Ángel de la Fuente (Gijón, 1962) es el director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) desde el 1 de abril de 2014. Doctor en Economía por la Universidad de Pennsylvania, fue miembro titular del Instituto de Análisis Económico del CSIC en Barcelona, desde cuya tribuna discrepó abiertamente con los economistas que sustentaron con sus trabajos las tesis del "expolio" de Cataluña y del "España nos roba". Fruto de esa batalla intelectual, De la Fuente se convirtió en el mayor experto español en balanzas fiscales y ahora es uno de los más respetados especialistas en cuestiones relacionadas con financiación autonómica.
Esta semana, Fedea ha hecho pública un propuesta de De la Fuente para reformar la financiación autonómica, que él redactó para un seminario de la fundación Olof Palme, ligada al PSC. Su planteamiento incluye reducir de cuatro a dos los fondos de financiación y ceder a las comunidades la capacidad de decidir el tipo de IVA en un tramo del impuesto. La próxima semana Fedea hará publicas las conclusiones de ese seminario celebrado en S'Agaró.
La disparidad de recursos a disposición de las comunidades autónomas es enorme. Según su informe, el sistema atribuye 2.780 € por habitante ajustado (corregidos los efectos locales) de Cantabria y 2.021 € a uno de Valencia ¿Cómo un país obsesionado con la desigualdad puede tolerar estas diferencias?
Porque en las sucesivas renegociaciones del sistema de financiación siempre había una cláusula al final que decía “aquí nadie pierde”. Esa cláusula, además, se implementaba de una forma tal que no actuaba sólo en un momento determinado, sino que congelaba la distribución de forma que cuando alguien ganaba o perdía era por accidente no por diseño. Y luego están las comunidades forales que son un mundo aparte.
Con el sistema actual, Cantabria recibe 130, Madrid 98,6, pero las comunidades forales recibirían en torno a 200
Con el actual sistema, la financiación media por habitante es de 2.138 €. Si decimos que eso equivale a 100 sucede que tras el reparto Cantabria recibe 130, Madrid 98,6 y Valencia y Murcia 94,6. Si las comunidades forales se incluyeran en el trabajo, ¿en qué índice se encontrarían?
El régimen foral es un sistema distinto, pero estarían en torno a 200.
¿En qué consiste su propuesta? ¿Veo que hay dos fondos, un fondo principal al que llama Fondo Básico y otro que llama Fondo de Nivelación Vertical?
El Fondo Básico sería el actual Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales, eso no cambia mucho, excepto porque ahora hay una aportación del Estado que se sacaría de ahí. En el sistema actual hay tres fondos raros (de Suficiencia Global, de Competitividad y de Cooperación) que son una especie de lotería. La idea es eliminarlos y dedicar todo el dinero que el Estado aporte al sistema a un segundo Fondo de Nivelación Vertical que lo que haría es reducir todo lo que pueda la desigualdad entre comunidades que pueda quedar después de haber aplicado el primer fondo.
Entonces el Fondo Básico se formaría con los impuestos básicamente, con el IVA, el IRPF…
Bueno, aquí hay un cambio adicional. Ahora ese Fondo Básico se financia con un 75% de todos los impuestos autonómicos. La idea sería por un lado reducir la aportación a ese fondo de los tributos sobre los que las comunidades autónomas tienen un mayor control, es decir el IRPF, Sucesiones y demás, y por otro meter ahí directamente, sin que pase por las comunidades autónomas, toda la participación de éstas en el IVA y los impuestos especiales.
Dice “sin que pase por las comunidades autónomas”, ¿qué significa ese matiz?
Que en vez de ir a las comunidades autónomas para que éstas lo ingresen luego en el Fondo, va directamente al Fondo. El que pase por las comunidades autónomas genera más ruido que claridad.
No se pueden permitir agencias tributarias autonómicas, excepto para los impuestos cuya gestión se ha cedido
Por lo pronto genera agencias tributarias autónomas.
No. Esto lo va a recaudar la agencia tributaria estatal.
