España volvió a incumplir por enésima vez en 2016 el objetivo de reducción del déficit público exigido por la Unión Europea y no está claro que pueda lograr la meta pactada para este año, según ha admitido este lunes el ministro de Economía, Luis de Guindos. De nada han servido las sanciones que estuvo a punto de imponer Bruselas el año pasado, ni tampoco la flexibilidad extra que el Ecofin concedió al Gobierno de Mariano Rajoy.
España había asumido el compromiso de rebajar el déficit desde el 5% en 2015 hasta el 4,6% el año pasado. Bruselas redujo al mínimo el esfuerzo exigido para tener en cuenta que el Gobierno estuvo en funciones durante la mayor parte del año, sin poderes para aprobar recortes. Pero las autoridades españolas ni siquiera han logrado llevar a cabo el modesto ajuste pactado, pese a que la economía creció un 3,2%. Según los cálculos de Bruselas, el desfase final se situó en el 4,7%. Guindos no ha querido dar números y ha señalado que la cifra final no se conocerá hasta finales de marzo.
"Yo espero que (la cifra) se ajuste lo máximo posible a nuestro compromiso", ha dicho el ministro de Economía a su llegada a la reunión del Eurogrupo. Guindos ha atribuido el posible desfase a las "ayudas financieras", una partida que la Comisión no tiene en cuenta en el procedimiento sancionador por déficit excesivo. Y ha justificado los escasos progresos en la corrección del déficit el año pasado por la caída de recaudación en impuesto de sociedades durante la primera parte del año.
No descarta más recortes
Para este año, el Gobierno de Rajoy se ha comprometido a rebajar el déficit hasta el 3,1%, aunque Bruselas prevé que el desfase ascenderá al 3,5%. Frente al optimismo que ha exhibido en anteriores ocasiones, Guindos ya no da por seguro que se pueda llegar al 3,1% sin medidas de ajuste adicionales.
"Es todavía muy pronto para ese tipo de cuestiones", ha dicho el ministro de Economía al ser preguntado por si la UE reclamará a España más recortes. "Para el año 2017, la evolución de los ingresos tributarios está siendo positiva (...) Es muy pronto todavía para decir que vamos a incumplir el objetivo. El compromiso del Gobierno español es cumplirlo y yo estoy convencido de que vamos a ir convergiendo hacia el 3,1%", ha alegado.
Eso sí, Guindos mantiene que la economía española crecerá este año por encima del 2,3% que pronostica la Comisión. Para que se cumpla esta previsión, España debería avanzar a un ritmo del 0,5% todos los trimestres, pero tanto la Autoridad Fiscal Independiente como el servicio de estudios del BBVA pronostican una expansión del 0,8% entre enero y marzo. El Gobierno de Rajoy calcula un crecimiento del 2,5% para el conjunto del año.
Hasta ahora, ni el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ni el Eurogrupo han mostrado inquietud por el descontrol presupuestario en España. La UE ha dado luz verde al plan presupuestario español y a la subida de impuestos por valor de 7.500 millones de euros pactada entre el PP y el PSOE y no pide de momento más recortes, aunque ha reclamado a Guindos que los prepare por si fueran necesarios.
Cualquier nuevo incumplimiento del déficit podría activar el procedimiento sancionador contra España, que esta vez incluiría una multa casi automática de 5.500 millones de euros (el 0,5% del PIB). Pero la Comisión no tiene ningún apetito de nuevas sanciones a un país que exhibe cierta estabilidad política en un entorno de creciente incertidumbre por el brexit, la presidencia de Donald Trump y las elecciones en Holanda, Francia y Alemania.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijseelbloem, ha dicho que hay que esperar a la reunión de marzo para ver si se piden o no más recortes a España. Pero Moscovici ha resaltado que España logrará situar el déficit por debajo del umbral del 3% en 2018 (se quedará en el 2,9% según los cálculos de Bruselas) y que eso es lo que importa a la Comisión.