El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, está convencido de que, este año sí, España cumplirá con sus compromisos. Que ya está bien de pasarse toda la legislatura fallando a la Comisión Europea. Sin embargo, la AIReF no lo ve tan claro. Después del cierre del primer trimestre, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal ha empezado a hacer una revisión trimestral de las cuentas públicas y en su primer informe cree que las probabilidades de que España vuelva a incumplir con su objetivo de déficit han subido al entorno del 60%. Este año, el objetivo está en el 3,6% del PIB, frente al 5,1% de déficit con el que cerró España el año 2015.
Para el organismo supervisor de las cuentas públicas sólo hay una posibilidad de que Montoro cumpla este año con sus compromisos, una sola esperanza, y está en las corporaciones locales (ayuntamientos, diputaciones y cabildos insulares). Fuentes de la AIReF indican que “el cumplimiento total de las administraciones públicas requiere que las posibles holguras del subsector de corporaciones locales, del 0,4% del PIB, sean suficientes para compensar la previsible desviación que se producirá en la Seguridad Social y los posibles riesgos de desviación que podrían producirse en la Administración Central y en las comunidades autónomas”.
La AIReF calcula que las corporaciones locales cerrarán el año con un superávit del 0,4% del PIB, cuando el objetivo que tienen marcado es cerrar el año en equilibrio. Este esfuerzo extra en ayuntamientos y diputaciones es la única esperanza de cumplir con Bruselas. Este superávit que estima la AIReF se produce porque hay un buen número de entidades que siguen aplicando la regla de gasto (que impide que sus gastos crezcan más rápido que el PIB potencial), lo que, unido al aumento de los ingresos por el ciclo económico, podría permitir este superávit.
El agujero de la Seguridad Social
La AIReF es muy clara con la Seguridad Social: “Hay un 99% de posibilidades de que no cumpla el objetivo de déficit” que está situado en el 1,1% del PIB. El agujero de la Seguridad Social no sólo dificultará cumplir con Bruselas, sino que además seguirá vaciando la ‘hucha de las pensiones’; según las estimaciones de la Autoridad, estará vacía del todo a finales de 2017 o principios de 2018.
El principal deterioro de este año se produce por la menor transferencia del Estado a través del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), situándose en torno al 13% del PIB. Los ingresos por cotizaciones tampoco avanzan al ritmo esperado por la baja calidad del trabajo que se crea, así, la afiliación aumenta a ritmos del 2,8% anual y las cotizaciones sólo un 1,9%. “Cumplir con el objetivo exigiría un crecimiento del 8,9% en el conjunto del año”, indica la AIReF, un escenario totalmente imposible. Además, los intereses de la inversión de los ahorros de la hucha de las pensiones (el Fondo de Reserva) se reducen un 33% precisamente porque se están vendiendo activos a medida que se necesitan recursos para pagar las pensiones. De este modo, la Seguridad Social tendrá este año en torno a 5.000 millones menos de lo que preveía el Ministerio de Hacienda, una desviación que impedirá cumplir con los planes de Montoro.
Hay un 99% de posibilidades de que no cumpla el objetivo de déficit
La Administración Central también tiene un serio riesgo de incumplir con el objetivo por el peor comportamiento de los ingresos, en especial del Impuesto de Sociedades. En los cuatro primeros meses del año, la recaudación por este tributo se ha contraído a la mitad respecto al año anterior. Una parte se debe a los pagos fraccionarios, pero otra parte a la caída de los tipos nominales (hasta el 25%) y al fin de la prohibición de desgravarse las pérdidas de otros años que ha acabado este ejercicio. Fuentes de la AIReF aseguran que ya ha pedido información al Ministerio de Hacienda para corroborar cuál es el motivo del desplome de la recaudación y así ajustar sus previsiones.
Este aumento de las “tensiones en los ingresos” pone en aviso a la Autoridad ante la posibilidad de que el Estado también se desvíe de su objetivo de cerrar el año con un déficit del 1,8% del PIB.
La ‘locura’ de las autonomías
Si el calendario político ya complica la corrección del déficit en el Estado, en las comunidades autónomas todavía es peor. Tanto que siete de las 14 regiones que tiene que fiscalizar la AIReF todavía no han remitido su Plan Económico Financiero. Sin embargo, con los datos disponibles, la Autoridad considera que las posibilidades de que incumplan su plan de cerrar el año con un déficit del 0,7% del PIB han subido hasta el entorno del 65%.
Algunas regiones no están aplicando el Acuerdo de No Disponibilidad (AND) que ha exigido Montoro, ya que la prórroga del déficit que concedió Bruselas permite que tengan ahora cuatro puntos de holgura. ¿Qué significa esto? Que antes tenían que cuadrar sus presupuestos para que su déficit no superara el 0,3% de su PIB y ahora pueden elevarlo hasta el 0,7% del PIB. Esto provoca que algunas autonomías hayan decidido reducir el ajuste, como es el caso de Andalucía, que antes preveía cerrar este año en el 0,4% y ahora se van a tomar todo el margen.
Por el contrario, otras comunidades que antes estaban muy lejos de cumplir, como son Madrid o Castilla y León, ahora están cerca y, por tanto, están dispuestas a hacer el esfuerzo para conseguirlo. Así, estas dos regiones intentarán cerrar el año en el 0,7% marcado y no en el 0,8% de déficit que tenían presupuestado.
El resultado es una evolución caótica por autonomías que, en parte, responde a la desigualdad en la financiación de las comunidades autónomas. Por ejemplo, sólo con el primer trimestre cerrado, la AIReF ya da un 100% de probabilidades a que Murcia y la Comunidad Valenciana incumplan el objetivo y Cataluña, Aragón y Extremadura, tienen en torno a un 80% de posibilidades de no cumplir.