Vista aérea de la planta del circo romano de Iruña-Veleia.

Vista aérea de la planta del circo romano de Iruña-Veleia. Arkikus

Historia

De un circo romano a ciudades perdidas: los hallazgos arqueológicos más increíbles de 2024 en España

Repasamos los descubrimientos más destacados que han anunciado los arqueólogos y otras interesantes investigaciones históricas. 

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Ciudades perdidas, culturas paleolíticas desconocidas, extraordinarias estructuras de época romana... No ha estado mal el año 2024 en lo que se refiere a descubrimientos arqueológicos e históricos en suelo español. Aunque sin duda lo más comentado ha sido la revelación, al fin, de los resultados sobre la investigación genética sobre los orígenes de Cristóbal Colón —más por la parafernalia documentalística que por la discutida ciencia—. A continuación algunos de los hallazgos más sobresalientes.

El circo romano de Iruña-Veleia

El yacimiento de Iruña-Veleia, la ciudad romana más importante del País Vasco, escondía una monumental sorpresa: un circo con una capacidad de unos 5.000 espectadores, según las primeras estimaciones. Descubierto por los arqueólogos de la empresa Arkikus gracias a imágenes históricas y de teledetección, el recinto tiene unas dimensiones de 280 metros de longitud por 72 de anchura. Es la tercera estructura de este tipo documentada en la mitad norte de España tras los circos de Tarragona y Calahorra y el único que conservaría su trazado original.

Imagen aérea del circo romano de Iruña Veleia.

Imagen aérea del circo romano de Iruña Veleia. Arkikus

Nueva cultura prehistórica

En la Cueva Millán, un modesto abrigo rocoso localizado en un pequeño valle lateral del majestuoso Cañón del Arlanza, un equipo interdisciplinar de investigadores de 14 instituciones ha documentado una desconocida cultura datada entre hace 45.000 y 43.000 años que presenta una combinación única de técnicas y útiles. Bautizada como "Arlaziense", presenta sugerentes paralelos cronológicos y tecnológicos con las primeras culturas asociadas a la llegada del Homo sapiens a Europa. Futuros estudios tratarán de descifrar si los autores de este tecnocomplejo fueron los últimos neandertales o los primeros humanos modernos de la Península Ibérica.

Foto del interior de Cueva Millán.

Foto del interior de Cueva Millán. Manuel Rojo Universidad de Valladolid

Los huesos de Teodomiro

La revisión científica de unos huesos hallados en la catedral de Santiago de Compostela a mediados del siglo pasado han resultado ser los del obispo Teodomiro, el descubridor de la tumba del apóstol. El estudio, dirigido por Patxi Pérez Ramallo, investigador posdoctoral en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, confirmó que los huesos pertenecen a un varón de 45 años con una datación que concuerda con la fecha de su muerte (847). Otros análisis de isótopos estables de oxígeno apuntaron que el individuo vivió cerca de la costa, coincidiendo con la ubicación de Iria Flavia, su lugar de origen, y su perfil genético coincidía con alguien que vivió en la Península Ibérica hace 1.200 años.

Los restos óseos del obispo Teodomiro.

Los restos óseos del obispo Teodomiro. Patxi Pérez Antiquity

La ciudad de la Dama de Elche

Las excavaciones impulsadas por las universidades de Alicante y Murcia en el yacimiento de La Alcudia los vestigios de varias viviendas y construcciones que estuvieron adosadas a las murallas fundacionales de la ciudad íbera (siglo V a.C.), cuyas élites alumbraron la famosa Dama de Elche. La urbe, en su momento de mayor esplendor, fue una de las más destacadas del sudeste peninsular.

Vista aérea del yacimiento de La Alcudia.

Vista aérea del yacimiento de La Alcudia. Universidad de Alicante

El vino blanco más antiguo del mundo

En un mausoleo familiar hallado intacto en la localidad sevillana de Carmona y datado en el siglo I d.C., los arqueólogos de la Universidad de Córdoba identificaron los restos de Hispana, Senicio y otras cuatro personas (dos hombres y dos mujeres) sin identificar. Los huesos de uno de los varones reposaban sumergidos en un líquido dentro de su urna de vidrio. Tras numerosos análisis se ha podido concluir que se trata del vino blanco más antiguo del mundo.

