Han sido dos horas y media de reunión cordial y productiva. Así ha calificado el vicepresidente económico de la Generalitat, Oriol Junqueras, su encuentro con el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro. Sin embargo, el ‘talante’ del mandatario catalán en su visita a Madrid se ha cerrado con buenas palabras y promesas, pero sin un acuerdo en firme en los dos puntos clave para la Generalitat.
El talante ha dominado el primer encuentro entre los dos mandatarios, pero Junqueras se va de Madrid con buenas intenciones, pero sin un calendario para materializar las promesas. El primero era conseguir los 1.600 millones que le prometió el ministro de Economía, Luis de Guindos, para refinanciar deudas de corto plazo en deudas de largo.
Junqueras ha reconocido que la Generalitat está refinando ahora mismo sus préstamos de corto plazo cada tres meses, lo que muestra la dificultad de la región para tener acceso a la liquidez de la banca. “Hay acuerdo en firme de que algunos de los vencimientos de corto pasen a largo”, ha explicado Junqueras, aunque no ha detallado qué cantidad será la que acepte el Estado.
El segundo acuerdo clave para Junqueras era el de rebajar el tipo de interés que va a aplicar el Estado este año a los fondos del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica). El Gobierno ha marcado como tipo de interés el 0,863% para este año, lo que contrasta con el 0% que aplicaba en 2015.
Para Cataluña, la comunidad más endeudada, rebajar los tipos de interés es una prioridad para así rebajar al máximo posible la factura financiera. Junqueras ha explicado que Montoro no ha aceptado una rebaja en el tipo de interés, “aunque todavía hay espacio a la negociación”, ha matizado. En palabras de Junqueras: “Celebramos que el ministro comparta algunas cuestiones”, aunque la realidad es que todavía falta que Hacienda se comprometa fijando un calendario.
¿En qué hay acuerdo?
El único acuerdo en firme que Junqueras se lleva de Madrid es el que ya tenía antes de viajar a la capital de España: el de conseguir un adelanto de 350 millones de euros que el Estado adeuda a la región de la liquidación del presupuesto de 2014.
Aquí sí ha querido cargar contra el Gobierno, ya que este dinero que le debe el Estado a la autonomía “surge de un avance inadecuado de impuestos de Cataluña al Estado por un cálculo inadecuado en enero del 14”.
Junqueras también está realizando los cálculos de cuánto le deberá el Estado a la Generalitat por la liquidación de los presupuestos de 2015. “Serán algo más de 1.000 millones de euros, en torno a 1.090 millones”, ha remarcado el vicepresidente catalán.
El ‘rating’ artificial
Al mismo tiempo que Montoro y Junqueras se reunían en el Ministerio de Hacienda, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s anunciaba una rebaja del ‘rating’ de Cataluña, que queda más hundido en el ‘bono basura’. Junqueras ha quitado hierro a esta decisión, ya que, en su opinión, “la calificación de cualquier administración pública que no controla sus ingresos, es un rating de carácter absolutamente artificial”.
Para Junqueras, lo importante es que el Estado siga apoyando a la Generalitat en sus necesidades de financiación: “Estamos convencidos de que no tendremos problemas para acceder a la financiación”, ha asegurado.
Standard & Poor’s no lo tiene tan claro, ya que ve a Cataluña asfixiada por las deudas y que sólo los fondos del Estado permitirán repagar toda la deuda que le vence este año. Según los cálculos de la agencia de calificación, la Generalitat sólo tiene liquidez para cubrir el 40% de los vencimientos de este año, el resto, o bien lo pagará el Estado a través del FLA (lo que es seguro que cubrirá son los vencimientos de deuda de largo plazo) y las refinanciaciones que consiga con los bancos.
Por si fuera poco, el escenario de tensión con el Gobierno central complica más el futuro de Cataluña, lo que fue la puntilla para que S&P deteriorara su ‘rating’ en un escalón, desde el BB- hasta el B+ (ambos en situación de bonos basura o especulativo). Esta rebaja aleja todavía más a Cataluña del ‘grado de inversión’ y hunde a la región ya cuatro escalones en el ‘bono basura’.
La agencia de ‘rating’ alertó que “la gestión de las obligaciones de deuda a corto plazo de Cataluña demuestra mayores riesgos de los que habíamos considerado en nuestra evaluación”. Esto significa que “ahora tenemos una visión más negativa de la gestión del Gobierno regional de los riesgos relacionados con la deuda, en particular riesgos de refinanciación", explicó S&P en su informe. Si las relaciones con Madrid se enfrían todavía más, la agencia asegura que bajará más la calificación de la Generalitat “en uno o varios peldaños”.
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