La suspensión de ferias, romerías y verbenas ha dejado un agujero económico con difícil solución. Mientras las administraciones trataban de reducir la expansión del coronavirus, cientos de sectores cerraban sus negocios sin fecha de vuelta. Pese a que algunos han podido (a duras penas) reabrir, hay uno en especial que no ve la luz al final del túnel: la moda flamenca.
Afincada en Andalucía, la industria se califica como una cadena: desde el diseño y confección de trajes de flamenca, a complementos, empresas de telas y baile o peluquería y maquillaje. Con un fuerte arraigo familiar con negocios que pasan de padres a hijos, el tejido está compuesto mayoritariamente por pymes y facturan cerca de 600 millones de euros anualmente.
La poca esperanza que tenía el sector ha sido arrastrada por la segunda ola de la pandemia, que aleja la posibilidad de retomar las tradicionales fiestas. “Estamos parados desde marzo”, explica a Invertia el empresario Javier García, uno de los promotores del movimiento ‘#LunarOFF’. La iniciativa busca dar visibilidad a su crítica situación.
“Al final del verano, los más de 600 empresarios teníamos la ilusión de que se pudieran retomar las celebraciones, pero cada vez hay más voces que vaticinan lo contrario”, lamenta García. Y lo peor serían las consecuencias: avisan de la desaparición del sector. “Otros 12 meses sin trabajar sería un infierno. Es muy difícil sobrevivir y buscar un plan B”, añade el representante de la iniciativa.
La industria hizo una peculiar puesta en escena para mostrar su estado crítico el pasado 22 de octubre. En riguroso luto, un ejército de flamencas se manifestó en silencio por la Avenida de la Constitución de Sevilla hasta el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Respetando todas las medidas sanitarias, advertían con una pancarta su panorama: “La moda flamenca se apaga”.
Sostener las empresas
Las vías que ve el sector son poco esperanzadoras: “hacer un ERE, desaparecer o dedicarnos a otra cosa”. Desde el movimiento ‘#LunarOFF’ admiten que las administraciones se han interesado por su situación tras la protesta. Por ello, les han reclamado ayudas específicas para el sector, que no estén ligadas a la promoción y sí a la sostenibilidad de las empresas.
Además, con la vista puesta ya en la cancelación de ferias y romerías, desde la industria flamenca reclaman ayudas y reducciones fiscales. Todo ello, según han aclarado desde '#LunarOFF' a Invertia, mientras dure “este paro obligado” y vuelvan las primeras ferias y romerías.
Con la caída de la industria, los empresarios temen que sus consecuencias lleguen a la cultura andaluza. Han solicitado también que la moda flamenca se integre al flamenco como Patrimonio de la Humanidad y que su actividad se reconozca como cultura. “Tenemos que luchar por un IVA cultural al igual que otros oficios artesanos”, reivindican.
Los propulsores recalcan que con su iniciativa no buscan la celebración de ferias y romerías. “La salud es lo primero, pero queremos soluciones en el caso de que no las hubiera”, suplican. El contador parte ahora de cero a la espera de un milagro. “La Covid-19 podría llevarse por delante el sector económico y cultural más andaluz”, temen mientras lanzan un ‘S.O.S’.