Sin embargo, no es el primer ajuste de estas características que ha tenido que hacer el INE desde que irrumpió la Covid y provocó una crisis económica que ha desbarajustado, a falta de un término más adecuado, cómo se calcula el crecimiento. 

Ya en 2023 se tuvo que ejecutar un ajuste para 2021 y 2022 por valor de 34.717 millones de euros. Es decir, que sólo en los últimos dos años el INE ha fallado en su cálculo del PIB en 111.588 millones, que se han sumado en correcciones. 

Desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa admiten que "las revisiones de PIB están tendiendo a ser más grandes en todos los países y, entre otros factores, puede deberse a que la economía está cambiando".

En declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia, un portavoz del departamento explica que "en España, como en otros países, el modelo económico no es el mismo que el de antes de la pandemia con las aportaciones de la digitalización, el teletrabajo, etcétera. Ha cambiado incluso el comportamiento del turismo, con temporadas más amplias. Todos estos elementos, que con sus propias características, están ocurriendo también en otros países, hace la medición sea más compleja".

Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research, señala a este periódico que hay que tener en cuenta que, especialmente durante 2020, "la calidad de los datos estadísticos sufrió por la falta de acceso a los mismos y la inoperancia de algunas metodologías que se usan en las encuestas".

En todo caso, Cardoso indica que la revisión no altera la distribución de los componentes del PIB (inversiones, demanda nacional, etcétera) y, por tanto, no refleja un cambio. "Sigue mostrando una economía apoyada por la exportación de servicios y eso no va a cambiar por las revisiones del INE", apunta. "Tenemos recuperación sin inversión. Seguimos teniendo las mismas fortalezas y las mismas debilidades", resume el economista de BBVA Research.

Eduardo Parra Europa Press

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En cualquier caso, la complejidad en la medición del PIB a la que se refiere Economía tiene que ver con la optimización de "fuentes e indicadores. En este caso, fundamentalmente con las mejoras del censo y la actualización de las cifras de población. Lo que se está produciendo en paralelo es un apoyo cada vez mayor en fuentes registrales en detrimento de las encuestas tradicionales".

El Ministerio de Carlos Cuerpo se refieren, por ejemplo, a que la información se basa cada vez más en los datos registrados por la Agencia Tributaria, en vez de en las encuestas que hace el propio INE.

Con estos ingredientes, Economía indica que la nueva medición de PIB hacia la que se avanza se basa en "un sistema estadístico en el que se están incorporando de forma regular los registros administrativos y otras fuentes básicas de información". 

También se basa en "la implantación de un nuevo modelo de producción adaptado al actual ecosistema de datos, la puesta en marcha de nuevas estadísticas y la mejora de las ya existentes y la adaptación de la normativa y refuerzo de la cooperación institucional e internacional".

Normalidad

En cualquier caso, Cardoso, del BBVA Research, apunta que aunque se pueda haber subestimado el cálculo del PIB de este mismo 2024 y que es posible que se revisen sus cifras, no será nada fuera de lo normal. La inercia apunta a una revisión cada vez menos acentuada y ya esta última "supone un sesgo muy moderado al alza".

"Todos los años se hace en septiembre una revisión rutinaria de los tres años anteriores y cada cinco años se hace una revisión más extraordinaria de toda la serie histórica. Se debe a que las primeras estimaciones del PIB se hacen con datos coyunturales", insiste a este periódico María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas. Con esas correcciones lo que se hace es incorporar "fuentes estadísticas estructurales, que son más completas y profundas".

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Asimismo, cada lustro se incorporan nuevas formas de estimar las variables y ciertos cambios metodológicos. Pero nada es casual ni por decisión propia del INE. La economista de Funcas explica que "responde a normas de Eurostat". "No son cosas que se haya inventado el INE", asevera.

Fernández, además, asegura que la corrección al alza no es de gran calado. Apunta que el INE, en años anteriores, ha publicado revisiones estructurales con más variación con respecto a la estimación actual. Por ejemplo, este año la variación de 2021 ha sido de 13.000 millones de euros al alza. Pero la de 2010, abunda, "fue de 34.000 millones".

Así, para la economista de Funcas esta última "no es una revisión tan exagerada y, en gran medida, viene por el ajuste al alza de la población". En cualquier caso, señala que sí puede haber cierta subestimación de la economía, pero sólo porque estimar la Contabilidad Nacional no es nada sencillo. "La cifra de PIB hay que tomársela como una aproximación gruesa, burda", añade.