Los mejores momentos de la izquierda en España se han dado cuando ha sido muy ambiciosa. Cuando ha tenido un objetivo de transformación dentro de la unidad. Lo fueron las primeras legislaturas de Felipe González con la meta puesta en lograr sanidad, seguridad social y educación universales.
Pero la izquierda ha perdido el poder o lo ha tenido que multicompartir cuando por falta de ideología y grandes objetivos comunes se ha desnortado en la división, al asumir como metas globales las de muchos diversos que reman cada uno en dirección contraria.
Sin entrar en temas políticos, como nunca hacemos en D+I, donde apostamos por la divulgación y el impulso de la disrupción y la innovación, esta semana el presidente del Gobierno ha anunciado un proyecto que puede ser de los primeros. De los que ambicionan una meta para la suma de todos. Esperemos que no se diluya elevando a la misma altura a quienes minan el gran patrimonio del español en el mundo dando alas a ese revisionismo histórico absurdo.
Porque el PERTE anunciado esta semana por Pedro Sánchez, el de la digitalización en español, puede ser la gran autopista por la que circulemos con prioridad en esta carrera global de la innovación. Y ahí encontrará grandes consensos porque, sin tanta ambición ni recursos, ya esbozó algo en esa dirección en 2015 el Gobierno de Mariano Rajoy con su Plan de las Tecnologías del Lenguaje.
La inteligencia artificial en español será uno de los seis PERTEs de los Next Generation, a la misma altura que el apoyo que se dará a los otros cinco pilares estratégicos: automoción, hidrógeno, aeroespacial, agricultura y sanidad.
¿Por qué la digitalización en español? En primer lugar, porque se están conformando dos grandes bloques de los asistentes virtuales: el anglosajón liderado por EEUU y el chino, por China. Y a día de hoy el español es el segundo idioma más hablado en el mundo, por detrás del chino. La gran mayoría de tecnológicas están haciendo los procesamientos de lenguaje natural en inglés o en chino y después los traducen al resto de idiomas, como bien explicaba el viernes el subdirector de D+I, Alberto Iglesias, en una pieza titulada 'Hacer que la inteligencia artificial piense en español...'
¿Qué consecuencias tiene esto? Que por el camino se pierde precisión en el lenguaje. Algo que puede acabar en pérdidas millonarias o incluso en vidas en un extremo, si tomamos como referencia lo que pueden decidir los asistentes virtuales del coche autónomo por ejemplo. Es decir, estamos ante un momento en el que muchos idiomas menores pueden ser sacados del ámbito laboral y verse mermados en el social con rapidez.
El Gobierno ya ha puesto 28 millones en su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. Y hay proyectos interesantes que les hemos contado aquí como los de la RAE o los de IBM y la Biblioteca Nacional.
Liderazgo en un momento singular
Será una apuesta que vaya al fondo tecnológico del problema, pero que emergerá por el turismo, la cultura, la industria, la comunicación,... Y en un momento muy especial en el que España es el único país que puede ejercerlo para 600 millones de habitantes del mundo. No sólo por el origen del idioma, sino por la lluvia de fondos de los Next Generation.
En este resumen semanal de lo mejor de Disruptores e Innovadores (D+I) se lo venimos contando con una cadencia constante. Sólo mirando a lo ocurrido esta semana tienen más confirmaciones del movimiento de bloques.
El miércoles, el Foro Económico Mundial hacía público que la mitad de las empresas más innovadoras están en Asia. El estudio indica que la industria manufacturera global se está quedando atrás en la adopción de tecnologías de esta cuarta revolución industrial. Y añade que el 70% de las empresas todavía están atrapadas en el "purgatorio piloto" y sólo un grupo selecto de fabricantes líderes pueden implementar la fabricación avanzada a escala.
De las 90 fábricas del mundo que de verdad están en la industria 4.0 plena, más del 50% están en Asia y sólo una de ellas en España, la de Henkel en Montornès del Vallès, Barcelona.
En paralelo, al día siguiente, el jueves, D+I les contaba cómo EEUU y la UE iniciaban en Pittsburgh una negociación para sellar una alianza en inteligencia artificial y chips ante la pujanza de China. El objetivo es fortalecer la inversión y abordar el desequilibrio de la oferta y la demanda en la industria de los semiconductores. Como telón de fondo en la Inteligencia Artificial estarán los límites humanistas que pone Europa y que en EEUU no se contemplan.
Leyendo esos movimientos tectónicos, se percibe una clara oportunidad para España. Máxime si a lo anterior unimos lo que le trasladaba el martes a Rosa Jiménez, la corresponsal de D+I en Miami, Carlos Santiso, director de Transformación Digital y Gobierno público del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). La entidad acaba de publicar un estudio donde se desgranan las claves para que los gobiernos de América Latina se sumen el futuro digital. Los más avanzados son Colombia y Uruguay, seguidos por Argentina, Brasil, Chile México y Perú.
