El aluvión de trabajo ha desbordado al Servicio de Empleo Estatal (SEPE). El alud de expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) de marzo sumado a los miles de despidos provocados por la situación económica causada por el coronavirus han provocado tal nivel de saturación en algunas oficinas que un número indeterminado de receptores no cobrará las prestaciones de desempleo que les correspondería recibir este 10 de abril hasta mayo.
Así lo ha podido saber Invertia por varios afectados tanto por despidos individuales a principios de marzo como por ERTE en diversos puntos de la geografía española. Sus oficinas de empleo se pusieron en contacto con ellos para hacerles saber que no cobrarían la correspondiente prestación de desempleo hasta el 10 de mayo, cuando recibirán lo que se les tendría que haber abonado este 10 de abril más la ‘nomina’ que les toque.
La situación de las oficinas de empleo se está replicando tanto en regiones en las que los datos de desempleo y ERTE han sido más limitados, como Guipúzcoa, como en otras en las que el impacto ha sido más importante, como Madrid. Del mismo modo, los afectados por este retraso son tanto nuevos parados como implicados en un ERTE.
Para entender las causas de este fenómeno se puede tomar como ejemplo un ERTE de una gran empresa que ha afectado a miles de empleados y se ha activado en marzo del que ha tenido conocimiento este medio. Este caso indica que los trabajadores implicados, todos de la misma empresa y afectados por el mismo ERTE cuyos trámites se realizaron el mismo día, comenzarán cobrar el la prestación de desempleo unos el día 10 de abril y otros el 10 de mayo, aunque en este segundo caso se les pagará también lo correspondiente al mes anterior.
La razón de este desajuste radica en el nivel de colapso de las oficinas de empleo asignadas a uno y a otro empleado. Hasta que la oficina de empleo no culmina este proceso, que es totalmente telemático, el trabajador no puede ser dado de alta y no puede recibir la correspondiente prestación.
Cabe recordar que, hasta el 3 de abril, se presentaron unos 420.000 ERTE que han afectado a dos millones y medio de trabajadores, según los datos proporcionados por Unión General de Trabajadores (UGT). Bajo su punto de vista, es “lógico” que haya oficinas desbordadas, aunque en el sindicato no tiene notificación alguna de esta situación.
En cambio, en Comisiones Obreras (CCOO) sí que la hay. Aseguran a Invertia que les consta la situación y que están "encima del SEPE intentando que la agilicen al máximo pero la avalancha es tal que llegan hasta donde llegan".
Este aluvión de ERTE y gestión de expedientes de desempleo comenzó pasados mediados de marzo. Los recursos de estas oficinas del SEPE, a pesar de que se han ampliado con 1.000 puestos más, son limitados. Y a la cantidad de trabajo hay que sumar que la reducción de movilidad decretada por el estado de alarma llevó a cambiar los procesos presenciales por telemáticos, lo que generó un parón en las tramitaciones en los primeros días.
Saturación
Desde el Ministerio de Trabajo admiten que “hay saturación, es normal dada la situación que tenemos, pero se están atendiendo todos los casos” y no dan cifra de oficinas afectadas por esta situación.
En este sentido, y ahora que el SEPE funciona a todo tren, indican que se han llegado a reconocer casi 100.000 prestaciones en 48 horas y se han atendido “en los últimos días casi 200.000 llamadas”.
Además, aseguran que están trabajando en fórmulas que permitan “paliar posibles retrasos” como los comentados. Sin embargo, entre ellas no estarán los adelantos pactados por Trabajo con las entidades bancarias la semana pasada.
Y es que el primer paso para que un banco adelante la prestación lo tiene que dar el propio SEPE. Así lo indican fuentes del sector, que señalan que las entidades no pueden dar un paso si el SEPE no notifica que una cuenta bancaria es receptora de una prestación.
El proceso está totalmente informatizado y no es posible notificarlo de otra manera que no sea la telemática, y siempre a través del propio, y desbordado, SEPE.