El golpe de la pandemia en Ford Almussafes será de un tercio de su producción anual. La factoría valenciana, que ensambló 345.600 unidades en 2019, prevé cerrar este fatídico 2020 con una cifra de 230.000 unidades, según anticipan a Invertia fuentes del comité de empresa de la fábrica. La caída, en consecuencia, será del 33,5% respecto al dato registrado el año pasado.
El desplome, que será similar en el resto de plantas del país, se produce por el parón del confinamiento y la caída en las ventas registrada tras el mismo. El cliente europeo, al que sirve sus vehículos Ford Almussafes, dejó de comprar coches con la reclusión domiciliaria decretada en los distintos países del continente desde el mes de febrero.
Todas las fábricas españolas detuvieron su actividad. En el caso de la planta valenciana el parón fue de siete semanas consecutivas. Además, la menor demanda que se registra desde la desescalada ha llevado a la factoría a encadenar varios Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para reducir su producción.
En esta misma línea, la dirección anunció la semana pasada que adelantaba los días de ERTE pendientes. La decisión fue concentrarlos entre el 17 de diciembre y el 11 de enero junto a la habitual parada por vacaciones, lo que supondrá la inactividad de la planta durante casi un mes.
Tal circunstancia, unida a los paros ya realizados, reduce la previsión de producción anual a los 230.000 vehículos entre todos los modelos que ensambla la factoría (Kuga, Connect, Mondeo, S-Max y Galaxy).
Cifra más baja desde 2013
El resultado supondrá la cifra más baja de la factoría desde el ejercicio 2013, cuando produjo 227.751 unidades -según el registro histórico de Ford España-. Aquel año, en el que empezaba a montar las versiones de la furgoneta Connect, todavía fabricaba el modelo C-Max, pero aún no ensamblaba los Mondeo, S-Max y Galaxy. El Mondeo llegó en 2014, cuando el dato de Almussafes ascendió a 282.349 vehículos.
Los cinco modelos que fabrica en la actualidad están presentes desde 2015, cuando sumó 388.434 coches. La producción creció desde entonces de forma más suave, con 394.111 en 2016 y 417.002 en 2017.
Un ciclón tras la tormenta
Tras el hito de hace tres años comenzó el descenso en el marco de la crisis global que afecta al sector del automóvil ante los rápidos cambios que experimenta el consumo. El cliente se está abriendo a nuevas fórmulas de movilidad como el coche de alquiler o compartido, y duda cuando quiere comprar por las restricciones al vehículo de combustión y la aparición de modelos híbridos y eléctricos.
En este escenario de incertezas, agravado en el caso de Ford por sus malos resultados en Europa, Almussafes produjo 380.403 unidades en 2018 y 345.600 en 2019.
La factoría valenciana sorteó mejor que sus hermanas europeas los ajustes de Ford en el Viejo Continente. Se adjudicó el nuevo Kuga con todas sus variantes híbridas, además de las nuevas versiones híbridas no enchufables de los Mondeo, S-Max y Galaxy.
También llegaron malas noticias. Almussafes perderá a la larga parte de la producción de la furgoneta Connect y el grueso de los motores que ahora produce, aunque la dirección trabaja para amortiguar estos golpes.
En particular, se ha adjudicado un motor gasolina que la sitúa como favorita para producir motores híbridos en Europa, y pugna con fuerza por los nuevos modelos con los que Ford quiere conquistar al cliente durante los próximos años.
Y en estas estaba, sorteando la tormenta de recortes de Ford Europa, cuando llegó el ciclón de la pandemia, que ha golpeado con fuerza al sector del automóvil. En el caso de Ford Almussafes se ha cobrado, nada más y nada menos, que un tercio de la producción anual de vehículos de la principal industria de la Comunidad Valenciana.