Hay acuerdo. Abengoa llegará a la Navidad sin impagar a sus 25.000 empleados y proveedores después de haber conseguido el dinero extra que necesitaba. El grupo sevillano ha firmado este jueves un préstamo por importe de 106 millones de euros con vencimiento el 17 de marzo de 2016. El contrato se ha firmado esta mañana, después de que anoche los bancos y la empresa no se pusiesen de acuerdo, según fuentes próximas a la reunión.
"El préstamo se destinará a atender necesidades corporativas generales. En garantía de este préstamo se han otorgado, entre otras, garantías reales sobre acciones de su participada Abengoa Yield", dijo la empresa en un comunicado a la CNMV. Un grupo de entidades financieras -entre ellas, sus principales acreedores como Santander o Caixabank- ha respaldado esta nueva financiación, que permitirá a Abengoa respirar por una cuantas semanas mientras sigue negociando su reestructuración.
El salvavidas de EEUU
Abengoa Yield (Yielco) se convierte en el salvavidas que mantiene a flote a la matriz, ya que sus acciones se usarán como aval para este crédito y también para mantener otra línea de financiación firmada en septiembre (por otros 125 millones). La filial de la empresa sevillana ha sido objetivo principal de los bancos acreedores de la empresa, ya que su valor es mucho mayor que la matriz. Yieldco vae unos 1.850 millones de dólares (1.700 millones de euros), por los 310 millones de Abengoa.
Sin embargo, la mayor parte de las acciones que todavía mantiene en esta empresa se encuentran pignoradas como aval de distintos créditos. La semana pasada, un grupo de inversores que tenían bonos convertibles por acciones de la firma, los ejecutaron y se hicieron con cerca del 4% de Yieldco. Abengoa vio rebajada su participación del 47% al 43% de las acciones, según los datos de la SEC. Ha sido el primer movimiento de calado de los acreedores sobre los activos de la compañía.
Pero hay más cargas ocultas sobre su filial estadounidense. El pasado 22 de octubre, Abengoa firmó un contrato de pignoración sobre 14 millones de acciones de Abengoa Yield con Talos Capital, que forma parte del fondo británico The Children Investment Fund. Con esta operación, la compañía obtuvo un préstamo 120 millones de dólares con vencimiento en 24 meses. La deuda bruta de la empresa ronda los 9.000 millones de euros y afronta vencimientos por 3.500 millones hasta 2021.
En busca de un plan viable
Una vez salvado el primer matchball de la empresa, Abengoa sigue negociando un plan de supervivencia que pasa por la refinanciación de su deuda de 9.000 millones de euros (más de 25.000 si tiene en cuenta la deuda asociada a sus proyectos de renovables), ampliar capital y vender activos sin que lo noten sus cuentas.
Para todo ello, Abengoa cuenta con el asesoramiento de dos equipos de colaboradores provenientes de Alvarez & Marsal, especializada en procesos de viabilidad de compañías de todo el mundo; y Lazard, más concentrada en las negociaciones con las entidades financieras y que también colaborará en el proceso de venta de activos no estratégicos. Por otro lado, KPMG es la auditora designada por los acreedores para dibujar el mapa de la deuda y las desinversiones de activos.