Cataluña ya está creando su agencia tributaria.
Ese es su problema. Eso no se puede permitir, excepto para los tributos cuya gestión le ha sido cedida por el Estado.
Bueno, volvamos a su propuesta donde los impuestos los recauda el Estado…
El IVA y especiales sí, como ya lo hace actualmente. Estos impuestos recaudan mucho dinero. Y son impuestos cuyos tipos las comunidades autónomas no pueden tocar, ni al alza ni a la baja. En la medida que sea posible, sería partidario de darles la posibilidad de subir o bajar tipos. El problema es que hay una restricción fuerte, que es que Bruselas nos exige que el tipo de IVA sea el mismo en toda España. Por lo tanto, se puede crear un tramo autonómico pero después debe haber un único tipo para todo el país. O sea que las comunidades tendrían que ponerse de acuerdo cuando quieren subir o bajar su tramo del IVA para conseguir más o menos recursos.
Permitirles subir o bajar el IVA les daría un instrumento potente de recaudación pero con un coste político
Usted propone que ese tramo del IVA las comunidades lo decidan de manera colegiada.
Sí, exacto. Sería la forma de darles un instrumento potente de recaudación. Las comunidades siempre dicen “a mí no me llega, tengo que ocuparme de la sanidad y la educación y no me llega”. Vale, pero lo que no puede ser es que sea el Estado el que ponga ese dinero adicional sin coste alguno. Eso es muy peligroso porque si te lo regala Madrid siempre tienes la tentación de pedir y gastar más. Para evitar eso, en vez de darles el dinero démosles un instrumento que permite que, si lo necesitan realmente, puedan obtenerlo, pero con un coste político: que sean ellas las que den la cara y que la gente sepa que si los impuestos suben es para ellas, para las comunidades autónomas, y no para el Gobierno central.
En el mismo documento usted puntualiza que, en el caso del IVA, una acción colegiada de las comunidades puede generar el problema de que algunas actuarían como polizones, es decir que se lavarían las manos respecto de la subida de impuestos pero disfrutarían del ingreso extra…
Ese es un problema y después hay otro problema legal que es que los impuestos hay que fijarlos por ley y no está claro cómo se haría eso si no hay una cámara legislativa donde estén las comunidades autónomas representadas, algo así como el Senado alemán. A lo mejor se puede hacer, pero habría que ver cuál puede ser la articulación legal. En cualquier caso, es una idea a la que merece la pena darle un par de vueltas.
Incluso aunque al final la potestad legal la ejerza el gobierno central, se podría llegar a un acuerdo informal por el cual el gobierno central sube o baja el tramo autonómico según las autonomías se lo pidan y donde quede claro que el dinero es para ellas y el impuesto se sube porque lo piden. Quizás baste con esto para conseguir la mayor parte del efecto buscado.
Los que diseñaron el actual sistema de financiación metieron la pata. Está técnicamente mal hecho
¿Y en cuanto al segundo fondo, el fondo vertical?
Bueno, el dinero que ahora el Estado lanza al aire a ver dónde cae, pues repartirlo con un criterio más sensato. Ese sería un fondo de nivelación entre comunidades autónomas.
Cuando dice que “lanza al aire” se refiere a los otros tres fondos que existen ahora mismo.
Sí, tienen un sistema de reparto poco sensato, con multitud de criterios, muchos contradictorios entre sí.
Con su planteamiento, las diferencias actuales entre comunidades, que llegan a ser de 30 puntos, se reducen a seis o siete. Y también se evita que la solidaridad sea un factor de penalización y que las que más aportan reciban menos recursos que las que menos. Por ejemplo, Extremadura recibiría 2.062 € y Madrid 2.211 € comparado con la situación actual donde Extremadura tiene 2.338 € frente a 2.102 € de Madrid. Esto mantendría la ordinalidad que reclaman Cataluña y ahora Madrid.
