de Pozas ha admitido que su cliente, Vilda, habló en el avión con Rafa Hermoso y con un amigo de la familia, que también acompañó a la jugadora durante la final.

Ahora bien, como ya hiciera el exseleccionador durante su interrogatorio, el abogado ha señalado que nunca se produjeron esas coacciones, que, según las acusaciones, habrían estado destinadas a que Jenni grabara un vídeo para exculpar a Rubiales.

"Rogar no es intimidar", ha señalado el letrado, quien ha manifestado que, aun dando por buenas ciertas declaraciones de Rafa Hermoso, nunca se produjo un delito de coacciones.

"Una anécdota"

De hecho, el abogado, este viernes, ha señalado que el hermano de la jugadora admitió a Vilda, durante el vuelo, que el beso no era más que "una anécdota sin importancia". En dos entrevistas posteriores al triunfo hizo lo mismo, quitó hierro al episodio.

"En el Juzgado dice una cosa y en la prensa otra. El veraz... Del que hay que fiarse...", ha ironizado el abogado del exseleccionador sobre Rafa Hermoso.

Este último, cuando declaró como testigo en este juicio, sí aludió a supuestas presiones por parte del entonces seleccionador femenino. Incluso, señaló que Vilda le habría advertido de "consecuencias" negativas para la jugadora si se negaba a sus pretensiones y le habría ofrecido un puesto en la Federación para la jugadora si, por el contrario, se prestaba a exculpar a Rubiales.

Incluso dando por hecho que esto fuese cierto, Jordana de Pozas ha señalado durante su alegato que "ofrecer una recompensa es ajeno a cualquier efecto intimidatorio".

Jenni Hermoso y Luis Rubiales en el momento del beso durante la entrega de medallas del Mundial

Jenni Hermoso y Luis Rubiales en el momento del beso durante la entrega de medallas del Mundial Cordon Press

Lejos de considerarlas una amenaza, ha señalado que las palabras de su cliente sobre esas "consecuencias" referían a la "preocupación" de que el notable eco mediático que tuvo el beso de Rubiales impactase en el rendimiento deportivo de Jenni.

"En nuestra opinión, es... No está acreditado", ha señalado acerca del relato (en el juicio) de Rafa Hermoso. "Iba a decir que es falso", se ha corregido el letrado, para marcar distancia de la "alegría" con la que, ha dicho, ciertas "acusaciones" han atribuído a determinados testigos posibles delitos de falso testimonio.

"Rogar es pedir"

El abogado también ha valorado la declaración de Victoriano, el amigo de la familia Hermoso que también declaró como testigo en este juicio y que estaba presente durante la conversación con Vilda. "Rogar es pedir, es lo que hacemos todos los días los abogados en los tribunales y no por ello tenemos que considerar que su señoría está constantemente coaccionado", ha ironizado Luis Jordana de Pozas.

El letrado ha calificado de "osadía" acusar a Jorge Vilda de un delito de coacciones en base a estos relatos.

Sobre los motivos que llevaron al entonces seleccionador a acudir a hablar con Rafael Hermoso durante el vuelo posterior a la final, Jordana de Pozas ha insistido, en línea con lo declarado por su cliente, que no hubo más que una "preocupación por la jugadora, por la Selección, por los próximos partidos...".

Finalmente, parafraseando jurisprudencia del Supremo, el defensor ha señalado que "no puede apreciarse nunca coacción por la sola existencia de perturbación del estado de ánimo o de otros intereses de los que una persona sea titular".

Por estos hechos, la Fiscalía pide para Vilda año y medio de prisión. Idéntica pena solicita, por el mismo delito, para otros dos acusados: Albert Luque (exdirector de la Selección masculina) y Rubén Rivera (exjefe de Marketing de la Selección).

Para Rubiales, además de estos 18 meses de cárcel, la fiscal Marta Durántez pide un año de cárcel por la supuesta agresión sexual, por el beso en la boca a Jenni Hermoso.

Este viernes, el juicio ha quedado visto para sentencia. Antes de ello, han pronunciado sus informes finales los abogados de Luque y Rivera. Ambos han negado también las coacciones hacia la jugadora y su entorno. La Fiscalía les atribuye presiones hacia Hermoso durante el viaje a Ibiza que disfrutó la Selección tras el Mundial.

"Quedar con el diablo"

El abogado de Albert Luque, Jorge Navarro, ha reconocido que su cliente contactó con una amiga de Hermoso, Ana Ecube, que disfrutaba del descanso en la isla junto a ella.

El letrado ha subrayado que esta joven, en aquellas vacaciones, chateó con el entonces director de la Selección masculina, conversó en persona con él, le manifestó que Jennifer no quería responder al comité de Integridad de la RFEF ni restar importancia públicamente al beso y, tras todo ello, Ecube le propuso "quedar en Madrid en tres ocasiones". La amiga de Jenni lo planteó, por tanto, después de las supuestas coacciones.

Cuando esta testigo declaró, manifestó que, tras al insistencia de Luque, acabó percibiendo, durante el viaje a Ibiza, que el hoy acusado pretendía hacerle "pactar con el diablo". En alusión a esas palabras, este viernes, su abogado ha señalado: "Esa víctima que no quería pactar con el diablo quería quedar con el diablo en Madrid para hablar".

"Estamos en un tema de libertad individual, de libertad de expresión, de conductas normales para poder expresar lo que uno considera oportuno en el ámbito de las relaciones personales", ha sostenido.

En último lugar ha pronunciado su informe el abogado de Rivera, Joaquín Jiménez. El exdirector de Marketing de la RFEF, cuando ocupaba ese cargo, acompañó a la Selección femenina al vieja a Ibiza.

Según su letrado, Rivera se ha sentado en el banquillo de los acusados "únicamente por cargar un teléfono [el de Hermoso durante aquellas vacaciones] y por pedir a Hermoso y Ana Ecube, de manera educada, sin violencia ni intimidación, que hablasen con Luque".