Actualizar las tarifas del agua para garantizar la sostenibilidad del servicio y la renovación de infraestructuras hidráulicas es fundamental. Así lo defendió Matías Loarces, director territorial de Aqualia, durante su participación en el IV Foro Económico Español de Castilla-La Mancha, organizado por EL ESPAÑOL en Toledo.

"El agua en España supone apenas el 0,9% de la economía familiar", explicó Loarces, quien insistió en que la tarifa del agua debe cubrir no solo los costes de explotación, sino también los de renovación de las redes. "En España el agua está en 1,9 euros el metro cúbico, lo que equivale a unos 30-40 euros por trimestre para una familia media. Es un precio muy bajo que no permite la renovación de infraestructuras", advirtió.

Según el experto, la infraestructura hidráulica debería renovarse a un ritmo del 2% anual para garantizar su buen estado, pero actualmente se está renovando a un ritmo de apenas el 0,2%, lo que provoca el progresivo deterioro de las redes. "Si queremos mantener una infraestructura hídrica en condiciones razonables, es necesario ajustar el precio del agua al servicio que disfrutamos", afirmó.

A pesar de que este año ha sido más húmedo que los anteriores, Loarces hizo un llamado a la prudencia, recordando que los dos veranos anteriores estuvieron entre los más secos desde que hay registros. "No podemos relajarnos. Tenemos que ser conscientes de cómo nos está afectando el cambio climático", señaló. Explicó que las lluvias no están siendo continuas y que la gestión del agua requiere de una planificación que involucre a múltiples actores para optimizar el recurso.

La reciente DANA ha evidenciado la importancia de mejorar las infraestructuras hidráulicas. "En el último plan se identificaron 37.000 millones de euros en necesidades de inversión en obras hidráulicas. Se han hecho muchas inversiones, pero todavía queda mucho por hacer", aseguró Loarces, subrayando la importancia de la colaboración público-privada en este proceso. "El agua es un bien esencial, pero su gestión requiere inversiones que solo serán posibles con la implicación de todos los actores", añadió.

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La UE ha establecido un nuevo marco normativo que pone el foco en el control integral del ciclo del agua. "Hasta ahora, se había centrado el ahorro de agua en el usuario, pero en realidad, el problema es mucho más amplio. Para que a un usuario le llegue un litro de agua, probablemente se haya perdido otro litro en el proceso", explicó Loarces. La nueva legislación busca controlar todas las etapas, desde la captación hasta la depuración, para minimizar las pérdidas.

La digitalización se presenta como una herramienta clave para lograr este objetivo. "La digitalización es el alma de la gestión del agua. Aqualia invirtió el año pasado 18,6 millones de euros en contadores de telemedida, dos millones más que el año anterior", detalló. Además, la compañía ha recibido cinco proyectos PERTE de digitalización por un total de 48 millones de euros. "Gracias a estos proyectos, podremos monitorizar en tiempo real los volúmenes de agua y los vertidos, lo que nos permitirá una gestión mucho más eficiente", concluyó.