Sí, así se garantizaría que las comunidades se mantendrían en el escalafón de acuerdo con sus ingresos tributarios antes de aplicar los mecanismos de redistribución del sistema.
¿Cómo es posible que este sistema de financiación que se gestó en 2009 a la sombra del Estatut, que lo negoció un conseller catalán y que todo el mundo decía que era para contentar a Cataluña, haya terminado dejando a ésta entre las cuatro comunidades que se consideran infrafinanciadas o penalizadas?
Porque el sistema está mal hecho. Metieron la pata. Se hizo mal.
¿Se hizo mal o se aplicó mal?
No, se diseñó mal, técnicamente está mal hecho.
Le dije a Montoro que pensaba que el que no hubiera dinero para repartir era bueno, no malo.
He visto que se ha intentado corregir, con esos fondos de los que hemos hablado. Hay un fondo en el que Cataluña se lo lleva casi todo…
Sí, pero hay otros fondos donde son otros los que se lo llevan casi todo. Cada vez que alguien pasaba por la Moncloa se creaba un fondo o se añadía un criterio a un fondo… hasta que terminamos con algo que no tiene mucho sentido. Se hicieron chapuzas muy grandes. Una fue coger como año base un año que todavía no se había liquidado. Al final ese año base, que fue 2009, un año atípico donde los haya, distorsionó mucho las cosas. Y también hicieron una cosa muy rara, el primer año repartieron el Fondo de Competitividad con un criterio que era provisional y que después se cambió. Con el criterio provisional, los recursos para Cataluña y Madrid aumentaron mucho pero después, con el ordinario, volvieron a bajar. Está muy mal hecho.
¿Qué le pareció que no se reformara la financiación autonómica en 2013? Montoro dijo entonces que no había dinero repartir.
Sí, en su día yo le dije a Montoro que pensaba que el que no hubiera dinero para repartir era bueno, no malo.
¿Le parecía un buen punto de partida?
Sí porque si había dinero se lo hubieran dado a las comunidades autónomas y no soy partidario de regalarles nada porque sí. Soy partidario de darles instrumentos a las comunidades autónomas, pero no dinero sin contrapartidas.
Ahora el ministro en funciones se ha mostrado partidario de que se elaboren informes técnicos para preparar la futura reforma.
Bueno, ahora empieza a haber algo más de dinero. Si realmente eso era un obstáculo para el ministro, ahora es un obstáculo menos. Yo creo que están pensando en aprovechar estos meses de impasse político para avanzar en lo que se pueda. Eso me parece sensato.
La primera virtud de mi propuesta es que es sencilla y se puede explicar a la gente, no como lo que hay ahora
¿Qué le parece bueno de su planteamiento?
Creo que resuelve o al menos mitiga cuatro grandes problemas del sistema actual: Uno, es más sencillo, se puede explicar a la gente, no como lo que hay ahora. Dos, genera un reparto bastante más igualitario, no hay ese abanico de 30 puntos que existe ahora y que no tiene ningún sentido y, además, es menos arbitrario, al eliminar cambios de ordenación que no tienen mucho sentido. En tercer lugar, avanza en la línea de crear un mecanismo de equilibrio vertical que permita que las comunidades autónomas si necesitan más recursos los puedan tener. Finalmente, avanza también en la línea de hacerlas más responsables porque ellas están muy contentas de gastar, pero se resisten a pedir el dinero necesario a la gente. Hasta ahora el sistema les ha permitido con frecuencia no dar la cara y eso genera unos incentivos muy malos.
Pero, la presión fiscal en algunas comunidades está creciendo…
Sí, porque al final no les ha quedado otro remedio con una crisis de caballo, pero se han resistido como gato panza arriba.
El Constitucional acaba de anular el tributo nuclear en Cataluña. Esto genera críticas en las comunidades, de que así no hay forma…
Bueno, la norma es muy clara: si hay un impuesto estatal no puedes poner uno autonómico. Que no pisen donde no deben. Otra cosa es cuando no hay un impuesto estatal y se pone sólo para que las comunidades no puedan poner el suyo.