Pero la parte más interesante para nosotros es el espíritu con el que la CAF quiere impulsar la inteligencia artificial: "es clave asegurar un uso ético y responsable". Apuestan por una "inteligencia artificial humanista", por lograr un "equilibrio entre innovación y regulación", en palabras de Santiso.
Es decir, Latam quiere seguir los pasos de Europa, frente al campo libre de China y EEUU. Y todo Latam, salvo Brasil, habla español. La lengua gramatical y la lengua de intereses confluyen como nos gustaría que lo hicieran las de la lava de nuestro volcán activo. La oportunidad para que España lidere la inteligencia artificial en español y que abra a las empresas de Latam un gran mercado como el europeo, que siga sus mismas reglas humanistas, es de esos momentos en la Historia que ocurren pocas veces. Aprovechémoslo.
El goteo de disrupciones
Por lo demás, para que tengan una visión global de la actualidad digital, quédense con este goteo constante de iniciativas que van dibujando el rápido avance de la era digital en todos los frentes.
Siguiendo con la entrada de ex deportistas en inversiones de este ámbito, Iker Casillas ha anunciado la creación de Sportboost, una aceleradora para el ámbito deportivo donde seguro que el ex portero de la Selección Española puede aportar la parte del know how en la cocreación. En alianza con LaLiga y ESIC, ya está trabajando con startups como Idoven, Kognia o Fly-Fut.
Rand es una fintech que va a irrumpir en Europa para fomentar el ahorro de los jóvenes combinando criptomonedas, acciones grupales y premios. Hablan su mismo lenguaje, que no es el de la banca, por eso vienen tras su éxito en EEUU.
En esa línea otro de los temas a seguir es la venta de arte a través de NFT (tokens no fungibles), sin que te timen. La startup Paradimia.io parte de una asesoría de arte y aspira a tener un marketplace y un fondo.
En el ámbito de las aceleradoras, la pública vasca Bind 4.0 ha captado 772 proyectos de 80 países para aplicar procesos de digitalización a 65 empresas de industria, energía, alimentación y salud. Mientras, CaixaBank, a través de la aceleradora Innsomnia ha seleccionado a 7 fintech, (GK8, Bsurance, Onyze, Aquantum, Taiger, Smartbiometrik e Inspiration-Q), entre más de 200 de 28 países. A través de sus proyectos se ve la apuesta del banco por los ODS, la ciberseguridad, la transformación del modelo operativo bancario a tiempo real, la relación con el cliente, la competitividad en un entorno de banca abierta y la adopción de una cultura corporativa alineada con la transformación tecnológica.
D+I estuvo en Oslo esta semana para conocer la apuesta del gobierno noruego por tener las mejores incubadoras de salud. Sus principales faros son Aleap y la iniciativa sin ánimo de lucro Norway Health Tech, que aglutinan a una red de más de 280 miembros en todo el país y prestan servicio a más de 50 startups en este momento. En la Oslo Innovation Week también vimos un gran posicionamiento del país por los paneles solares en el mar o por las baterías con nanomateriales.
Y en España, además de lo comentado, esta semana hemos conocido varias iniciativas a las que merece la pena destacar, para darles un apoyo especial por su valentía. Ahí van tres de las más curiosas. En el Campo de Cariñena se puede vivir en pueblos de apenas 50 habitantes que están tan digitalizados como las capitales.
En Villarcayo, un pueblo de Burgos que pierde mil habitantes en una década, su ayuntamiento lucha contra la despoblación con wifi de última generación y contenedores inteligentes.
Y de todo lo ocurrido en la semana, les reservo para el final quizás el que más contraste y disrupción genera. Colocar conexión a internet por satélite en los chozos, las cabañas de trashumancia que usan los pastores. El objetivo es controlar y mantener la ganadería extensiva en montes de Burgos y Palencia. La iniciativa parte de la Fundación Monte Mediterráneo de Huelva y trata de mantener el oficio de pastor y dignificar su vida para atraer jóvenes al oficio. No me digan que no es para darle un premio a quien pelea con ese tesón en lo más alto de unas montañas inhóspitas.
El talento y las iniciativas de este tipo son las que deben animar a impulsar grandes proyectos globales como la inteligencia artificial en español. Para poder no sólo tener asistentes virtuales más precisos, sino para exportar y compartir iniciativas que puedan interesar a habitantes de otras partes del mundo con quienes nos une un idioma en común. Quizás debe ser artificial la inteligencia que acabe con ese revisionismo inútil que nos quiere distanciar... ¿Y por qué no?
**Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux.