Canadá se ha convertido en el último país en suspender los vuelos del Boeing 737-800 MAX. Una decisión que ha adoptado después de recibir nuevos datos sobre el accidente de avión en Etiopía el pasado domingo.
La explicación la ha dado el ministro de transportes de Canadá, Marc Garneau, quien ha señalado que existen indicios fundados de las similitudes entre el siniestro de este domingo y el accidente de otro Boeing 737-800 MAX el pasado mes de octubre.
Con la decisión de Canadá son ya 42 los países (UE incluida) que han prohibido los vuelos de este modelo del fabricante estadounidense. De las grandes naciones sólo los Estados Unidos mantiene su decisión de permitir que vuelen, ya que la FAA (la agencia americana de aviación aérea) considera que no existen indicios suficientes para adoptar una medida de este tipo.
Hay que tener en cuenta que para las aerolíneas americanas puede suponer un varapalo tremendo la prohibición. La mayor parte de ellas cuentan con varias unidades del 737-800 MAX en sus flotras, por lo que una suspensión de las operaciones puede provocar grandes trastornos en el tráfico aéreo de los Estados Unidos.
Las dudas sobre el accidente del pasado domingo, su cercanía a otro siniestro, y las quejas de varios pilotos del 737-800 MAX sobre la fiabilidad del piloto automático han hecho crecer las dudas sobre la idoneidad de mantener en vuelo a los aparatos.