Más madera para la reventa de entradas en internet con sello español. La tecnológica española Ticketbis negocia una nueva ronda de financiación de más de 10 millones de euros con fondos europeos y americanos. El objetivo: mantener el alto ritmo de crecimiento con el que ha permitido doblar las ventas en los últimos años. Si 2015 lo cerrará con unos 22 millones de euros de ingresos, para el próximo año espera rondar los 40 millones, gracias en parte a su aterrizaje en el mercado primario (venta de entradas ‘nuevas’). Todo ello, mientras la ‘espada de Damocles’ de la regulación pende sobre sus cabezas.
La empresa, con respaldo de fondos de capital riesgo destacados como el español Active Ventures Partners (en el que participa Telefónica), fue fundada a finales de 2009 por dos extrabajadores del banco de inversión Morgan Stanley en Londres. Jon Uriarte y Ander Michelena decidieron poner en marcha una plataforma colocando como espejo a un maduro mercado norteamericano donde esta actividad, prohibida expresamente más allá de las ‘fronteras’ de internet, estaba extendida desde hacía años.
La idea consistía en una plataforma que vinculara oferta y demanda de entradas ya adquiridas y que no se iban a disfrutar por el primer comprador. Primero lanzaron en España, para luego dar el salto a Europa y Latinoamérica. Ahora, están presentes en más de 40 mercados, con una docena de oficinas y una plantilla de más de 350 personas. Su competencia principal está en Estados Unidos, con grandes potencias como StubHub o Ticketmaster, o en Europa como Viagogo y Seatwave. Pero no sólo jugadores ‘puros’ nacidos en Internet, sino también otros como sitios generalistas de segunda mano como Ebay, de clasificados o redes sociales como Facebook o Twitter.
El negocio se duplica cada año
En 2014, cuando recibieron una ronda de financiación de más de 5 millones, gestionaron un negocio bruto de 53 millones de euros. La empresa ingresa una comisión media del 25% por la gestión, por lo que sus ventas netas ascendieron a 14 millones de euros. Ese año ya casi duplicó sus cifras respecto al anterior.
En el presente año, el ritmo de crecimiento se mantiene. Se espera cerrar con 90 millones de euros gestionados y, por tanto, algo más de 22 de millones de ingresos netos. El objetivo es ahora mantener ese crecimiento para 2016 y acercarse a la barrera de los 200 millones brutos. Y para hacerlo necesitarán el impulso de nueva financiación externa.
Más financiación… pero con cautela
Hasta ahora, han recibido inyecciones de capital de hasta 14 millones de euros. En total cuentan con 54 socios, aunque con inversores de referencia como el fondo Active, quien ha liderado las dos últimas rondas (la cerrada el año pasado era de 3 millones en deuda convertible). Los cofundadores siguen manteniendo la mayoría accionarial, mientras que trabajadores y extrabajadores controlan un 15%.
Ahora, buscan un nuevo impulso de la mano de inversores profesionales. El cofundador Jon Uriarte explica a EL ESPAÑOL que negocian una ampliación de capital superior, como mínimo, a los 10 millones de euros. Ya han contactado con fondos europeos y extranjeros para llevarlo a cabo.
En nuestra ronda de financiación no vamos a ceder ante contratos leoninos por inflar la valoración final de la empresa
Sobre esa nueva entrada de inversores destacados en el sector tecnológico, Uriarte hace una salvedad: “No vamos a ceder con contratos leoninos por inflar la valoración final de la empresa”. Se refiere a la tendencia actual, sobre todo en Estados Unidos, de cerrar operaciones de inversión con cláusulas muy favorables a inversores (especialmente en caso de que el negocio no vaya como se esperaba) a cambio de una cifra de valoración muy alta.
La ‘espada de Damocles’ de la regulación
España sigue siendo uno de sus principales bastiones, aunque ya no es mayoritario (cada país de los 40 en los que están presentes no superan el 15% del total del volumen de negocio). Tanto en el mercado doméstico como en otros países han tenido que convivir con una ‘espada de Damocles’, la de la regulación.
Operadores del sector de la venta de entradas (‘ticketing’) y organizadores de eventos han mostrado su oposición a esta actividad. ¿La razón? Entienden que les roban su negocio. Sin embargo, Uriarte defiende lo opuesto: “No le estamos quitando negocio, sino creando una fase posterior a ese negocio que les puede favorecer porque acaban vendiendo sus entradas más rápido”. Y, además, recuerda el caso de Estados Unidos, cuyo mercado está más maduro. “Surgió a principios de la década pasada y, al principio como algo novedoso, operadores lo veían como algo negativo; al final, la aprovecharon… Hoy todos los operadores tienen acuerdos con plataformas de mercado secundario”, confirma.
No le estamos quitando negocio, sino creando una fase posterior a ese negocio que les puede favorecer porque acaban vendiendo sus entradas más rápido
En España, la normativa que rige señala la prohibición expresa de la reventa callejera o ambulante. Ticketbis defiende que al hacerlo en Internet no están incumpliendo ese precepto. Aun así, ya se han enfrentado a la normativa que la Generalitat de Cataluña puso sobre la mesa unos meses atrás. Señala la restricción importante de su actividad pues sería el promotor quien decidiría si se puede llevar a cabo reventa o no. Desde la tecnológica no se muestran preocupados. “Es algo que aún está muy parado”, explica Uriarte.
Su modelo de negocio se basa en la intermediación entre oferta y demanda. Abren su plataforma a un posible vendedor que publica un anuncio (el cual verifican para evitar falsificaciones o fraudes). Si se hace efectiva la transacción, la tecnológica retiene el dinero y no lo entrega al destinatario hasta que no se celebra el evento.
Venta directa, palanca de crecimiento
Pese a que hoy por hoy su negocio fundamental está en la reventa, su objetivo es apoyarse en el mercado primario para crecer. “Al usuario le va a acabar dando lo mismo si la compra en el mercado primario o a través de otra persona”, precisa el cofundador. La vía es clara: “Negociar acuerdos con promotores culturales, equipos de fútbol, ‘ticketeras’ para conseguir que en nuestra plataforma haya más entradas”. Se trata de pasar a ser aliado tras ejercer como ‘enemigo’ oficial.
La duda reside en si las empresas ‘tradicionales’ van a querer participar en una plataforma donde convivirán con la reventa online. Uriarte explica que la acogida de los primeros contactos ha sido “buena”. Sobre todo en actores que no tienen posición dominante en sus respectivos mercados. “Ellos sí ven como una oportunidad para aspirar a ese liderazgo explotando otro nicho de negocio”, recuerda.
Madrid-Barça... 2.700 euros
Uno de los segmentos con mayor presencia en su plataforma es el deporte. Y más concretamente el fútbol. Esta semana es una de las de mayor actividad para la empresa en España. Es la previa del Clásico entre el Real Madrid y el FC Barcelona. Ayer mismo, la empresa hizo públicos los precios que se están pagando por una entrada. De media se han desembolsado unos 600 euros. El más alto, en tribuna VIP del estadio Santiago Bernabéu, rozó los 2.700 euros.
Al margen del partido de fútbol, estos días han estado marcados por el atentado terrorista en París. ¿Cómo ha afectado a la actividad en Ticketbis? “No hemos notado un incremento; la única consecuencia ha sido la cancelación de algunas de las transacciones y las devoluciones a los usuarios”, confirma Uriarte.