Nuevo frente en la guerra de la Comisión Europea contra Google. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, tiene previsto presentar cargos este miércoles contra el gigante tecnológico estadounidense por su sistema operativo móvil Android, según informa la agencia Reuters. Bruselas ve ilegal que Google obligue por contrato a los fabricantes de móviles que usan Android a preinstalar algunas de sus aplicaciones en sus aparatos. Con esta estrategia, impide el desarrollo y la llegada al mercado de apps de sus rivales.
Es la segunda vez que Vestager envía un pliego de cargos a Google por abuso de posición dominante. El primero, que todavía no se ha resuelto, data de abril de 2015. En él, Bruselas acusó a la compañía de Internet de favorecer sistemáticamente, en los resultados de su buscador, a su servicio de comparación de precios (Google Shopping) frente a sus rivales.
De confirmarse estas acusaciones, el Ejecutivo comunitario podría imponer a Google multas de hasta el 10% de su volumen de negocios (es decir, de alrededor de 7.000 millones de dólares) por cada uno de los casos. El portavoz de Competencia ha eludido pronunciarse sobre el nuevo pliego de cargos.
La comisaria de Competencia ya dio pistas de su nueva ofensiva contra Google en un discurso pronunciado el lunes en Amsterdam, que ha sido difundido por su oficina. “Estamos examinando de cerca los contratos de Google con los fabricantes de móviles y los operadores que utilizan el sistema operativo Android”, dijo Vestager.
Google frena el éxito de nuevas apps
“Lo que nos preocupa es que, al exigir a los fabricantes y a los operadores que preinstalen una serie de apps de Google, en lugar de dejarles decidir cuáles quieren cargar, Google podría haber cortado uno de los principales caminos mediante los que las nuevas apps pueden llegar a los consumidores”, explica la política danesa para justificar su nuevo expediente.
El Ejecutivo comunitario investiga otras dos cuestiones en los contratos de Google con los fabricantes de móviles que podrían vulnerar las normas de la UE. En primer lugar, quiere averiguar si el gigante tecnológico les prohibe desarrollar versiones modificadas de Android. A Bruselas también le preocupa que Google esté intentando frenar a sus rivales vinculando los servicios de Android con otras de sus aplicaciones que no tienen nada que ver.
A la espera de que la decisión de Bruselas se haga pública, Google no ha querido reaccionar. “De momento no tenemos nada que decir”, ha dicho un portavoz a EL ESPAÑOL.
El anterior comisario de Competencia, Joaquín Almunia, abrió la primera investigación sobre Google en 2010 e intentó hasta en tres ocasiones alcanzar una solución negociada, que corrigiera el abuso de posición dominante sin necesidad de multas. Pero las concesiones ofrecidas por el gigante estadounidense fueron rechazadas por insuficientes por sus rivales y por países como Alemania y Francia.
Desde su llegada al cargo, Vestager ha decidido abandonar la vía de la negociación y ha adoptado una línea más dura contra el gigante tecnológico.