El primer semestre del año cierra con un aumento en el número de concursos de acreedores en las dos principales ciudades españolas. Según el último balance de la Asociación Profesional de Administradores Concursales (ASPAC) e Insolnet, el número de quiebras registradas en la Ciudad Condal aumentó un 31,2% entre enero y junio de este año respecto a 2017, con 525 procedimientos publicados -incluidas personas físicas y jurídicas-.
El repunte en Madrid ha sido menor, un 6%, pasando de 395 procedimientos publicados a 419.
En la Ciudad Condal, una cuarta parte de los concursos declarados corresponden a personas físicas; la cifra, además, se ha duplicado respecto al mismo semestre del año anterior, pasando de 67 a 134. En Madrid, sin embargo, solo se han registrado 45 procesos de este tipo, por los 35 del mismo período en 2017.
ASPAC explica en su informe que en este tipo de trámites "se persigue que el deudor logre el beneficio de la exoneración del pasivo insatisfecho", es decir, que se le perdone la deuda que no haya podido satisfacer con la liquidación de todo su activo. Si bien, lo más habitual es que el afectado se haya desprendido de sus bienes previamente para intentar salir airoso de la situación.
Concursos sin administrador
Las cifras totales publicadas por ASPAC incluyen una modalidad concursal muy particular: la de los procedimientos declarados y concluidos en el mismo acto. Los presentan sociedades cuya actividad ha cesado y que no cuentan ya con trabajadores ni con ningún activo que haya que adjudicar, pero que están obligadas a presentar el concurso por imperativo legal.
En estos casos, el juez no nombra a ningún administrador concursal y cierra el proceso en el mismo momento de su presentación. En Barcelona, a esta tipología corresponden algo más del 30% de los concursos de acreedores (162) y en Madrid un 24% (99).
Si no contabilizamos, por tanto, el número de procedimientos presentados por personas físicas ni los declarados y concluidos en la misma estancia, cambia de modo relevante la comparativa entre Barcelona y Madrid: nos queda un total de 275 concursos en la capital madrileña por los 229 de la Ciudad Condal.
Mecanismo de protección
La asociación de administradores se lamenta de que la sociedad continúe sin entender el concurso como un instrumento útil para resolver una situación de insolvencia, sino que lo considera una simple obligación formal. Por ello, ASPAC insiste en que el concurso de acreedores como procedimiento judicial debe servir para "salvar empresas o unidades productivas viables o liquidar eficientemente las no viables".
En esta línea, asegura que uno de sus objetivos fundamentales es ser capaz de proveer a la sociedad "los profesionales capaces de desarrollar dicha actividad de una manera óptima". Y para poder conseguirlo, considera urgente limitar el acceso a la profesión de administrador concursal en España ya que a su juicio carece de sentido contar con una media de 12.000 de ellos para el número actual y previsible de estos procedimientos en nuestro país.
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