El presidente y consejero delegado de British Airways, el español Alex Cruz, ha dejado claro que no dimitirá tras los últimos días de cancelaciones y retrasos, y ha insistido en que los problemas no se han debido a los recortes sino a una avería en el sistema informático.
En declaraciones a la BBC, Cruz afirmó que el problema se debió a una subida de potencia y que el sistema de respaldo no funcionó como hubiera debido. Insistió en disculparse ante los miles de pasajeros estancados y subrayó que dos tercios habrán llegado a su destino al acabar la jornada.
Cruz fue especialmente activo durante la jornada de crisis, pero se topó con la animadversión de los medios ingleses, que arremetieron contra el español, exconsejero delegado de Vueling, y relacionaron el caos con la externalización de cientos de empleos de tecnologías de la información a India.
El caos de los últimos días podría suponerle a la aerolínea compensaciones por valor de casi 175 millones de euros.