Las posibilidades de que sea Torres quien ocupe el puesto se disparan, en tanto que el nombre de Montserrat Martínez Parera, actual vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), suena con fuerza para el puesto de subgobernadora. Es precisamente la amistad entre los dos la que allana el camino. También los buenos contactos en el PSOE con los que cuenta el economista.

Asimismo, la plantilla del organismo da por hechas las salidas de Ángel Gavilán y Ángel Estrada, directores generales de Economía y Estadística, por un lado, y Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, por otro. En el caso de Olano, su mandato al frente de la Dirección General de Supervisión se ha caracterizado por la contundencia y claridad en sus afirmaciones sobre la banca.

El puesto de director general de Supervisión es uno de los más importantes dentro del Banco de España. Si bien mediáticamente trascienden más los informes sobre la política económica del Gobierno, lo cierto es que la principal función del organismo es la de supervisar a la banca y el sistema financiero español.

La directora o director general de Supervisión vigila la solvencia y liquidez de los bancos, así como el cumplimiento de las normas de gobernanza. En su labor de supervisión también entran los accionistas, administradores y gestores de las entidades. Su departamento se encarga también de la elaboración de proyectos de normas de contabilidad de las entidades de crédito. Asimismo, vigila la ciberresiliencia del sector, en aras de que tras un ataque pueda recuperarse la normalidad lo más rápido posible.

Pérdida de independencia

Xavier Torres ya forma parte de la Dirección General de Supervisión. Desde 2022 ejerce como director del Departamento de Coordinación del MUS y Estrategia Supervisora. Es decir, que hasta el momento se encontraba bajo las órdenes de Olano, a quien posiblemente sustituya.

La cercanía con MAFO, que lo "colocó a dedo" durante su etapa como gobernador, así como los "buenos contactos socialistas", es lo que hace saltar las alarmas de buena parte de la plantilla, que ve cómo la reputación del Banco de España puede quedar en entredicho. Algo que preocupa todavía más después de haber conseguido mejorar su imagen durante el mandato de Pablo Hernández de Cos.