No solo de la despedida de Mario Draghi de la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) viven los bancos centrales. Este miércoles, la Reserva Federal (Fed) culminará su penúltima reunión de política monetaria del año. Y no se trata de una cita cualquiera con la entidad presidida por Jerome Powell. Primero, porque vuelven a esperarse movimientos; y segundo, porque viene cargada de incógnitas. Principalmente cuatro.
1. ¿Bajará otra vez los tipos de interés?
Parece la pregunta más clara de todas. Sí, los volverá a bajar. El mercado, al menos, así lo descuenta, puesto que otorga una probabilidad del 96% a que el banco central de EEUU reduzca los tipos en un cuarto de punto, hasta el 1,50-1,75%.
Si confirma estas previsiones, Powell ejecutará el tercer tijeretazo consecutivo a los tipos en un un año que la Fed comenzó con la intención de elevarlos en dos ocasiones y después de que en julio, cuando los recortó por primera vez, definiera esa decisión como "un ajuste de mitad de ciclo" y no como el inicio de una secuencia de bajadas de los intereses. La incertidumbre económica y el deterioro de la actividad empresarial en EEUU son las principales causas que figuran tras el cambio de ritmo de la Fed, sin olvidar la influencia de las constantes presiones del presidente de EEUU, Donald Trump, para que la entidad abaratara el precio del dinero.
2. ¿Los reducirá de nuevo en diciembre?
Esta incógnita sí viene envuelta de más dudas. Es más, el mercado solo concede una probabilidad del 18% a que los tipos concluyan 2019 en el 1,25-1,50%, con lo que por ahora no recoge un recorte adicional en la cita de los días 10 y 11 de diciembre.
Las últimas medidas de la Fed aún no han saciado la 'sed' del mercado. Incluso ha tenido que bombear más dinero para atender la mayor demanda de financiación a corto plazo registrada en las últimas jornadas
Como el mercado da por hecho la reducción de octubre, buena parte de la atención se centrará este miércoles en este apartado, en las pistas que la Fed y Powell aporten sobre las auténticas posibilidades de volver a bajar los intereses en diciembre. En caso de que diera este paso, anularía en un solo año las cuatro subidas de los tipos que disparó en 2018.
3. ¿Cuánta división mostrará el Comité?
El Comité Federal del Mercado Abierto (CFMA), el órgano de la Fed encargado de definir la política monetaria en EEUU, se ha agrietado en las últimas reuniones, en las que las decisiones no se han adoptado por unanimidad.
El último precedente, el de mediados de septiembre, mostró esta fractura bien a las claras. En esta cita, el Comité redujo los tipos un cuarto de punto, hasta el 1,75-2%, y lo hizo con tres disidencias. James Bullard, una de las voces más influyentes de la Fed para los mercados, votó contra la rebaja decidida porque hubiera preferido un descenso mayor, de medio punto porcentual, hasta el 1,50-1,75%. Por el contrario, dos miembros, Esther George y Eric Rosengren, se opusieron a la bajada porque hubieran preferido que la Fed no recortara los intereses.
La reunión de octubre incluye también la incógnita de hasta qué punto el Comité seguirá dividido o unido, una información valiosa para el mercado y los agentes económicos para calibrar en qué medida la Fed transmite la impresión de saber lo que está haciendo y la determinación con la que está actuando.
4. ¿Qué pasa en el mercado monetario?
Lo que comenzó a mediados de septiembre como un fenómeno puntual, va camino de convertirse en un 'Expediente X', con hechuras de problema grave, conforme la situación, lejos de remitir, incluso se agrava. Se trata de las tensiones surgidas en el mercado monetario estadounidense, al que la Fed tiene que abastecer de dólares porque las entidades no encuentran en él toda la financiación que necesitan para su día a día.
Tras inyectar más de un billón de dólares en operaciones especiales para lubricar el mercado de repos, en el que las entidades se financian para su operativa diaria a cambio de garantías y un tipo de interés, entre mediados de septiembre y comienzos de octubre, la Fed decidió el 11 de octubre que no había tiempo que perder y lanzó nuevas medidas para reforzar la liquidez a corto plazo sin esperar siquiera a la reunión de esta semana. Por un lado, anunció que cada mes inyectará 60.000 millones de dólares mediante la compra de letras del Tesoro; y por otro, seguirá realizando operaciones de financiación a corto plazo.
La Fed inició las compras a mediados de octubre y su balance, adelgazado en agosto hasta los 3,76 billones de dólares, se acerca de nuevo a los 4 billones. Ahora bien, estas maniobras todavía no han saciado la 'sed' del mercado. Es más, la semana pasada, y ante el aumento de la demanda, la Fed de Nueva York, el brazo encargado de llevar a cabo las inyecciones en el mercado, se vio obligada a ampliar el volumen de las operaciones de financiación a un día de los 75.000 a los 120.000 millones de dólares y el de las operaciones a 14 días, de los 35.0000 a los 45.000 millones.
Esta problemática acaparará igualmente parte de las preguntas a las que Powell se enfrentará desde las 19:30 horas -hora española-. Porque la Fed ya está en 'modo crisis', reduciendo los tipos y ampliando el balance. Y el mercado buscará nuevas pistas sobre cuánto más bajarán los tipos primeros y cuánto más crecerá el segundo.