El consejero delegado de Boeing, Dennis Muilenburg, ha asegurado este viernes que los aviones de la compañía "son seguros". Lo ha hecho un mes después de producirse el accidente de la aerolínea Lion Air en el mar de Java con 189 personas a bordo.
Las declaraciones de Muilenburg se producen el mismo día que las autoridades de Indonesia e India han instado a que los pilotos de los 737 sean entrenados con simuladores que repliquen un escenario parecido al que llevó al accidente de la compañía. Y es que, según han confirmado fuentes de Lion Air a la agencia de noticias Reuters, la aerolínea estaba considerando la posibilidad de cancelar el pedido de aviones Boeing 737 MAX.
Ante esta decisión, el consejero delegado de Boeing ha indicado que el modelo 737 MAX es seguro y que la empresa "no ha cambiado su filosofía".
El avión no debía volar
Poco después del siniestro, el ministro de Transporte de Indonesia, Budi Karya, ordenó una revisión de toda la flota de aviones Boeing 737 MAX de las aerolíneas Lion Air y Garuda. Lion Air tiene una flota de ocho aviones Boeing 737 Max mientras que Garuda tiene un solo aparato.
Los investigadores de la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte (KNKT) han llegado a la conclusión de que el avión no estaba en condiciones para volar. Según el informe preliminar, la aeronave presentó un problema en el vuelo anterior por el que debía considerarse "no apta para volar" y este se mantuvo en el desplazamiento que se siniestró en el mar de Java.
Sin embargo, el investigador de la KNKT, Nurcahyo Utomo, ha indicado que la agencia no ha determinado si el sistema de prevención de entrada en pérdida (anti-stall) fue un factor que contribuyó a causar el accidente aéreo y ha advertido de que todavía es "demasiado pronto" para llegar una conclusión al respecto.
Por su parte, la información recopilada de la 'caja negra' con los parámetros del vuelo pone de manifiesto que la aeronave estuvo alertando al piloto de problemas por riesgo de pérdida de altura mediante vibraciones en el mando de control durante todo el vuelo. El comandante del vuelo utilizó los mandos de control para elevar el morro del avión, mientras que el sistema automático de prevención de entrada en pérdida hacía justo lo contrario.