La fumata blanca ha tardado 10 años en llegar. Pero al final, los negociadores de la Eurocámara y de los Gobiernos de los 27 han alcanzado este martes un acuerdo definitivo sobre la directiva que obliga a las empresas cotizadas a alcanzar de aquí a junio de 2026 una cuota mínima del 40% para mujeres en su consejo de administración.
La norma ha estado bloqueada durante una década debido a la oposición constante de Alemania, que sólo levantó su veto tras la llegada al poder de la 'coalición semáforo' dirigida por Olaf Scholz. "Este es un gran día para las mujeres en Europa. También es un gran día para las empresas. Porque más diversidad significa más crecimiento y más innovación", ha celebrado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
En la actualidad, el 30,6% de los miembros de los consejos de administración de las empresas cotizadas en la UE son mujeres, pero sólo el 8,5% de los consejos están presididos por mujeres. En el caso de España, los porcentajes son del 32,6% y del 5,9%, respectivamente.
Francia es el único Estado miembro que cumple ahora mismo el umbral que marca la nueva directiva. En el otro extremo de la balanza, un total de 18 Estados miembros ni siquiera tienen legislación para mejorar la presencia de mujeres en los altos puestos directivos de las compañías.
La directiva obliga a las empresas a adoptar medidas para alcanzar la cuota mínima del 40% de miembros del sexo infrarrepresentando para los administradores no ejecutivos. La norma prevé también un objetivo alternativo del 33% para todos los miembros del consejo de administración. Corresponde a cada Estado miembro (y no a las compañías) elegir entre estos dos objetivos propuestos.
Los criterios fundamentales para la selección y el nombramiento de miembros no ejecutivos seguirán siendo la cualificación y el mérito. Pero cuando elijan entre candidatos con las mismas cualificaciones en términos de idoneidad, competencias y rendimiento profesional, las empresas deberán dar prioridad al aspirante del sexo infrarrepresentado.
Los Estados miembros que ya han adoptado medidas, como objetivos nacionales para lograr una representación más equilibrada de mujeres y hombres, pueden suspender los requisitos de nombramiento o elección previstos en la directiva. Lo mismo ocurre si ya han realizado avances que les permiten aproximarse a los objetivos fijados en la norma. Los Gobiernos son también libres de tomar medidas más ambiciosas que el sistema propuesto.
La directiva obliga a establecer sanciones eficaces, proporcionadas y disuasivas para las empresas que incumplan la cuota del 40% para mujeres. Éstas pueden incluir sanciones, pero también la anulación de los nombramientos que no respeten los criterios previstos.
Bruselas sostiene que una mayor proporción de mujeres en puestos de decisión económica tendrá un efecto indirecto positivo para toda la economía. Además, las mujeres representan alrededor del 60 % de los nuevos titulados universitarios en la UE. De este modo, un mayor equilibrio de género en los consejos de administración de las empresas también permitiría sacar más partido del gran número de mujeres con un elevado nivel de cualificación de que dispone Europa.