Segunda tregua entre la Unión Europea y los Estados Unidos de Joe Biden para poner fin a la era de las guerras comerciales desatadas por Donald Trump. Bruselas y Washington han acordado este lunes poner en el congelador la disputa sobre los aranceles al acero (25%) y al alumunio (10%) europeos que el anterior presidente norteamericano impuso en 2018 por motivos de "seguridad nacional". Las dos partes se comprometen a encontrar una solución definitiva antes de que acabe el año y a poner el foco en un enemigo común: China.
Como parte de la tregua, la UE renuncia a aumentar los recargos tarifarios sobre productos icónicos estadounidenses, como las motos de Harley-Davidson, los vaqueros Levi's o el whisky Bourbon. Estos aranceles, que Bruselas aplicó como represalia en la guerra del acero, afectan ahora a productos norteamericanos por valor de 2.800 millones de euros.
A partir del 1 de junio, estaba previsto que se ampliaran automáticamente a otros artículos por un valor adicional de 3.600 millones de euros. En un gesto de buena voluntad, la UE frena esta subida con el fin de "crear espacio" para la negociación. Sin embargo, la administración Biden no suprime de momento los recargos sobre el acero y el aluminio europeos.
Las dos partes han hecho público un comunicado conjunto en el que justifican la tregua por el hecho de que la UE y EEUU son "aliados y socios" que "comparten intereses de seguridad nacional similares" en tanto que "economías de mercado democráticas".
Frente común contra China
Por ello, Bruselas y Washingon anuncian un frente común con el objetivo de "obligar a rendir cuentas a países como China que apoyan políticas que distorsionan el comercio". El exceso de capacidad mundial de acero y aluminio representa "una serie amenaza" para las industrias y los trabajadores del sector tanto en la UE como en Estados Unidos, sostiene el comunicado conjunto.
Por parte de la UE la declaración está firmada por el vicepresidente de la Comisión y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis. Las signatarias estadounidenses son su representante comercial, Katherine Tai, y su secretaria de Comercio, Gina M. Raimondo.
"Al suspender nuestras medidas, estamos creando el espacio para resolver estos problemas antes de fin de año. La UE no es una amenaza para la seguridad nacional de EEUU. Pero las distorsiones creadas por el exceso de capacidad mundial, provocadas en gran parte por terceros, representan una seria amenaza para las industrias del acero y el aluminio de la UE y EEUU", ha dicho Dombrovskis.
Bruselas y Washington se comprometen a entablar negociaciones con la máxima urgencia con el fin de encontrar soluciones permanentes a su disputa bilateral, acabar con todos los aranceles y abordar el exceso de capacidad mundial de acero "antes de fin de año". A la espera de esta solución, los recargos tarifarios se mantienen.
Esta es la principal diferencia con la primera tregua entre la UE y los EEUU de Biden, que afecta a la disputa por las ayudas ilegales a Boeing y Airbus. En este caso, las dos partes acordaron el pasado 6 de marzo suspender temporalmente todos los aranceles mientras se negocia.
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