El impacto de la Covid-19 ha puesto de relieve la necesidad de aumentar la inversión en el Sistema Nacional de Salud (SNS), especialmente en tecnología. Un área que será clave para prevenir el colapso ante hipotéticas pandemias que puedan venir, pero también para atajar el aumento de las listas de espera que ha provocado el aplazamiento de muchas operaciones y tratamientos.
Según algunos indicadores internacionales, la tecnología española en algunas áreas tiene una edad media de 15 años. Unos equipamientos que es necesario renovar y que ayudarán a garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario. Es por ello que los principales actores de la industria tecnológica, reunidos en el ‘I Simposio Observatorio de la Sanidad: las fronteras de la lucha contra el coronavirus’, organizado por EL ESPAÑOL, piden un Pacto de Estado entre los partidos políticos que garantice las inversiones necesarias para actualizar nuestro sistema sanitario.
De lo que se trata, explica Enrique Álvarez, director general de Mölnlycke, es de que “todos los actores colaboren entre sí”. Para ello, es necesario que la “industria de la tecnología médica sea considerada como eje fundamental para abordar la viabilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)”, tal y como señala Fiona Garin, directora de Marketing Estratégico de Becton Dickinson en Europa.
“Hay que aprender de lo que ha pasado en estos meses. Las donaciones extraordinarias no pueden ser el futuro”, ha enfatizado Luis Cortina, director general de Siemens Healthineers. “Sentar unas bases y una estructura clara sobre qué y cómo hacer la colaboración público-privada para que seamos compañeros de viaje”, ha incidido.
Básicamente se trata de “cambiar de mentalidad para ver todo esto como una inversión y no como un gasto”, insiste Garin, para quien es importante hacer que los dirigentes sanitarios sean capaces de ver que aquellas partidas que más gasto tienen al final redundan en unos beneficios mucho mayores.
En definitiva, sentar las bases de un gran pacto pensado a diez años vista para evitar que los cambios de color político afecten a la sanidad. ¿El primer punto? Pasar de pensar en el tratamiento de agudos a centrarse en una visión más abierta para el tratamiento de crónicos y la detección precoz de las enfermedades.
Vital para ello será la aplicación de tecnologías como la telemedicina, la teleasistencia, pero también de la Inteligencia Artificial. Luis Campo, director general de General Electric Healthcare España y Portugal, considera que para lograr esos avances se necesitan unos presupuestos expansivos; sobre todo porque hablamos de que la “digitalización es algo transversal” que afecta a distintos niveles del sistema sanitario.
Estamos hablando de robotización, aplicación de inteligencia artificial o de ser capaces de interpretar datos para anticiparse a lo que pueda estar por venir. Algo que para Campo es “vital” ya que permitirá situar al paciente en el centro. No sólo eso, es que ser capaces de analizar los datos obtenidos será un factor clave para mejorar los resultados en salud "en términos de eficiencia o resultado clínico”.
“La gran oportunidad que tenemos es innovar e integrar los procesos asistenciales centrándose en los pacientes, lo que permitirá liberar recursos”, ha dicho Rocco de Bernadis, director general de Johnson & Johnson Medical Devices en España
En definitiva, ha explicado, “tener procesos asistenciales más integrados y digitalizados para lograr una mayor eficiencia en la atención a los pacientes”.