“Me gustaría tener un marco claro y seguro” en torno a las hipotecas. Así de contundente se ha mostrado el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, sobre la doctrina que fijará el próximo lunes el Tribunal Supremo acerca del Impuesto de Actos Jurídicos.

A su juicio no debería haber retroactividad, ya que “era un reglamento que los bancos hemos cumplido”. Por tanto, confía en que si finalmente son las entidades financieras quienes deben asumir su coste, sea a futuro. Ahora bien, ¿el coste se trasladará al mercado? “Dependerá de la dinámica del mercado”, ha sentenciado.

Lo que sí ha pedido Álvarez, en línea con lo que han reclamado el resto del sector, es que se ponga en marcha de una vez por todas la reforma hipotecaria; eso sí, teniendo en cuenta que “el mercado hipotecario ha sido uno de los que mejor ha funcionado, por lo que requiere de pocos cambios”.

Pese a los últimos cambios efectuados en la cuenta 1,2,3 el consejero delegado del Santander ha defendido los pasos dados por la entidad. “Ajustamos las condiciones al mercado”, ha sostenido, para insistir en que el funcionamiento del producto es positivo y que, por tanto, no se plantean hacer ningún tipo de modificación.

Tampoco termina de convencer al Santander la propuesta de Sánchez de gravar el 5% de los beneficios obtenidos a través de dividendos. “Tendremos que analizar el impacto que tendrá en nuestras cuentas”, ha dicho, aunque se ha mostrado mucho más moderado que en los últimos resultados en donde avisaba de que podría haber consecuencias en cuanto a cambios de estructura fiscal en algunas empresas.

El adiós de Álvarez

Las palabras de Álvarez han tenido lugar en la rueda de prensa de presentación de los resultados de los nueve primeros meses del año. El beneficio ha sido de 5.742 millones de euros, un 13% más con buena evolución de los mercados en Brasil, España y la filial de consumo Santander Consumer Finance. 

Se trata de una de las últimas apariciones públicas de Álvarez como CEO ya que en enero será sustituido por Andrea Orcel. El actual dirigente lleva en el banco desde el año 2002, un tiempo en el que "Santander se ha convertido en una referencia en el mundo, y ahora ayudaré a su crecimiento desde un puesto más estratégico". 

Lo que ha descartado el consejero delegado es que la entidad se esté planteando llevar a cabo una posible ampliación de capital, tal y como especulaba el mercado en las últimas fechas.