Los Del Pino se llevan Ferrovial a Países Bajos porque allí "hay un marco jurídico estable"

La multinacional española, controlada por la familia Del Pino, comunicó el martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su decisión de sacar su sede social en España y cambiarla a Países Bajos. 

La salida de España de Ferrovial es una mala noticia para la economía nacional y sugiere pérdida de confianza empresarial en el marco regulatorio y fiscal que ofrece el país. 

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El Gobierno de Sánchez, que aparentemente no fue informado con antelación suficiente del comunicado de Ferrovial, ha indicado que va a analizar la decisión anunciada por la compañía.

"Es una decisión empresarial, dentro de una economía global y abierta como la europea, que en cualquier caso no debería afectar a la plantilla de la empresa en España ni a las previsiones de inversión en nuestro país", indicaron este martes a este periódico fuentes del Ejecutivo. "El Gobierno hará un seguimiento de este proceso, que aún está sujeto a la aprobación de los accionistas", subrayaron.

Estabilidad jurídica

La constructora española explicó que el consejo de administración ha propuesto una fusión entre la matriz y Ferrovial International, sociedad neerlandesa que ya es titular del 86% de los activos de la compañía.

El grupo asegura que la reorganización no tendrá impacto en los planes de inversión en España o en los otros países en los que opera. Fuentes de la compañía destacan que el impacto fiscal para España será mínimo.

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La compañía alega que Países Bajos "es el país elegido por las compañías con gran presencia en Europa y Estados Unidos", y que, con el traslado, logrará próximamente obtener las autorizaciones para cotizar también en Estados Unidos, potenciando así el conocimiento de la marca Ferrovial en el exterior. Además, señala que el 93% de sus inversores institucionales son extranjeros.

Sin embargo, en el encuentro con analistas celebrado en la tarde del martes por Ferrovial, se apuntó también como motivo para llevar a cabo el traslado "la estabilidad jurídica" que ofrece Holanda.

El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, ya advirtió a principios de este año sobre la necesidad de que España contara con mayor seguridad jurídica.

"Creo que debemos volver a convertir a España en un destino atractivo para invertir y en imán del mejor talento, y para ello necesitamos un marco laboral competitivo y seguridad jurídica en todos los ámbitos", dijo el presidente de Ferrovial en el Foro ABC celebrado el pasado 10 de enero. 

 Fiscalidad

Pese a que oficialmente Ferrovial no argumenta motivos tributarios para su cambio de sede, fuentes empresariales y jurídicas consultadas por Invertia-EL ESPAÑOL consideran que este es uno de los motivos de mayor peso que explica el movimiento comunicado por la multinacional española.

De acuerdo con el informe financiero anual de 2021 de Ferrovial, la compañía destinó 744 millones ese año al pago de impuestos en España, más de lo que pagó en Reino Unido (644 millones) o en Estados Unidos (menos de 214 millones). Los impuestos pagados en España contrastan con las cifras de ventas logradas por el grupo en distintos mercados ese mismo año: 2.639 millones de euros en Estados Unidos, 1.735 millones en Polonia y 1.092 millones en España.

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"Hipotéticamente puede haber motivos fiscales, claro", comenta Esaú Alarcón, abogado especializado en fiscalidad y socio del bufete Gibernau. En Países Bajos "todavía existe la posibilidad de que las empresas y el Estado lleguen a acuerdos para el pago de impuestos", indica.

Por otro lado, Alarcón avisa de que la iniciativa de Ferrovial puede llevar a que se genere un "efecto cascada" que lleve a más grandes empresas a dejar España para mudarse a otros países. En cuanto a la seguridad jurídica, el abogado opina que todavía "no se ha llegado al punto en el que España genere tal pérdida de valor por esta causa que asuste a las empresas".

¿El primer traslado de otros?

Por otro lado, desde otro despacho internacional presente en España especializado en fiscalidad, se apunta a la vinculación que ya tiene el presidente de Ferrovial con Holanda. Rafael del Pino, una de las mayores fortunas españolas, posee el 20,4% del capital la compañía a través de la sociedad holandesa Rijn Capital.

Expertos en materia fiscal y mercantil consultados ayer por este diario advierten que el movimiento de Ferrovial puede ser el primero de otras reestructuraciones empresariales, y que otros grupos tomen el mismo camino.

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El escudo antiopas aprobado por el Gobierno con motivo de la crisis sanitaria y económica provocada por la Covid, que condiciona las inversiones extranjeras a la aprobación del Consejo de Ministros; la lentitud de la Justicia española y la poca especialización de juzgados mercantiles, así como las diferentes normativas en las distintas Comunidades Autónomas; los impuestos a la banca, a las energéticas o a las fortunas privadas, y las críticas hacia los empresarios vertidas por los socios de Gobierno de Unidas Podemos, advierten las mismas fuentes, han lesionado la confianza empresarial española.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ya ha coqueteado en varias ocasiones con trasladar la sede de la eléctrica fuera de España, ante la presión fiscal a la que se ve sometida la compañía.

También desde el sector del capital riesgo se ha advertido de la posibilidad de que sociedades de inversión españolas decidan moverse a Estados Unidos y evitar ciertas restricciones a su negocio. Y representantes de fondos internacionales han mostrado en España su pesar por la "voracidad" de la Agencia Tributaria, comentan fuentes del sector.

"Países Bajos cuenta con una Administración proempresa, nada que ver con España. Para las compañías, es el mejor país de Europa para establecer una sede", concluye un experto en fiscalidad internacional.