Una factura fiscal diminuta y la más baja de los principales mercados europeos. El gigante tecnológico Apple, al que la Comisión reclama 13.000 millones de euros de impuestos no abonados en Irlanda, pagó en España apenas 19 millones de euros de tributos a lo largo de la última década. Y todo con un volumen de negocio que supera la barrera de los 1.100 millones de euros.
Esta cifra de impuestos se sitúa muy por debajo de lo pagado por Reino Unido, Alemania o Italia, según las estimaciones que ha hecho públicas el diario económico Financial Times, que coloca en 330 millones la factura total de la empresa en el continente europeo más allá de las fronteras irlandesas.
Las cifras en España
En España, la compañía opera desde principios de los 90 con la filial Apple Marketing Iberia. Como su nombre indica, ésta se dedica a servicios de marketing y promoción de los productos de la compañía. Desde 2009 tiene otra compañía: Apple Retail. Ésta se encarga, principalmente, de la gestión de las tiendas y los servicios posventa. Ambas ‘cuelgan’ de una matriz europea con sede en Irlanda.
Entre las dos filiales en los últimos diez ejercicios se pagaron un total de 19,2 millones de euros de impuesto de Sociedades, según las cuentas presentadas por la empresa desde 2006 y que figuran en el Registro Mercantil. Este tributo se paga en base a los beneficios brutos que genera la compañía. Y su tipo impositivo efectivo –sin contar con deducciones y exenciones fiscales- en España ha variado entre el 25 y el 30 por ciento en esta última década.
Al comparar esa cantidad con lo pagado por otras compañías se ve la gran diferencia. Por ejemplo, Inditex, la empresa con mayor capitalización bursátil de España, pagó de impuesto por sus beneficios 860 millones de euros en tan solo el año 2015 (45 veces más de lo abonado por Apple en diez ejercicios).
La española BQ, fabricante español también de móviles y tabletas pero de un tamaño infinitamente más pequeño que del gigante del iPhone y unas ventas reales muchísimo más reducidas, pagó casi 6 millones de euros de impuestos de sociedades desde que se fundara en 2010.
46 millones de beneficios acumulados
En concreto, la sociedad Marketing Iberia ha sumado unos beneficios brutos acumulados de 46 millones de euros en este tiempo. En cambio, la dedicada a las tiendas arroja un balance negativo: en el acumulado pierde 5,7 millones de euros pese a los beneficios de 7,04 millones de euros del último ejercicio 2015. ¿La razón? Pesan como una losa las pérdidas de 22,2 millones de euros anotadas en el ejercicio 2011.
Todo con unos ingresos sobre el papel (que no reales) que han ido ‘in crescendo’ de manera ininterrumpida en estos diez años. La compañía que gestiona las tiendas (cerró el último año con once tiendas) sumó algo más de 1.000 millones de ingresos acumulados, frente a los 145 millones de la sociedad ‘original’.
De las más bajas de Europa
Por tanto, diez años de actividad de la compañía se saldan con algo más de 19 millones. ¿Y en el resto de países? Una estimación elaborada por el diario Financial Times coloca esa cantidad –el diario no suma los 730.000 euros de impuestos acumulados pagados por la sociedad que gestiona las tiendas y por eso lo coloca en 18 millones- entre las más bajas de las registradas por las filiales de toda Europa.
Así, España se quedan muy por debajo de Reino Unido (85 millones de euros), Alemania (69), Francia (56), Italia (53,4) y Suecia (38,7). En total, la compañía pagó 344 millones de euros en impuestos en todo el continente durante la última década, según el FT. Si se compara con los 13.000 millones que se le reclama por tributos no cobrados en Irlanda, se trata de 30 veces menos.
La estructura fiscal de las filiales españolas es la misma que la de otras europeas. Actúan como comisionistas de la matriz de Irlanda, a la que le cobran por trabajos de marketing o de promoción, consiguiendo que el grueso de las ventas producidas en el país (los beneficios y, por tanto, los impuestos) se trasladen a tierras irlandesas.
Sin sanciones en España
Esta misma semana se ha conocido la decisión de la Comisión Europea de declarar ilegales los acuerdos fiscales (tax ruling) firmados entre Apple e Irlanda al considerarlos ayudas fiscales al reducir el tipo impositivo al que tributaron sus beneficios hasta el 0,001% (el tipo impositivo teórico está en el 12,5%). El resultado: la obligación de pagar 13.000 millones de euros de tributos no abonados por esas ventajas, en lo que representa una decisión histórica y un ‘récord’ absoluto en este tipo de sanciones.
Hasta ahora, en España la compañía no ha recibido ninguna sanción pese a las repetidas inspecciones fiscales que ha llevado la Agencia Tributaria en los últimos ejercicios. Hoy por hoy, se desconoce su negocio real (y por tanto la cantidad de impuestos no pagados en España por actividad generada en el país). La propia comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, animó el pasado lunes a los países a reclamar la información de la que disponen en base a la cual podrían exigir a la empresa pagar más impuestos en sus territorios.
Ante este escenario, algunos partidos políticos han reaccionado: el PSOE ha reclamado a la Comisión Europea que publique “de inmediato” cuánto dinero debe Apple a España, mientras que Ciudadanos ha registrado una pregunta en el Congreso para interesarse por los contactos que el Gobierno ha mantenido con Bruselas para averiguar las cifras y para reclamar información sobre las medidas adoptadas para asegurarse que las multinacionales no eludan tributar en el país.
Otras reclamaciones a tecnológicas
Apple es una de las grandes tecnológicas que han evitado devolver dinero a Hacienda por impuestos impagados. En los últimos años, la Agencia Tributaria ha reclamado más de 120 millones con varias actas levantadas tras investigaciones.
Oracle es la multinacional del sector que más ha tenido que pasar por caja: 87 millones de euros en los últimos años. Pero no es la única, pues Microsoft ha debido abonar 30 millones de euros, pese a que tiene las dos deudas a la espera de resolución judicial tras su impugnación. Amazon y Facebook se han salvado de la quema, mientras que Google, hoy investigada por la AEAT, apenas pagó 1,9 millones de euros para ponerse al día en 2013.
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