Bruselas empeora de forma general su previsión de crecimiento para todos los países de la UE y revisa al alza las cifras de inflación debido al impacto de la guerra en Ucrania y la crisis energética, aunque de momento se mantiene en territorio positivo y descarta una recesión. La recesión sólo se materializaría si Rusia corta por completo el suministro de gas a Europa.
La economía española crecerá un 4% este año (en línea con la estimación previa publicada en mayo), pero se ralentizará hasta el 2,1% en 2023 (1,3 puntos menos de lo previsto en primavera), según la última actualización publicada este jueves por la Comisión Europea. Nuestro país no recuperará el nivel de PIB previo a la pandemia hasta la segunda mitad de 2023.
"La actividad económica este año estará sostenida por el retorno del turismo a los niveles previos a la pandemia y una ejecución más rápida de las inversiones previstas en el Plan de Recuperación y Resiliencia", ha explicado el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni.
"Hacia finales de año y en 2023, la actividad económica se ralentizará y se espera que los hogares ajusten sus decisiones de consumo a los precios más altos y a la incertidumbre económica", avisa el político italiano.
Por su parte, la tasa de inflación en España se disparará a un 8,1% de media en el conjunto de 2022 (1,8 puntos más de lo previsto en primavera), y se relajará paulatinamente hasta el 3,4% en 2023 (1,6 puntos más), todavía muy por encima del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE).
En todo caso, España crecerá por encima de la media de la eurozona (2,6% en 2022 y 1,4% en 2023) y del conjunto de la UE (2,7% en 2022 y 1,5% en 2023). Entre las grandes potencias europeas, por detrás de España se sitúan Francia (2,4% y 1,4%, respectivamente), Italia (2,9% y 0,9%) y Alemania (1,4% y 1,3%).
Pese a este empeoramiento, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha querido destacar el lado positivo de las cifras de Bruselas. "Pese a las incertidumbres actuales y la rebaja de la previsión de crecimiento del conjunto de la UE, España mantendría en 2022 una tasa de crecimiento del 4% y del 2% en 2023, la mayor entre las grandes economías de la Unión Europea", desatacan fuentes del ministerio de Economía.
El empeoramiento de las cifras de 2023 para España se explica principalmente "por un impacto más pronunciado de la inflación en el poder adquisitivo de los hogares, particularmente a principios de año, en un contexto de incrementos salariales limitados".
Este impacto se verá parcialmente amortiguado por la liberación de los ahorros acumulados durante la pandemia, la resiliencia del mercado laboral y la indexación de las pensiones. En 2023, la inversión -impulsada por los fondos europeos Next Generation- será la principal impulsora de la demanda.
En cuanto a la inflación, Bruselas la atribuye principalmente al aumento de los precios de la energía que se inició en el segundo trimestre de 2021. El efecto contagio a otros bienes (en particular, alimentos) y servicios (sobre todo la hostelería) se ha acelerado en los últimos meses. La persistencia y la intensidad de este efecto es lo que explica la revisión al alza de la previsión de inflación para este año.
El Ejecutivo comunitario espera que los precios de la energía disminuyan lentamente a partir de la segunda mitad de 2022, gracias a las medidas adicionales adoptadas por el Gobierno que entraron en vigor en junio. En particular el tope al precio de gas y la rebaja del IVA en la factura de la electricidad del 10% al 5%, señala la Comisión.
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