La ministra de Industria, Reyes Maroto, junto a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, junto a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño. Archivo

Economía

La agenda europea y el atasco de los PERTE agitan el relevo de Reyes Maroto en Industria

El Gobierno refuerza con comisionados la gestión de los PERTES, con mayor control de Calviñño y Artigas como posible ministra.

30 enero, 2023 02:05

En el Ministerio de Industria está ocurriendo en los últimos meses algo que no es nada habitual: se han producido relevos y cambios profundos en los segundos y terceros escalones, pese a que desde noviembre se sabe que Reyes Maroto saldrá del Gobierno.

No se ha esperado a que Maroto se marche para dedicarse sólo a su candidatura al Ayuntamiento de Madrid, sino que se han precipitado los cambios antes de que llegue un sustituto o sustituta que nombre su propio equipo. Y eso que la salida de Maroto del Ministerio, prevista extraoficialmente para marzo, podría acelerarse y producirse en febrero.

En el Gobierno se habla de la asunción de esas competencias por Nadia Calviño, la sustitución por alguien del equipo de la vicepresidenta primera o el nombrmaiento de alguien del equipo de Maroro. Todo para asegurar la continuidad y el control.

La explicación, según fuentes del Gobierno, está en que este Ministerio se ha convertido en clave para los próximos meses, porque debe gestionar más de 10.000 millones de euros procedentes de los fondos europeos y porque debe tener un papel fundamental en la Presidencia europea que se inicia el 1 de julio.

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Por eso, se da por hecho que los cambios que se realizan desde diciembre en el Ministerio han sido planificados teniendo en cuenta que quien asuma la cartera de Industria deberá mantener en sus cargos a los recién nombrados ahora.

Es decir, se trata de una novedosa transición lenta, pilotada desde Moncloa, en la que se empieza por los segundos y terceros escalones, se continúa por el relevo efectivo de Maroto nombrando ministro a alguien que conozca la gestión de los fondos europeos, y se continúa con una reestructuración del Departamento.

Porque a todo ello hay que añadir el contexto de una cierta preocupación en la Moncloa por el retraso en la puesta en marcha de algunos de los PERTE que dependen de Industria.

El Ejecutivo ha dado luz verde a 12 PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica), para los que se han destinado algo más de 32.000 millones, de los que se han movilizado ya 12.339 millones.

Desde su puesta en marcha, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que debe ejecutar los 160.000 millones de euros procedentes de los fondos europeos es objeto de crítica por parte de partidos políticos, comunidades autónomas y organizaciones empresariales. Un malestar que lejos de desaparecer va en aumento y que, presumiblemente, irá a más en los próximos meses.

La principal crítica radica en la lentitud con la que se están ejecutando los fondos y la complejidad que tienen las empresas a la hora de presentarse a las convocatorias. Por ejemplo, se busca un plan B para el PERTE del Vehículo Eléctrico Conectado (VEC), que ha sufrido parones y sobresaltos, y lo tendrá que elaborar el nuevo secretario general de Industria, Francisco Blanco, recién incorporado a su cargo. Se trata, por un lado, de lograr que Bruselas acepte flexibilizar los plazos hasta finales de 2025 y eliminar trabas comunitarias a ayudas directas.

Problema de estructura

Fuentes del Gobierno admiten que dada la estructura del Ministerio de Industria y el número y preparación de los funcionarios se han visto desbordados por la gestión de los fondos y los PERTE. La estructura ha crujido.

Una parte se ha hecho hasta ahora con colaboración de grandes consultoras, pero esa opción ha creado algunos problemas. Recientemente, llegaron 18 nuevos funcionarios a Industria y el Consejo de Ministros ha empezado a nombrar comisionados -conocidos como "pertesman"- que se hagan responsables de cada uno de estos proyectos.

Por ejemplo, el pasado 17 de enero, el Consejo de Ministros nombró a José María López Martínez como comisionado para el PERTE VEC. “El objetivo de este nombramiento es reforzar el despliegue de este Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica”, según la propia referencia del Consejo de Ministros.

Serán altos funcionarios técnicos, que podrán tener una estructura de personal en función de la importancia de cada uno de los PERTE. Uno de los trabajos encomendados es el de negociar con las empresas los proyectos y controlar su aplicación y desarrollo.

Durante el mes de diciembre han salido del Ministerio de Industria Fernando Valdés (secretario de Estado de Turismo), Raúl Blanco (secretario general de Industria) y Galo Gutiérrez (director general de Industria), todos ellos relacionados con los PERTE. Según el Gobierno, estas salidas estaban previstas desde el verano, pero no se ha querido aplazarlas hasta la incorporación del nuevo ministro.

Fuentes de Moncloa aseguran que hay un especial interés de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, por asegurar el funcionamiento y el control del Ministerio de Industria. Tanto, que una de las opciones que contemplan miembros del Gobierno es que la vicepresidenta asuma este Departamento dentro del suyo, tal y como ha ocurrido con otros gobiernos.

El problema de esta opción es que es difícil por temas de agenda. Por ejemplo, desde el mes de julio, el nuevo titular de Industria deberá acudir a citas del G-20 y, sobre todo, deberá participar en los actos y reuniones de la Presidencia europea de turno, que, en este caso, se concretan al menos en ocho, incluyendo uno sobre turismo, dos de comercio y dos de industria. Además, la responsable de Industria acompaña al presidente del Gobierno en múltiples viajes como responsable de comercio.

Cumplir esa agenda y hacerla compatible con el papel tan relevante que tendrá Calviño en la Presidencia europea hace difícil esa elección.

Nombres

Otra opción que se baraja en el Gobierno es la de Manuel de la Rocha, que es secretario general del Departamento de Asuntos Económicos y G20 en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España.

Es uno de los colaboradores más cercanos de Pedro Sánchez y, por tanto, tiene toda su confianza. Su problema para ser ministro es que el presidente del Gobierno necesitará para los próximos meses que el “jefe de los sherpas” de Moncloa incremente su actividad para lograr el éxito de la Presidencia europea.

Por ejemplo, Sánchez quiere que durante ese periodo se avance o cierre el nuevo modelo de precios de la energía, y para eso necesita al equipo de negociadores habituales que encabeza De la Rocha. También para lograr la flexibilidad de Bruselas sobre los fondos y la puesta en marcha de los PERTE.

Todo ello hace que otra de las opciones que se baraja en el Gobierno es que Sánchez se incline por alguien que ya está trabajando en los PERTE y, especialmente, alguien próximo a Calviño.

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Por ejemplo, uno de los nombres que más suena es el de Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, que depende directamente de Calviño.

Artigas ha logrado que el Parlamento apruebe la ley de startups y encabeza alguno de los PERTE. Es decir, está familiarizada con la gestión de los PERTE y los fondos europeos y, además, es una de las personas de confianza de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. Es, por tanto, la apuesta de Calviño, según fuentes del Gobierno.

El relevo de Maroto para ser candidata al Ayuntamiento de Madrid irá acompañado del de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que lo será cabeza de lista en Las Palmas.