El cigarrillo electrónico será cosa de los estancos. El Gobierno está elaborando un anteproyecto de ley por el cual vapeadores y "otros dispositivos de tabaco novedosos", tal cual los define el Ministerio de Hacienda, solo se podrán vender en estos establecimientos en cinco años. El sector del 'vapeo' denuncia esta decisión, puesto que aboca a la desaparición de estas empresas y favorece a las tabacaleras. 

Así lo opina el presidente de la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV), Arturo Ribes. En declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia, denuncia que "estamos ante una legislación que quiere trasladar un sector completo a otro que tiene el monopolio del tabaco. Será la desaparición del sector". 

"La argumentación es que los estancos son los más indicados porque pueden contener el vapeo en menores", indica. "Pero no lo entiendo: un 14,8% de menores que fuma tabaco en este país", un producto que hoy por hoy solo venden estos establecimientos. "No hay tal control".

"Al garete"

En este sentido, apunta que las tiendas especializadas en vapeadores están preparadas para esta labor. Con todo, si la legislación se mantiene con las intenciones que promete, los pronósticos son oscuros. 

"Todos los puestos de trabajo que generamos se van a ir al garete", lamenta Ribes. El sector del vapeo genera unos 1.200 puestos de trabajo directos y 1.800 indirectos. 

Hay unos 400 establecimientos en España dedicados a la venta de vapeadores. Estas empresas generan alrededor de 60 millones de euros anuales.

Ribes indica que en España hay unas 500.000 personas que emplean el cigarrillo electrónico... que en cinco años se convertirán en clientes de los estancos.

"En ellos podrán acceder tanto a tabaco como a productos de las tabaqueras. Que también producen productos de vapeo. Esto es hacer el juego a las tabacaleras. Si han tenido alguna influencia en esto, es una obra de arte", afirma. 

Desde la Mesa del Tabaco declinan hacer valoraciones sobre la nueva legislación hasta no conocer el anteproyecto de ley que maneja el Gobierno.

Parecida posición tienen en Philip Morris. "Aún no conocemos el contenido de la propuesta y, por tanto, no podemos valorar el impacto que ésta pudiera tener. En líneas generales, creemos que los productos distintos, basados en evidencia científica, deberían ser regulados de manera diferenciada".