Hace no tanto cumplir los 18 años y sacarse el carné de conducir eran dos acontecimientos que pasaban, prácticamente, a la vez. Hoy, las estadísticas señalan que cada vez menos gente decide sacarse el permiso de conducir y que la edad media de los que lo hacen no para de subir.
Este cambio ha sido provocado por varios factores: desde 2008, la situación económica de los jóvenes y sus padres cambió radicalmente. Además, las transformaciones de la vida urbana y los nuevos servicios de movilidad también están ayudando a consolidar estos cambios. Una circunstancia que conoce de primera mano nuestro invitado al capítulo de hoy de 'En Movimiento' Miguel González-Gallarza, CEO de Onroad, una plataforma online de formación vial.
De su mano, vamos a conocer si la digitalización de la formación puede ayudar a revertir el descenso en el número de personas que decide hacerse con esta capacitación.
¿Qué momento vive la formación vial?
Hemos vivido multitud de transformaciones en el mundo de la movilidad que están afectando a la formación vial. Queremos ser la alternativa a la formación tradicional para todos esos jóvenes que van a acceder a una movilidad que ha cambiado. El carné de conducir es la puerta de acceso a muchas alternativas para desplazarse, no sólo al coche en propiedad.
Las autoescuelas digitales hemos nacido hace poco como una opción más alineada con los nuevos tiempos y nos hemos asentado durante la pandemia. Tenemos una propuesta de enseñanza a distancia y digital. Aunque aún cuesta que la DGT y otros participantes del sector nos acepten, somos una palanca transformadora en beneficio tanto de los alumnos como de los profesores.
En 2020 entre todas las autoescuelas digitales crecimos un 20% de media al mes. Además, terminamos sumando un total de 50.000 alumnos de la parte teórica que representan un 12% del total de los que optaron por realizar esta formación.
¿Qué diferencia hay entre una autoescuela tradicional y una digital?
Lo primero es empezar por centrarse en el alumno. Ya no todo el mundo se saca el carné a los 18 años. Con nuestro modelo nos hemos querido adaptar a la Generación Z. Estamos intentando reconciliar a la gente con el carné de conducir haciéndolo más accesible para todo el mundo.
Entre nuestras ventajas destaca la transparencia. Cada usuario elige su recorrido, tiene una visibilidad clara sobre como va evolucionando. En materia de precio somos un producto mucho más barato que el modelo tradicional. Además, ofrecemos pagos en diferido. Algo muy importante en el contexto actual cuando hablamos de una inversión que ronda los 1.200 euros de media.
Del mismo modo, aportamos proximidad. Estamos muy cerca de los alumnos, en la parte práctica tentemos horarios y lugares más recomendables para recogerlos y que accedan de forma más fácil a las lecciones. A esto sumamos la flexibilidad para que los usuarios puedan adaptar su formación a sus necesidades con libertad total para elegir su profesor o entre diferentes métodos.
¿Por qué cada vez menos gente se saca el carné?
En 2008 un millón de personas se sacaba el carné. Hoy esta cifra no llega al medio millón. Está claro que en este dato influye la pirámide demográfica, pero esta cuestión no lo explica todo. Hemos pasado una gran crisis económica que, ahora, se ha juntado con la pandemia lo que ha provocado que muchos jóvenes no hayan podido permitirse esta formación. Tenemos mucha gente entre 18 y 30 años que no se han sacado el carné.
El permiso de conducir sigue siendo fundamental para que la gente pueda moverse con libertad. Las autoescuelas estaban acostumbradas a que los alumnos fueran los que se acercaban a sus instalaciones. No han sabido salir a buscar a esos alumnos cuando las circunstancias han cambiado. Nosotros queremos ser un imán para todos los potenciales estudiantes del carné de conducir.
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