Un proyecto para solucionar problemas relacionados con el agua, la alimentación y la energía en Honduras y otro para mejorar la gestión del agua en arrozales en Perú, han colocado a la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en una posición dominante dentro de la convocatoria 'Acciones de Innovación para el Desarrollo 2020', con lo que se demuestra el potencial español en materia de sostenibilidad.
Estos dos proyectos han sido seleccionados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) dentro de esta convocatoria.
En concreto, se trata de 'Microrred Inteligente Híbrida de Energías Renovables para solucionar el trilema Agua-Alimentación-Energía en una comunidad rural de Honduras', proyecto liderado por el profesor Tomás Gómez Navarro, y 'Mejora de la gestión del agua en arrozales de productores rurales peruanos empleando drones y satélites en el marco del cambio climático', con el docente Luis Ángel Ruiz Fernández al mando.
Estos proyectos han recibido la concesión de 390.000 y 239.000 euros, respectivamente, para su financiación. En el caso de la microrred inteligente híbrida, el proyecto ya recibió el apoyo económico de la AECID en la pasada edición de la convocatoria.
En palabras de Gómez Navarro, el primero de los planes promueve "una instalación híbrida de energías renovables, aislada de la red, que aprovecha los recursos locales de forma adaptada a las competencias de los beneficiarios de El Santuario (Choluteca, Honduras)".
Dicha instalación será gestionada "por una comunidad de prosumidores (productores y, a la vez, consumidores) de energía que actuarán como cooperantes horizontales de desarrollo, ayudando a la generación de la segunda comunidad de prosumidores en torno al segundo proyecto, que también se llevará a cabo en Choluteca".
Por su parte, Ruiz Fernández explica que el proyecto que lidera "pretende implementar una solución innovadora en la comarca peruana de Ferreñafe para la reducción del consumo de agua en el cultivo del arroz mediante secas controladas en determinadas fases de crecimiento".
Para ello, prosigue, "es preciso conocer las necesidades hídricas de la planta, lo que se consigue mediante el uso de drones equipados con cámaras multiespectrales térmicas, a partir de cuyos datos se calcula el índice de estrés hídrico del cultivo".
Además, concluye, "se procesarán series temporales de imágenes de satélite de libre acceso para detectar anomalías en el cultivo a escala regional. Todo ello, realizado con un marcado componente social, promoviendo mecanismos de igualdad de género en las comunidades rurales".
La UPV, única con dos proyectos aprobados
La resolución de la convocatoria, especialmente competitiva, supone un reconocimiento para la UPV. No en vano, la entidad actualmente dirigida por Francisco Mora es la única institución que ha recibido financiación para los dos proyectos presentados (máximo permitido en las bases), y los 629.000 euros concedidos suponen un 12% del total de fondos disponibles (5 millones de euros).
La convocatoria, gestionada en la UPV por el Centro de Cooperación al Desarrollo (CCD), financia proyectos que impulsan, en países asociados, soluciones innovadoras ya desarrolladas y testadas con éxito a nivel piloto. El objetivo es aplicarlas y demostrar la posibilidad de replicarlas a mayor escala buscando un impacto positivo de relevancia en las condiciones de vida de grupos sociales desfavorecidos.
La meta final de los proyectos -que abordan problemas sociales, económicos, medioambientales y de la agenda de desarrollo de forma integrada, con un enfoque innovador, y yendo más allá del ámbito meramente tecnológico- es la promoción de un modelo de desarrollo humano sostenible, equitativo y respetuoso con los derechos humanos, la igualdad de género y el medioambiente, basado en el conocimiento, el incremento de la productividad, la competitividad y la cohesión social.
Se trata, en definitiva, de una convocatoria alineada con la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, propósitos por los que la UPV mantiene una apuesta firme desde el momento de su definición oficial.