Fotografía de la urna con líquido en su interior.

Fotografía de la urna con líquido en su interior. Juan Manuel Román Universidad de Córdoba

Guerreros y abecedario en el Turuñuelo

El yacimiento de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz), un sitio clave para estudiar los últimos momentos de la civilización tartésica, ha reportado nuevos y fascinantes hallazgos. En una placa de pizarra de unos 2.500 años de antigüedad los arqueólogos del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM) no solo han documentado una escena de combate entre tres guerreros, sino también un abecedario de una escritura paleohispánica meridional.

Placa de pizarra tallada del siglo VI-V a.C hallada en el yacimiento tartésico Casas del Turuñuelo (izq.) e imagen de tres figuras silueteadas digitalmente en la cara frontal de la placa (dcha.).

Placa de pizarra tallada del siglo VI-V a.C hallada en el yacimiento tartésico Casas del Turuñuelo (izq.) e imagen de tres figuras silueteadas digitalmente en la cara frontal de la placa (dcha.). E. Rodríguez / M. Luque CSIC

Las cuerdas de arco más antiguas

La cueva de los Murciélagos (Albuñol, Granada) es una cápsula del tiempo prehistórica y un nuevo estudio de los materiales orgánicos ahí conservados ha revelado un hallazgo excepcional: las cuerdas de arco más antiguas de Europa, fabricadas con los tendones de tres especies distintas de animales. Estos artefactos desvelan los niveles de sofisticación de la arquería que alcanzaron estas comunidades neolíticas hace unos 7.000 años y proporcionan información sin precedentes sobre los materiales y las técnicas empleadas para su elaboración.

Flechas halladas en la cueva de Los Murciélagos. Abajo, fibras de tendones de animales y restos de brea de abedul.

Flechas halladas en la cueva de Los Murciélagos. Abajo, fibras de tendones de animales y restos de brea de abedul. MUTERMUR Project

La conquista de Mallorca

Hasta ahora se pensaba que Mallorca había sido poblada hace unos 4.400 años. Sin embargo, el descubrimiento de un enigmático puente de piedra sumergido a 7,5 metros de profundidad en la cueva Genovesa ha revelado que la presencia humana en la isla puede remontarse a entre hace 6.000-5.600 años. Un avance que muestra la capacidad de los primeros colonos para reconocer los recursos hídricos de la cavidad y construir una infraestructura estratégica para navegar por ella.

Uno de los investigadores encima del puente sumergido.

Uno de los investigadores encima del puente sumergido. Communications Earth & Environment

La ciudad perdida de Cartago

Una investigación de Manuel Olcina, director del Museo de Arqueología de Alicante, ha identificado el yacimiento de Tossal de Manises con la enigmática ciudad cartaginesa de Akra Leuké, el lugar donde se refugió Aníbal Barca tras la muerte de su padre. El sitio, cuyo nombre puede traducirse como Ciudadela/Fortaleza Blanca o cabo Blanco, fue arrasado e incendiado por las legiones romanas durante la segunda guerra púnica, a finales del siglo III a.C.

Construcción de la ciudad de Tossal de Manises.

Construcción de la ciudad de Tossal de Manises. I. Cano MARQ

Una piscina romana en el norte

Las excavaciones en Huerta Varona (Aguilar de Campoo, Palencia), dirigidas por Jesús F. Torres Martínez, director del Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (IMBEAC), han podido documentar una piscina romana de mediados del siglo I d.C. que es excepcional tanto por su planta, con forma de ojo de cerradura, como por los canales perimetrales abiertos que la rodeaban. Todo el conjunto, que revela un alto grado de romanización que discute la idea de que el norte peninsular fue una suerte de confín olvidado, formaba parte de un complejo termal y estaba revestido con mortero hidrófugo (opus signinum), un material de impermeable y costoso, elaborado y aplicado por especialistas, reflejo de su exclusividad.

Recreación virtual del ambiente termal de Huerta Varona con la piscina.

Recreación virtual del ambiente termal de Huerta Varona con la piscina. ARKEOGRAFIA