Hay una nueva generación de marcas que están redefiniendo las categorías, y no solo la suya propia, sino todas las de alrededor. Porque cada vez hay más compañías que han sido capaces de cambiar nuestros hábitos y comportamientos.

Marcas que impactan en nuestra vida más física pero que son capaces de entablar conversaciones y relaciones en los entornos digitales de una forma natural y sencilla.

Marcas con personalidades cercanas, imperfectas, cotidianas que nos hablan de tú a tú, cuyas experiencias son impecables y que cuando fallan se disculpan con normalidad y humildad.

Marcas, muchas de ellas, pensadas para millennials, pero que son capaces de cautivar también a otras generaciones.

En definitiva, compañías que están marcando un antes y un después, de aquí a unos años miraremos a atrás y no sorprenderemos de cuán complicadas eran las cosas antes…

Hoy en día tenemos:

-   Neo banks: Monzon bank, Monese, Revolut, N26

-   Neo food: Deliveroo, Just eat, Uber eats

-   Neo transport: Cabify, Uber, Car2go, Bla bla car, Amovens

-   Neo leisure: Netflix, Spotify

-   Neo social networks: Vero,

Incluso en categorías relativamente recientes como las redes sociales ya vemos como estos challengers están apareciendo para retar el orden establecido y buscar nuevas vías o modelos de negocio desde los que desarrollar el mercado y por tanto la didáctica asociada a él.

Porque lo importante de estas marcas no es solo cómo están redefiniendo lo que es competitivo en su sector, sino que hace que los consumidores o usuarios extrapolemos estas nuevas dinámicas (simplicidad, comodidad, inmediatez, interactividad…) y hagan que nuestras expectativas aumenten en el resto de dimensiones de nuestra vida.

Cada vez tenemos menos paciencia para esperar, ni siquiera en la cola del supermercado. Entendemos menos que no se nos haya comunicado toda la información relevante de un producto o servicio, porque no queremos leer más letra pequeña, queremos que nos expliquen las cosas de forma fácil, rápida y directa sin que nos hagan pensar mucho.

Queremos marcas que se preocupen de nuestra salud y bienestar y que nos ayuden a que nuestra vida sea más mejor. Sin excepciones. Da igual el tipo de servicios o productos que nos ofrezcan, ahora las comparativas son odiosas y quiero que mi experiencia en el banco sea tan eficiente como en Amazon, o que mi seguro de coche, casa o salud sea tan cómodo de gestionar como un pedido de Deliveroo.

Y esto es algo que nos afecta a todos, seamos del sector que seamos, haya challengers en nuestro mercado o no. Porque estas marcas que redefinen las normas han venido para quedarse, y antes o después impactarán en las expectativas de nuestros clientes, y en las nuestras propias.

Almudena Clemente, directora de Estrategia de Superunion