En público, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, descarta nuevos recortes y promete incluso rebajas adicionales de impuestos si gana las elecciones del 26 de junio. En su correspondencia privada, Rajoy ha garantizado al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que, si es necesario, aprobará nuevos ajustes durante la segunda mitad del año para garantizar el cumplimiento de las nuevas metas de déficit fijadas por Bruselas.
“Conscientes de la necesidad de salir del procedimiento de déficit excesivo cuanto antes, en la segunda mitad del año, una vez que haya un gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas, si se requieren, para cumplir con ese objetivo”, asegura Rajoy en su carta a Juncker, cuya existencia se conocía desde hace un par de semanas pero que no se había publicado hasta este lunes. “Mi Gobierno sigue plenamente comprometido con el cumplimiento de los objetivos fiscales y de las reglas comunes del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, resalta.
La misiva, fechada el 5 de mayo, tenía como objetivo frenar la multa de hasta 2.000 millones de euros que prepara Bruselas contra España por el desvío del déficit en 2015. En lugar del 4,2% exigido por la UE, el desfase presupuestario se disparó hasta el 5% del PIB. La presión de Rajoy ha surtido efecto. El Ejecutivo comunitario decidió la semana pasada aplazar hasta julio, después del 26-J, el debate sobre la sanción. El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha dicho en una entrevista a EL ESPAÑOL que el retraso “no es un regalo a Rajoy” sino que “se trata de respetar la democracia española”.
Margallo espera que no hagan falta más recortes
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, confía en que, si el 26-J gana el PP, continuará el “crecimiento sostenido” y no hará falta “hacer más recortes”. Pero ratifica que Rajoy está dispuesto a adoptar más medidas para garantizar el cumplimiento del déficit. “Si el Gobierno no lo formamos nosotros, es obvio que será el nuevo gobierno el que diga qué otras medidas. Si lo formamos nosotros, la declaración de intenciones y la manifestación de voluntad es clara”, ha dicho en Bruselas al ser preguntado por la carta a Juncker.
Sin nuevos ajustes, el déficit de España se situará en el 3,9% este año y en el 3,1% el año que viene, según los cálculos de la Comisión. Es decir, por encima de los nuevos objetivos del 3,7% y del 2,5% que acaba de fijar el Ejecutivo comunitario, lo que obligaría al nuevo Gobierno a aprobar los recortes extra que promete Rajoy en su carta. En su recomendación de la semana pasada, Bruselas pide a España un ajuste estructural de 8.000 millones de euros en los dos próximos años.
Los gobiernos regionales, los únicos culpables
En su misiva al presidente de la Comisión, Rajoy aporta tres argumentos para justificar el desvío del déficit el año pasado. La primera es la baja inflación, que “ha tenido un impacto negativo sobre las cuentas públicas y ha supuesto una dificultad añadida para lograr una consolidación fiscal más intensa”. También influyó la “ralentización del crecimiento mundial”.
Pero el propio presidente del Gobierno admite que el principal factor que alimentó el déficit en 2015 es que “ha sido un año marcado por el calendario electoral”. No obstante, sostiene que la política aplicada por la administración central “sí ha permitido al Estado mantener sus ingresos y cumplir con sus objetivos presupuestarios, compatibilizándolo además con rebajas de impuestos para apoyar la reactivación económica y la creación de empleo”. Y traslada toda la responsabilidad a las comunidades autónomas, donde “los cambios políticos llevaron a desvíos presupuestarios muy notables”.
No a la multa
Para Rajoy, la Comisión debe evaluar todas las medidas adoptadas por su Gobierno durante la legislatura, y no sólo el último año. España ha reducido el déficit desde el 9,3% en 2011 hasta el 5% en 2015. La economía española crece por encima del 3% y en el último año se han creado 600.000 puestos de trabajo. Este cambio ha sido posible, según el líder del PP, por las reformas de su Ejecutivo, de las cuales “la más relevante es la laboral de 2012”.
Si finalmente Bruselas multa a España, “se daría la paradoja de que un país que ha hecho un gran avance en múltiples ámbitos de la política económica (…) pudiera ser el primer país sancionado dentro del procedimiento de déficit excesivo”. “Y más en un año en el que redujo el déficit y su deuda pública, si bien, por debajo de lo acordado", señala el presidente del Gobierno en funciones.
“No sería un buen precedente que se penalizase de igual manera a aquellos países que reforma sus economías que a aquellos que no las hacen”, concluye Rajoy. De momento, su intercesión ha dado frutos. Los comisarios Moscovici y Valdis Dombrovskis estaban dispuestos a avanzar hacia la multa. Y fue Juncker el que en el último minuto paralizó el procedimiento al menos hasta julio, cuando ya haya un nuevo Gobierno.
Noticias relacionadas
- La subida del petróleo amenaza los planes económicos de Rajoy
- Sin ayudas a la banca, Rajoy redujo la mitad que Aznar
- Rajoy dice que el gobierno de Aznar redujo el déficit menos que el suyo: "Sí, se lo digo yo"
- Montoro: “No tiene sentido que nos multen por el déficit, estoy convencido de que no va a ser así”