La amenaza de las nuevas cepas, la ola de contagios tras las Navidades y el colapso de muchos hospitales nos están devolviendo, de nuevo, a los peores recuerdos del pasado año. Una pandemia, la de la Covid-19, que no cesa en su crudeza y que amenaza una vez más con el desabastecimiento de equipamiento básico con el que hacerle frente.
Esta misma semana se alertaba del aumento extraordinario de la demanda de mascarillas FFP2 y, ahora, también se buscan alternativas para evitar que escasee algo tan básico como las batas que protegen a médicos y enfermeras de todo el país.
En este contexto, hoy se ha dado a conocer la primera bata quirúrgica de fabricación puramente española. Se trata de un equipo de protección individual (EPI), con dos versiones -estándar y reforzada- con la que se protegen tanto sanitarios como pacientes de los riesgos de infecciones.
Fabricada por Cardiva bajo la marca Coverline, esta bata quirúrgica cumple con las exigencias del Reglamento (EU) 2016/425 para su uso básico. De tejido SMMMS con buena permeabilidad al aire, hidrófuga y flexible, esta bata presenta alta transpiración, resistencia y aceptable comodidad.
Todo en España
Tanto las batas como el resto del material de cobertura quirúrgica de un solo uso se elaboran en la planta de este grupo industrial en el Parque Tecnológico de Málaga, si bien el grupo también realiza procesos de fabricación en Shanghái.
Según defiende Cardiva en un comunicado, "es el único fabricante de material sanitario de ámbito nacional que desarrolla todo el proceso productivo, desde la compra de materias primas hasta el laminado, envasado y puesta en el mercado del producto terminado". Esto permite minimizar los riesgos ante posibles problemas de suministro, como los comentados al inicio del artículo.
El aumento de la demanda de materiales de un solo uso para proteger a los sanitarios durante la pandemia ha provocado un considerable aumento de la capacidad de producción de la compañía. En 2020, salieron de sus instalaciones de Málaga más de 7 millones de batas y en la actualidad el ritmo de producción es de entre 35.000 y 40.000 batas diarias.