El Gobierno lanza ayudas por la sequía para 140.000 agricultores, mientras el campo exige flexibilizar la PAC

Con el campo tomando las principales carreteras de nuestro país, el Gobierno anuncia este martes un nuevo paquete de ayudas extraordinarias para paliar los efectos de la sequía. Son 269 millones de euros de los que se beneficiarán hasta 140.000 agricultores, según los cálculos del Gobierno.

La ayuda será para agricultores de herbáceos, tomate para industria y arroz, especialmente perjudicados por la falta de agua del pasado año. De hecho, se renunció en la última campaña a cultivar arroz en el Bajo Guadalquivir, de donde sale el 40% del grano nacional.

Los 269 millones están financiados con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, apunta el Ministerio, que recuerda que estas ayudas por sequía fueron establecidas en un decreto-ley en mayo del año pasado.

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También insiste en que en los últimos dos ejercicios ha movilizado cerca de 4.000 millones de euros para agricultores y ganaderos, de los que 1.380 millones de euros han sido ayudas directas extraordinarias.

La publicación del listado de los beneficiados coincide con la gran tractorada que este martes está tomando carreteras en diez comunidades autónomas con una exigencia bien diferente: flexibilizar la Política Agraria Común (PAC).

Apuntan desde el campo que la nueva PAC, que lleva un año en vigor, ha introducido nuevos requisitos, muchos de ellos medioambientales, que han multiplicado los trámites que deben hacer para poder recibir la asignación. 

Von der Leyen trata de aplacar la ira

Una mayor "burocracia" que les "asfixia". Es una crítica común en toda la agricultura europea, y es la razón que ha motivado las protestas que recorren desde hace días varios países, como Francia, Alemania, Italia, Grecia e incluso Portugal, y que llegaron la semana pasada a la puerta de las instituciones europeas.

Desde allí ha llegado hoy un gesto para aplacar esa ira. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que pedirá que se retire la propuesta para reducir a la mitad el uso de pesticidas en la UE porque cree que se ha convertido en un "símbolo de polarización".