Imagen de la bodega.

Imagen de la bodega. Cedida.

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El fundador de Howden y capital jordano y alemán se unen para transformar la bodega decana de Andalucía

Chalten lidera el proyecto para revolucionar Bodegas Góngora, que pasará a ser un exclusivo complejo que mira al enoturismo y los eventos corporativos.

2 junio, 2024 03:20
Villanueva del Ariscal

La bodega más antigua de Andalucía, que es también la segunda de España, se prepara para una segunda vida. Una que requerirá 12 millones de euros de inversión para que Bodegas Góngora, que data de 1682, transforme los terrenos en los que se asienta para pasar de sólo comercializar vino a ser un complejo que abarque hotel exclusivo, visitas turísticas y eventos corporativos.

Es el plan que desde enero de 2023 ha puesto patas arriba los terrenos de la otrora empresa familiar en Villanueva del Ariscal, a una media hora en coche del centro de Sevilla.

Aquí esperan abrir un polo de atracción de 12.000 metros cuadrados para la vendimia de 2025, es decir, septiembre de ese año.

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"A mí me gustaría que esto estuviese en 6 millones de facturación anual entre vino y turismo y que esto dejase en torno a 1,5 millones de euros cada año" de beneficio, afirma a EL ESPAÑOL-Invertia José Manuel González, presidente de las nuevas Bodegas Góngora.

También está al frente de Chalten Inversiones, el conglomerado que ostenta ahora la mayoría del capital de una empresa que hasta 2020 no se planteó dejar de ser puramente familiar. Ahora los Góngora mantienen el nombre de la bodega, aunque ya reparten lo demás.

Recreación de cómo será la entrada al recinto.

Recreación de cómo será la entrada al recinto. Cedida.

David Howden, fundador del bróker de seguros homónimo, es ahora accionista del proyecto, en el que ha invertido Basem Salfiti, presidente de la junta del banco jordano Al-Etihad.

Hay también capital alemán en la iniciativa, que viene a transformar un negocio que daba ya muchos más problemas que alegrías a la familia Góngora.

"En fase crítica"

La actividad de la bodega, que se basaba en la venta de vino a granel, empezó a verse seriamente dañada en 1964, cuando el Consejo Regulador de Jerez prohibió la importación de vinos de fuera del Marco.

Los Góngora se volcaron en la exportación y la innovación para sortear el golpe. Lanzaron vinos blancos que se han convertido con los años en el 80% de su negocio, dejando el 20% restante a los generosos y aún así hubo que acumular créditos para sostener la actividad.

Vistas de la obra.

Vistas de la obra. Cedida.

A principio de los años 2000 los Góngora asumieron que había que tomar decisiones drásticas. "Planteamos la entrada de inversores para salvar el negocio, porque se perdía", expone a este periódico Ignacio Gallego Góngora, perteneciente a la novena generación de esta familia.

Así se sembró la idea que germina ahora con la apertura del capital a Chalten, a cuyo frente está José Manuel González, presidente también de Cesur, que aglutina, por volumen de facturación de sus empresas asociadas, el 42% del PIB de Andalucía y el 40% del PIB del sur de España.

Hotel, spa y visitas guiadas

El acercamiento fue natural, ambos se conocían desde el colegio. Cuenta González que se encontró un proyecto "en una fase crítica" que encontrará salvación a través del enoturismo. 

"En lugar de estar sostenidos sobre una sola pata, que es la comercialización de vino, vamos a poner otras tres patas: hotel, visitas guiadas y eventos", explica a EL ESPAÑOL-Invertia.

Vistas de la obra.

Vistas de la obra. Cedida.

La idea es beber de un modelo que ha supuesto un maná para el Marco de Jerez, con González Byass al frente, y que tuvo sonados experimentos en Sevilla, como fue el caso de la Hacienda Benazuza, una antigua alquería árabe del siglo X reconvertida en un hotel de lujo que tenía como restaurante la extensión andaluza de El Bulli. 

En 2011 entró en concurso de acreedores. "Estudiamos lo que pasó ahí y llegamos la conclusión de que cerró porque llegó demasiado pronto. Sevilla no tenía el poder adquisitivo que tiene ahora o la cantidad de turistas", sostiene González. Es el contexto actual de la ciudad el que les anima. Sevilla supera ya los 3,5 millones de turistas al año, con un gasto medio de 1.500 euros; es decir, 500 euros más de lo que gastaban justo antes de la pandemia, y no deja de ver florecer hoteles de lujo

40% de financiación

Así las cosas, estar a media hora de trayecto por carretera les parece ventajoso para proponer visitas guiadas a una bodega que contiene la prensa de vino en funcionamiento más antigua del mundo (año 1574) con una 'museización' a cargo de Tannhauser Estudio, la posibilidad de pasar noche en un hotel "experiencial" de 14 habitaciones y spa, eventos eminentemente corporativos y hasta traer chefs de prestigio para tres días de trabajo con mesas vendidas por adelantado.

Planes con los que esperan pasar del algo menos de un millón de euros que van a facturar en vino este año a los 6 millones, de los cuales esperan que dos correspondan a ventas vinícolas, que pretenden posicionar mejor con la propuesta.

La obra.

La obra. Cedida.

"Y todo con 5 millones de euros de fondos propios", remarca González. Aproximadamente el 40% de la inversión global es financiada y, si todo va según lo planeado, ven posible amortizar la inversión global en una década.