Recuerdo mi primer día en la Escuela de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación, hace ya muchos años, como si fuera hoy mismo. Ese día me sorprendieron dos cosas. Una, la gran cantidad de gente que había en esa clase, más de 100 personas; y otra, las pocas chicas que había, apenas 4.
Creo que todos estaremos de acuerdo que la industria digital tiene infinidad de aspectos positivos. Es el sector que está impulsando el desarrollo empresarial, económico y social, al mismo tiempo que genera empleo de calidad, ayuda a la reducción las emisiones de CO2, democratiza la educación, favorece el teletrabajo, la sanidad y, bien utilizada, puede ser una potente herramienta para reducir las brechas existentes, sociales, inclusivas, territoriales, etc.
Sin embargo, tiene algunas deficiencias. Una de ellas es la falta de capacidad para atraer talento femenino. Se podría creer que es un problema de España o de Europa, pero no. Desgraciadamente, es un problema global. Por ejemplo, en EEUU solo el 17% de los trabajadores en ingeniería son mujeres, una situación muy similar a la española.
Según el dossier de indicadores del Índice de Desarrollo Digital de las Mujeres en España y Europa (ONTSI, 2019a), España se sitúa en una posición media alta, puesto 12, en cuanto a porcentaje de graduados en disciplinas STEM. Sin embargo, llaman la atención los 17 puntos porcentuales de diferencia entre hombres y mujeres. Siguiendo con el ejemplo de EEUU la situación ha ido incluso a peor, en los años 80 el 37% de los estudiantes de ciencias informáticas eran mujeres, ¡hoy solo un 17%!
Si vamos al sector Salud, la Educación o las Ciencia Sociales, la participación de la mujer es simplemente abrumadora. Todo lo contrario que en nuestro sector. Según datos del Ministerio de Educación, previos a la pandemia, las mujeres eran mayoría en los estudios de Biomedicina (75,92%), Medicina (66,42%) o Biología (61,80%) y minoría en Ingeniería de Telecomunicaciones (20,49%), Informática (12,04%) o Ingeniería Aeronáutica (13,06%).
En un momento como el actual, donde vemos que hay una escasez importante de talento digital (el sector ha crecido en oferta de empleo un 30% en los últimos 5 años) y donde la competitividad de las empresas y de los países cada vez más se mide en términos de talento digital, no podemos permitirnos el lujo de no contar con el 50% de la población. Además, la diversidad mejora la creatividad y la resolución de problemas. Está claro que las chicas se sienten más atraídas por todo lo relacionado con la vida y la salud.
Es verdad que las carreras técnicas pueden tener una imagen que no atrae al talento femenino, pero tiene grandes ventajas que se desconocen. Por ejemplo, es el sector donde hay menor brecha salarial entre hombres y mujeres, se favorece la conciliación y una vida laboral más sana, ya que muchos de los empleos del sector se pueden hacer con soluciones de teletrabajo, horarios flexibles e incluso en lugares remotos, como es el caso de los denominados nómadas digitales.
La pregunta es: si hay tantas ventajas en la industria digital, ¿por qué las mujeres no participan en la proporción que sería lógica? Es el momento de analizar los motivos y buscar soluciones a corto, medio y largo.
La dificultad de las carreras técnicas no puede ser el problema, porque actualmente en la Universidad hay más mujeres que hombres; y las mujeres tienden a conseguir mejores resultados.
El sector tiene un claro problema de imagen de cara a las mujeres, ya que la realidad del sector es muy distinta a la que se puede imaginar a primera vista. Hoy en día, gracias a la digitalización, vivimos más y mejor. La digitalización no solo tiene el poder de mejorar la calidad de vida y reducir las brechas, sino que también salva vidas, mejora las cosechas reduciendo el hambre en el mundo y puede salvar al planeta. Es decir, la digitalización es vida y salud.
A pesar de que la imagen del programador obsesionado y aislado ya ha pasado a la historia, todavía se percibe la imagen de profesionales que no se relacionan con otras personas, lo cual resulta poco atractivo para las personas que quieren trabajar en un entorno más humano, y esto vuelve a ser otro falso mito, ya que todas las soluciones digitales pasan por entender bien el ecosistema y trabajar en equipos multifuncionales y diversos.
Naciones Unidas viene realizando un llamamiento para que, en 2030, se alcance una igualdad de género 50-50. Teniendo en cuenta los datos actuales, el camino que nos queda por recorrer se antoja imposible. Sin embargo, como decía una marca de material deportivo "Imposible is Nothing", así que tenemos que ponernos manos a la obra.
Tenemos que empezar por el principio, por la educación primaria y secundaria. Tenemos que crear igualdad de condiciones en el sistema educativo, que los chicos y las chicas se interesen por las denominadas materias STEAM de igual manera. Aquí la labor del profesorado en fundamental, con su mentorización para que las chicas sigan estudios técnicos, mostrando ejemplos de mujeres líderes en el sector como casos de éxito que inspiren a los profesores, padres y estudiantes y animen a las chicas a seguir carreras que, hasta ahora, han sido principalmente masculinas.
Desde AMETIC llevamos años trabajando en acciones que pueden ayudar a cerrar la brecha de género que tiene el sector. En 2018, firmamos un acuerdo con el Ministerio de Educación y Ciencia para potenciar las vocaciones tecnológicas de mujeres y niñas, y empezamos a desarrollar nuevos grados de Formación Profesional enfocados a las necesidades en digitalización de las empresas, facilitando la incorporación de la mujer en este sector.
En 2020, firmamos un acuerdo con la Real Academia de Ingeniería y nos adherimos al programa "Mujer e Ingeniería" con el objetivo de impulsar la carrera profesional de jóvenes mujeres que han acabado su carrera en Tecnología y que buscan abrirse camino en el sector. Ponemos a su disposición formadores profesionales de la industria para que lleguen a ser grandes ejecutivas del sector. También estamos muy orgullosos de formar parte de la iniciativa Pacto por Mujer y la Ciencia "Mujeres en Pie de Ciencia" del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Además, formamos parte del jurado de los "Premios Pioneras" del Colegio de Ingenieros de Telecomunicación que todos los años premia a las ingenieras que son un ejemplo para otras mujeres y para todos.
Estas son algunas de las acciones que desde AMETIC estamos llevando a cabo para conseguir que la mujer se incorpore en igualdad a la industria digital. La buena noticia es que no estamos solos. Hay multitud de empresas del sector y administraciones que realizan programas, algunos de ellos espectaculares, para conseguir que la mujer se incorpore lo más rápidamente al sector.
Es una labor de todos. De la sociedad en su conjunto, empezando por los formadores, los padres, las empresas y las administraciones y, entre todos, conseguiremos el objetivo de Naciones Unidad de 50-50, esperemos que antes del 2030. ¡A por ello!