Se trata de ofrecer un marco completo para la descarbonización de la economía que no asuste a los inversores y dé tranquilidad, siempre bajo el visto bueno de Europa. Con las elecciones anunciadas, ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha acudido al ministerio para la Transición Ecológica a presentar el paquete energético que Ribera llevará este viernes al Consejo de Ministros.
En su comparecencia, el presidente ha confirmado una de las medidas que más polémica ha causado en los últimos meses: no se permitirá la venta ni matriculación de 'coches fósiles' a partir de 2040.
Sánchez no ha llegado solo al ministerio. Ha sido acompañado por la ministra de Industria, Reyes Maroto, de Hacienda, María Jesús Montero, y de Trabajo, Magdalena Valerio. Así, en un acto que han llamado España 2030. Renueva tu futuro, el presidente del Gobierno ha insistido en que el paquete de medidas energéticas es un "trabajo coral". Un trabajo que, al menos en forma, ha recibido el respaldo de las principales compañías energéticas. Así, al evento han acudido diversas personalidades del sector como el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, o el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales.
En el salón de actos del ministerio y junto a la ministra Teresa Ribera, Sánchez ha trazados las líneas de los objetivos de España en su estrategia de descarbonización. Una estrategia que, en concreto, toma forma en un paquete compuesto por tres elementos: el Plan Integrado de Energía y Clima, que debería haberse enviado a Europa el 31 de diciembre, pero lo hará estos días; el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, y la Estrategia de Transición Justa, para "acompañar a las personas afectadas" por la descarbonización.
Adiós en 2040 a los vehículos contaminantes
Sánchez ha insistido en que España puede ser en 2050 un país sin emisiones de gases de efecto invernadero en una Unión Europea que tampoco emita estos gases.
En este sentido, y para conseguir ese objetivo, entre los planes del Ejecutivo está adoptar todas las medidas necesarias de modo que "no más tarde de 2040" se produzca el fin de los 'coches fósiles'; es decir, que a partir de esa fecha no se permitirá la venta y matriculación de vehículos no comerciales ligeros que emitan CO2.
Sánchez pone así fin a la polémica sobre el tema, por el que algunas voces habían puesto el grito en el cielo. De hecho, resiste a las presiones del sector del automóvil, que reclamaba no poner una fecha concreta o establecer un calendario más laxo. "Esto, a mi juicio, es una enorme oportunidad para la industria automovilística", ha apuntado, incidiendo en que la medida está "en línea" con las exigencias de la Unión Europea.
Asimismo, ha insistido Sánchez en que este paquete energético ofrecerá "la certidumbre y estabilidad regulatoria" que demandan los agentes económicos para acometer la transformación. Una transformación con un coste que, según los cálculos del Gobierno, se traducen en 200.000 millones de euros de inversión pública y privada.
Con ello, y de acuerdo con la ley, España tendría que reducir un tercio las emisiones en la próxima década mientras que las renovables vayan ganando más importancia hasta alcanzar un mix energético 100% renovable a mitad de siglo.
Calcula el Ejecutivo que la mejora de eficiencia energética junto a la transición a renovables mejorará en 75.000 millones de euros acumulados la balanza comercial española.
Con la Estrategia de Transición Justa en la mano, y con miles de personas con miedo a perder su puesto de trabajo por la descarbonización, Sánchez asegura que este proceso creará 300.000 nuevos puestos de trabajo, fundamentalmente vinculados a servicios, industria y construcción.
"Buena parte de las oportunidades de empleo vienen de la mano del despliegue de energías limpias, energías renovables… Por eso tendrán un papel protagonista en la próxima década", ha prometido Sánchez, que ha recordado que los objetivos son que en 2020 el 20% de la energía total que usa nuestro país tendrá su origen en las renovables; en 2030, insiste el Ejecutivo, esa cifra se duplicará hasta el 42%.