La reacción de Apple no se ha hecho esperar. La Comisión Europea le reclama el pago de 13.000 millones de euros a Irlanda por impuestos no abonados desde 2003 a 2014. Y la compañía tecnológica, que ha anunciado un recurso frente a la decisión, advierte: "Nunca pedimos y nunca recibimos ningún tipo de tratamiento especial". El consejero delegado, Tim Cook, se ha mostrado muy duro en una carta con la institución europea. "La Comisión ha iniciado una campaña para reescribir la historia de Apple en Europa, ignorar las leyes fiscales de Irlanda y de paso cambiar radicalmente el sistema internacional en materia tributaria".
La compañía señala que durante todo este tiempo ha recibido el asesoramiento de las autoridades tributarias irlandesas para cumplir de forma correcta con su normativa fiscal. "El mismo tipo de asesoramiento que recibe cualquier otra empresa con presencia en el país [Irlanda]", resalta Cook, quien argumenta, como lo han hecho muchas de las compañías tecnológicas con estructuras fiscales similares, que Apple "cumple con la ley y pagamos todos los impuestos que debemos, en Irlanda y en todos los países en los que operamos".
Implicaciones "graves"
La empresa critica el dictamen de la Comisión. Defiende que tendrá implicaciones "graves y de gran calado". "Lo que propone en realidad es sustituir las leyes fiscales irlandesas por otra versión, la que la Comisión opina que debería haber sido, lo que supondría un golpe demoledor para la soberanía de los Estados miembros de la UE en asuntos fiscales", apunta el directivo.
"En el fondo, el caso presentado por la Comisión trata no tanto sobre cuánto dinero paga Apple en impuestos, sino sobre qué gobierno recauda ese dinero", resalta. Recurre a lo que entiende como un "principio universalmente aceptado": "los beneficios de una empresa deben tributar en el país donde crean su valor; Apple, Irlanda y Estados Unidos están de acuerdo en este punto".
En su carta, la empresa advierte de las implicaciones que, según su opinión, tendrá en las inversiones y la creación de empleo en Europa. "Si la teoría de la Comisión se llevara a la práctica en Europa, todas las empresas de Irlanda y del resto de Europa correrían el riesgo de estar sometidas al pago de impuestos dictados por leyes que nunca han existido", afirma.
Cook recuerda que Apple apoya una reforma del régimen fiscal con el objetivo de la simplificación y la claridad. "Creemos que estos cambios deberían surgir de un proceso legislativo apropiado y como con cualquier otra ley, debería aplicarse en adelante no de modo retroactivo", resalta.
Una decisión histórica
La Comisión Europea ha concluido que los beneficios fiscales otorgados a Apple por Irlanda son ilegales. Y por ello deberá reclamar al fabricante del iPhone el pago de 13.000 millones de euros más intereses.
Según la Comisión, este acuerdo fiscal con la tecnológica ha permitido a Apple pagar una tasa de impuestos de sociedades del 1% desde el año 2003. "Los estados miembros no pueden dar beneficios fiscales a determinadas compañías, esto es ilegal bajo las reglas de la Unión Europea", según asegura la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.