Pago con tarjeta en autobuses de Titsa, la compañía responsable del transporte público por esta vía en la isla de Tenerife.
La economía sumergida ‘pierde’ más de 6.000 millones al año por los cambios de hábitos generados por la Covid
Un mayor pago con tarjeta permitió aflorar más recaudación por IVA, según un estudio de Esade firmado por Francisco de la Torre.
21 marzo, 2024 02:57Los impuestos han supuesto una sorpresa agradable en los últimos años. Para las arcas públicas, claro. Desde que irrumpió la Covid y a partir de 2021, los ingresos tributarios han crecido por encima de las previsiones del Ministerio de Hacienda. En varias ocasiones, desde el departamento de María Jesús Montero se ha entendido que parte de esta mejora se debe al afloramiento de economía sumergida. Una investigación de EsadeEcPol aborda esta cuestión y pone números al respecto.
Se trata de un estudio, firmado por Francisco de la Torre (inspector de Hacienda y expresidente de la Comisión de Presupuestos del Congreso), que observa una mayor recaudación del IVA "como señal de afloramiento" de economía sumergida.
La investigación indica que entre 2021 y 2023, "el porcentaje del consumo de hogares que tributa IVA, creció entre seis y siete puntos sin que hubiese variaciones significativas de la normativa, algo que solo puede explicarse por afloramiento".
Este incremento de mayores bases fiscales sometidas a control público "llevó a un aumento de la recaudación del IVA de unos 6.000 millones de euros anuales tanto en 2022 como en 2023", según el análisis expuesto en el artículo de la información recopilada a través de la Agencia Tributaria y el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La explicación de incremento y mejor cumplimiento estaría en los cambios de hábitos de consumo causados por la pandemia de Covid y las normas de distanciamiento social y el impulso al pago con medios electrónicos y con tarjeta bancaria.
De hecho, según los datos del Banco de España y del INE, los pagos con tarjeta bancaria aumentaron anualmente en porcentajes nunca inferiores al 25% desde 2021 hasta 2023.
"Este crecimiento de las pequeñas compras con tarjeta ha ido acompañado de una ligera disminución de las extracciones de efectivo en los cajeros automáticos", recoge el texto.
La vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, este martes en el Senado. Europa Press
Es decir, que disminuyeron las transacciones en efectivo, que no son de fácil control para la Agencia Tributaria y un medio natural de la economía sumergida.
EL desarrollo y aprobación de normativa anti-fraude por parte del Gobierno también habría tenido que ver en los cambios de hábitos citados, con el consecuente afloramiento de economía sumergida.
El artículo de EsadeEcPol concluye que, según esta información, "se ha producido una reducción de la economía sumergida, acompañada, con gran probabilidad, por un mejor cumplimiento fiscal. De otra forma, el aumento de las bases imponibles no hubiese sido, varios años, superior al aumento de las variables macroeconómicas en las que se basa".
En cualquier caso, insiste en que "la mayor parte del incremento recaudatorio" general "proviene de la inflación y el crecimiento"; si ambos elementos se debilitan, como parece estar ocurriendo, se dispondrá de menos recaudación".
Por ello, recomienda una inversión mayor en recursos de lucha contra el fraude y mejorar el control a través de medios de pago que dejar rastro. "Merece la pena", aunque tampoco "es la panacea".
Por ello, en su artículo, De la Torre considera que determinados cambios normativos son clave. "Habría que insistir en lo que ha funcionado, es decir, las obligaciones de información de los medios de pago, intensificándolas y extendiéndolas a otros medios de pago que dejan rastro (como las trasferencias, incluyendo las de menor cuantía).
