Uno de los nuevos espacios abiertos al público de la Domus Aurea.

Uno de los nuevos espacios abiertos al público de la Domus Aurea. Simona Murrone Parque Arqueológico del Coliseo

Historia

Ni el Coliseo ni el Panteón: este es el sitio más increíble para viajar a la Antigua Roma (y ha abierto nuevos espacios)

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El Coliseo o el Panteón son probablemente los dos monumentos más icónicos de la Antigua Roma, pero su aspecto actual dista bastante del que tenían hace unos 2.000 años, en el momento de su construcción. Para tener una verdadera experiencia inmersiva en la época de los emperadores lo más lógico sería deambular por las calles de Pompeya, aunque hay otros yacimientos, como el de Afrodisias, la ciudad del mármol, en Turquía, que poco tienen que envidiar. Sin embargo, en el corazón de la capital italiana, bajo tierra, sobreviven los vestigios de un megacomplejo palatino construido por Nerón tras el devastador incendio de 64 d.C., la Domus Aurea. Uno de esos escasísimos lugares en los que adentrarse en su interior significa retroceder en el tiempo.

De la Casa Dorada, un inmenso terreno de unas 80 hectáreas que comprendía parques, jardines, pabellones, un lago sobre el que más tarde se levantaría el Coliseo y hasta un comedor circular que giraba día y noche, se han conservado unas 150 estancias, entre ellas una habitación octogonal con un hito arquitectónico: un techo que pasa de la bóveda de ocho lados a una cúpula circular coronada con una apertura central (óculo). Tras la muerte del emperador, la Domus Aurea fue devorada por las llamas y enterrada y utilizada como cimentación de las termas públicas que construyó Trajano.

Recorrer lo que queda de sus altísimos pasillos y salones y de sus decoraciones —las paredes estaban revestidas de mármol y los techos de mosaicos y estuco pintado— es una experiencia sobrecogedora, única. Y la buena noticia es que el Parque Arqueológico del Coliseo, tras años de investigación y restauración, acaba de abrir al público el sector occidental del megapalacio, aumentando el recorrido de la visita, además de habilitar una nueva puerta de acceso.

Sector occidental de la Domus Aurea de Nerón.

Sector occidental de la Domus Aurea de Nerón. Simona Murrone Parque Arqueológico del Coliseo

Los visitantes podrán entrar en nuevas habitaciones con paredes y techos abovedados que conservan extraordinarias pinturas —la decoración combina amplios bloques de color con motivos minuciosamente elaborados y detalles arquitectónicos— que todavía se encuentran en proceso de restauración. "Hemos completado las medidas de seguridad con un sistema de protección del techo para evitar las infiltraciones de agua que son el verdadero problema de la Domus Aurea", ha explicado Alfonsina Russo, la directora del Parque Arqueológica del Coliseo.

Gracias a la inmersión en el sector occidental del megapalacio, con las habitaciones dispuestas alrededor de un gran peristilo rectangular atravesado por estructuras de época de Trajano, será posible hacerse una idea esta zona que se abría hacia el Stagnum Neronis, el gran lago que actuaba como núcleo del complejo. Aunque hoy en día es un sitio oscuro y muy frío, la Domus Aurea fue un espacio diáfano y luminoso, además de una muestra de despilfarro.

El nuevo acceso al sector occidental del megapalacio de Nerón.

El nuevo acceso al sector occidental del megapalacio de Nerón. Simona Murrone Parque Arqueológico del Coliseo

"Los arquitectos de Nerón, Severus y Celer, habían estudiado las aberturas de las ventanas para dejar pasar la luz y hacer brillar las bóvedas recubiertas con láminas de oro, piedras preciosas y pasta de vidrio. Fueron grandes arquitectos pero también grandes escenógrafos. Nerón quería sorprender a sus invitados", ha recordado Russo.

Para celebrar la apertura de estos espacios —uno de ellos se ha dedicado al pintor renacentista Pinturicchio, que junto a otros colegas del siglo XVI descendió a lo que consideraban unas grutas para copiar los motivos decorativos que denominaron "grutescos"—, el Museo de los Uffizi de Florencia ha prestado la escultura Ninfa con Pantera, tallada entre los siglos I y II d.C., que estará expuesta en la nueva entrada de la Domus Aurea hasta el 9 de febrero.

Esta pieza, de autor desconocido, que destaca por su mármol griego y la refinada técnica en la que se hizo, evoca la conexión de Nerón con el mundo ptolemaico del Antiguo Egipto, supuesta inspiración para la erección de este espacio en el que se solían hacer eventos o celebrar fiestas. En los trabajos arqueológicos se han recuperado además tres capitales que ya integran el recorrido expositivo de la Domus Aurea, el lugar donde más se respira la esencia del Imperio romano.