El objetivo del sistema de financiación no es que las comunidades autónomas se desarrollen, sino la igualdad de los servicios
Al acabar la II Guerra Mundial, Baviera era el land más pobre de Alemania. Ahora es el segundo más rico.
Cierto, pero eso no fue por el sistema de financiación, excepto en la medida en que cuando era un estado pobre el sistema alemán le dio más recursos que los que tenía originalmente, pero eso no garantiza nada. Nosotros llevamos 40 años nivelando a Andalucía y Extremadura y ambas siguen a la cola de la distribución de la renta
¿Podrían mejorar con un sistema mejor?
Ese no es el objetivo del sistema de financiación. Éste lo que hace básicamente es financiar los servicios públicos, aquí no está el dinero para el desarrollo que va por otra vía. Yo creo que los servicios públicos, los colegios y los hospitales, en cualquier país civilizado no pueden ser muy distintos entre una región y otra. Hay una cuestión de principios que está por encima de todo esto y es la igualdad de todos los ciudadanos españoles. Eso se tiene que traducir en colegios y hospitales parecidos y, por lo tanto, en una financiación igualitaria.
Las comunidades viven muy cómodas, como un crío de 15 años que está en casa y su padre le da la paga
¿Cuál es su opinión sobre el déficit de las comunidades autónomas?
El déficit es un problema distinto del de la financiación. Hay comunidades que dicen que tienen déficit porque están mal financiadas. Vamos a ver, usted hace tiempo que sabe que tiene tanto y eso no le exime de cumplir los límites de déficit y no vale como excusa. Pero sí hay un problema con el déficit que hay que arreglar de cara al futuro y que ha cristalizado en el FLA (Fondo de Liquidez Autonómica). En un momento de emergencia, el Estado se convirtió en prestamista de las comunidades autónomas y luego, por razones misteriosas para mí, dejó de cobrar intereses y se lo ha regalado. Y ahora tienes una situación en que las comunidades están muy cómodas porque, aunque esté prohibido tener déficit, la realidad es que si lo tienes el Estado te lo financia a interés cero. Bueno, pues oye, ¿qué interés tengo en matarme por cumplir?. Esto hay que desmontarlo y conseguir que las comunidades cumplan. Esto va en línea con el déficit de responsabilidad fiscal que he mencionado antes. Las comunidades viven muy cómodas como un crío de 15 años que está en casa y su padre le da la paga y cuando se le acaba pide más. Tienen que hacerse mayores.
Pues Montoro ha convertido el FLA en un mecanismo permanente.
El FLA es un mecanismo que hay que desmontar.
El FLA ha sido un factor sustitutivo para no aplicar la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Si no lo hizo este gobierno con una mayoría absoluta es difícil que lo haga uno que proceda de un parlamento fragmentado.
Ya, pero los economistas tenemos que decir lo que habría que hacer, no podemos asegurar que se nos vaya a hacer caso. Creo que está claro que el FLA, ahora, no es buena idea.
Intervenir una comunidad es un problema político. Yo hubiera empezado por un ayuntamiento, en su día, Jerez
¿Cree que alguna comunidad autónoma debería estar ya intervenida o en fase avanzada de castigo?
Seguramente sí, pero yo habría empezado con un ayuntamiento. Creo que es muy importante establecer el principio de que la amenaza que hay en la ley es real, que cuando incumples empiezan a pasar cosas desagradables. Pero seguramente habría sido mejor para todos demostrarlo en una unidad más pequeña y políticamente menos sensible que una comunidad autónoma. Yo siempre he dicho que en su día tenían que haber intervenido el ayuntamiento de Jerez.
Había comunidades infractoras del mismo signo político que el Gobierno…
Sí, pero aún así intervenir una comunidad autónoma es un problema político de primer orden, así que mejor es que no haga falta. Pero por otro lado tienes que convencerlas de que, llegado el caso, lo vas a hacer. Una señal potente, pero manejable, habría sido intervenir un ayuntamiento.
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