“Ceno con mi familia todos los días; la conciliación debe ser posible”. Esta frase de Mariano Rajoy en una entrevista en Faro de Vigo ha levantado la polémica en España. El presidente señala que lo consigue “porque me ordeno bien”. La mayoría de trabajadores puede cenar con su familia, pero para un porcentaje elevado, es imposible. La conciliación es un problema en España, pero en contra de lo que se cree popularmente, la situación no es mucho peor que la del resto de Europa. Así lo reflejan las estadísticas de Eurostat, Eurofound, OCDE y el Foro de Davos.
La última Encuesta europea sobre las condiciones de trabajo elaborada por Eurofound del año 2015 muestra que tres de cada cuatro trabajadores en España tiene un horario que se adapta a sus compromisos sociales y familiares. En concreto, el 24% señala que se adapta muy bien y el 52%, bien. Todos ellos pueden cenar con su familia y, si no lo hacen, es porque no quieren.
En este indicador España está por debajo de la media europea, pero no está muy lejos. En el conjunto de la UE, el 28% de los trabajadores tiene un horario que se adapta muy bien a la vida social y familiar y un 53% tiene un horario que se adecúa bien.
Por lo tanto, la conciliación es complicada para uno de cada cuatro trabajadores en España, pero no es para todos igual. El 8% de los empleados tiene un horario laboral que se adapta muy mal a su vida privada, mientras que el 17% restante tiene un horario que no se adapta muy bien. Cifras que vuelven a ser peores que en Europa, donde el 4% de los trabajadores tiene un horario nada compatible y un 15% para los que no es muy compatible.
La encuesta de Eurofound ofrece un gran abanico de datos que permiten juzgar el nivel de conciliación de cada país. En España el 53% de los trabajadores puede pasar todo el tiempo que quiere con su familia, una cifra que es peor que la media europea, donde este porcentaje sube hasta el 62%. En el extremo opuesto están los trabajadores que habitualmente pasan menos tiempo del que les gustaría con su familia por culpa de los horarios de trabajo. En España hay un 19% de trabajadores en esta situación, por encima del 12% de la Unión Europea.
El problema en España es bien conocido: las jornadas laborales que se prolongan durante toda la tarde, lo que dificulta la conciliación familiar para las personas con hijos. En 2015 el 19,4% de los trabajadores en España tenían horario laboral por las tardes, una media que se ha mantenido constante durante la última década y que es lo que quiere atajar ahora el Gobierno al regular que la jornada acabe, con carácter general, a las 18:00 horas.
Sin embargo, en contra de la opinión general, en España no se trabaja mucho más que en el resto de Europa. En la eurozona, el 18,4% de los trabajadores está tiene horario laboral por la tarde. Hay países que tienen una situación mucho mejor, como es el caso de Francia, donde solo un 5,7% trabaja por las tardes; pero también hay otros peores, como Alemania, donde este porcentaje alcanza el 26%.
Por el contrario, el 67% de los trabajadores españoles no trabaja nunca a partir de las 18:00 de la tarde, más que en el conjunto de la Unión Europea, donde son el 64% de los trabajadores.
Pese a que muchos alemanes trabajan por las tardes, el 88% declara que su horario laboral se adapta bien a sus compromisos familiares y sociales, mejor que en Francia, donde este porcentaje baja hasta el 77%, o en España, donde cae hasta el 76%.
A casa a cenar
Estas cifras de Eurofound reflejan que la mayor parte de los trabajadores puede conciliar la vida profesional y la personal, aunque es cierto que España está algo peor que el conjunto de Europa. Pero hay otros indicadores complementarios de la conciliación laboral que son mejores en España que en el resto del continente, lo que tiende a equilibrar la situación. Por ejemplo, el 68% de los trabajadores asegura que puede conseguir con facilidad una o dos horas de su jornada laboral para atender asuntos personales, frente al 66% europeo.
Además, la mayor parte de los españoles no tiene que trabajar fuera de su horario laboral: el 59%, un poco mejor que la media europea, que es del 55%. Por el contrario, hay un 2% que tiene que trabajar a diario más allá de su jornada laboral, el 5% tiene que hacerlo varias veces a la semana y el 12%, varias veces al mes; datos un poco mejores que los de la Unión Europea. Además, en España es poco frecuente que la empresa avise con poca antelación al empleado de que tiene que ir a trabajar. De hecho, al 65% no le ocurre nunca, frente al 61% de la UE.
La encuesta de Eurofound muestra que la conciliación es un problema en España, ya que afecta a uno de cada cuatro trabajadores, esto es, a casi cinco millones de personas y a sus familias y amigos. Sin embargo, estos datos no permiten determinar que la conciliación en España sea más complicada que en el resto de países de la Unión. La mayoría de españoles está satisfecho con las horas de trabajo. En concreto, el 52% no cambiaría el número de horas semanales que está trabajando, mientras que un 17% querría aumentarlas y un 31% le gustaría reducirlas.
Tiempo libre
Los datos de la OCDE del Better Life Index de reflejan que los trabajadores españoles tienen mucho tiempo libre, lo que no siempre es compatible con una mejor conciliación entre trabajo y vida privada. España es el segundo país desarrollado en el que los trabajadores tienen más tiempo para el ocio, las relaciones sociales y el cuidado personal (incluidas las horas de sueño), ya que destinan 15,93 horas al día. Solo Francia está mejor que España en este indicador dentro de la OCDE con 16,36 horas de tiempo libre. La media de la OCDE es de 15 horas de los países desarrollados.
En España no abundan las jornadas laborales muy largas (la OCDE la considera a partir de las 10 horas en un mismo día). Un 5,6% de los trabajadores tenían este tipo de horario en 2016, menos de la mitad del conjunto de la OCDE, donde alcanza el 13%. La combinación de estos datos llevó al Foro de Davos a situar a España como el segundo mejor país de la OCDE en balance entre trabajo y vida privada de toda la Organización.
Los españoles destinan a su empleo principal 41,4 horas semanales según Eurostat (para los trabajadores a tiempo completo), cifra idéntica a la media de la Unión Europea. Esta estadística incluye todas las horas fuera de contrato que tiene que destinar a su trabajo, ya sean retribuidas o no.
Los españoles pierden menos tiempo que los europeos en trasladarse hasta el lugar de trabajo. El 59% de los trabajadores tarda menos de media hora en llegar y solo el 11% tarda más de una hora. En Europa los datos son un poco peores: el 55% tarda menos de media hora y el 15% más de una hora.
A pesar de que España tarda menos de la media hora en llegar a su puesto de trabajo, la insatisfacción con el tiempo destinado al desplazamiento está entre las más altas de Europa. La puntuación que dan los españoles es de 7,1 sobre 10, por debajo de la media del continente de 7,4. La media más alta es la de Dinamarca, con 8,3 puntos, y eso que en este país hay el doble de trabajadores que tardan más de una hora en llegar hasta su trabajo.
Los trabajadores españoles no tienen una jornada laboral más larga que la de su entorno, pero sí que tienen una jornada laboral más dura debido a la presión que reciben para realizar su trabajo. En concreto, España es el segundo país de la OCDE en el que los empleados tienen un peor ambiente de trabajo, medido este como el nivel de exigencia para realizar un trabajo y los recursos de los que dispone para hacerlo. Este es el resultado del ajuste de las plantillas que se ha producido durante la crisis, lo que se ha conocido como ganancias de productividad.