Berlín trata de disipar pesimismo coyuntural pese a rebajar perspectivas 2020
Berlín, 17 oct (EFECOM).- El Gobierno alemán trató hoy de disipar el pesimismo desatado por los indicadores de un debilitamiento económico, y apostó por revisar moderadamente a la baja sus pronósticos de crecimiento para 2020, apuntalado en la esperanza de un "brexit" ordenado.
"La larga etapa de incertidumbre en torno al "brexit" se aproxima a su fin", afirmó el ministro de Economía, Peter Altmaier, al presentar las nuevas estimaciones de su equipo para 2019 y 2020.
Persiste el lastre de las tensiones comerciales globales sobre las exportaciones alemanas, pero hay signos de distensión, y se mantiene el consumo interno. "No hay amenaza de crisis coyuntural", aseveró el ministro.
Los pronósticos del Gobierno mantienen el cálculo del 0,5 % de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para el presente año; para 2020 se optó por una revisión a la baja de medio punto respecto a los cálculos de abril, hasta dejarlo ahora en el 1 %.
Estas nuevas estimaciones se enmarcan en lo que Altmaier calificó de un "optimismo moderado y realista", pese a la contracción del PIB registrada en el segundo trimestre del año y aunque teóricamente en el siguiente periodo se podría entrar en recesión.
"Hablamos de recesión técnica cuando hay dos trimestres consecutivos en negativo. Y eso no se ha dado", zanjó el titular de Economía, ante reiteradas preguntas sobre ese peligro.
Su comparecencia ante los medios tuvo lugar casi en paralelo al anuncio en Bruselas de un acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea (UE) y los cálculos no pueden basarse sobre la hipótesis de que se logrará ese "brexit" ordenado, puesto que está supeditado al voto del Parlamento británico, admitió.
Pero hay "razones" para ese "optimismo moderado y realista", insistió, tanto en lo que respecta a la economía alemana como a que se evitará una salida caótica del Reino Unido y, con ello, las "peores turbulencias" en los mercados que se derivarían.
Asimismo se ha disipado o al menos no ha escalado la temida guerra comercial entre Estados Unidos y China, consideró, ya que ambos gigantes económicos han lanzado "señales" de distensión.
Y, puestos a buscar factores positivos, está el hecho de que el próximo año hay en el calendario laboral alemán menos festivos entre semana que en el presente, lo que, según sus estimaciones, revertirá en el PIB.
Calcula así el Ministerio de Economía que las exportaciones recuperarán terreno. Si en 2018 crecieron un 2,1 %, este año se espera que queden al 1 %, para subir el próximo año al 2 % El índice de precios al consumo, del 1,8 % en 2018, bajará este año al 1,5 %, pero se situará en 2020 en el 1,6 %.
El crecimiento del PIB estimado para 2019 coincide con el pronosticado por los principales institutos económicos de Alemania, que hace unos días revisaron sus previsiones para el presente ejercicio hasta dejarlo en el 0,5 % frente al 0,8 % que calcularon en abril.
Esos institutos situaron asimismo la previsión de crecimiento para 2020 en el 1,1 %, mientras que en sus estimaciones de primavera la habían situado en el 1,8 %.
Las revisiones de los expertos y, ahora, del Gobierno siguen a las alarmas desatadas por los síntomas de debilitamiento de la economía alemana, atribuidos principalmente a la caída de las exportaciones.
El PIB alemán se contrajo en el segundo trimestre del año en un 0,1 %, según las cifras difundidas el pasado agosto por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que corroboraban los peores augurios de expertos y analistas.
Era el segundo trimestre -no consecutivo, en apenas doce meses en el que Alemania decrecía; en el tercer trimestre del año pasado se registró una contracción del 0,2 %.
El año se cerró en tablas, mientras que entre enero y marzo se registró un crecimiento del 0,4 %.
"Fue una contracción muy baja", consideró Altmaier, en relación al saldo negativo del segundo trimestre del año. Se perfila una reactivación -aunque moderada y tal vez a ritmo lento, admitió- del comercio internacional.
De este alivio global cabe esperar la ansiada recuperación de las exportaciones alemanas, tradicional motor de la economía alemana.