El 'caso IRPH' y el BCE tienen en vilo a una banca que cotiza a 0,5 veces su valor en libros
- El sector se juega hasta 60.000 millones de euros en el veredicto europeo sobre el IRPH
- El BCE decidirá el jueves si introduce alguna medida para aliviar el impacto en la banca de una nueva rebaja de los tipos
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La gran semana ya está aquí. En los próximos días, la banca española afrontará dos citas de envergadura, de esas asimilables a un 'todo o nada'. Porque tienen ese cariz. Lo que les espera a las entidades es, primero, el pronunciamiento del Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre el 'caso IRPH' y, segundo, la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). En juego, miles de millones de euros y la posibilidad de que la baja rentabilidad del sector se vea todavía más comprimida.
Por partes. El primer turno corresponderá a la justicia europea. En la mañana del martes, el letrado europeo dirá si el Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios (IRPH), que se usó como referencia en al menos un millón de préstamos hipotecarios, fue utilizado o no con suficiente transparencia y sin abuso por parte de las entidades financieras.
Las conclusiones que presente el abogado marcarán el camino del veredicto definitivo por parte del Tribunal, previsto para comienzos de 2020. La visión del letrado no es vinculante, pero la experiencia de casos previos constata que el TJUE suele respetar su criterio.
A la espera de la sentencia definitiva, los cálculos de los bancos de inversión y de distintas asociaciones financieras reflejan impactos de entre 3.000 y 60.000 millones de euros para el sector en función de lo que establezca finalmente el TJUE. Por el momento, en la última ronda de presentación de resultados semestrales, los bancos españoles reconocieron una exposición de 16.500 millones de euros. Si el Tribunal falla contra los bancos españoles, la 'factura' final vendrá determinada por el modo y el importe en el que las entidades tendrán que devolver a los clientes el dinero cobrado de más en intereses y por la retroactividad que pueda establecer.
¿MEDIDAS PALIATIVAS?
Dos días después, sin tiempo casi para digerir lo que interprete el abogado europeo, llegará el turno del BCE. La cita viene con una certeza, consistente en que la entidad presidida por Mario Draghi rebajará los tipos de interés, y con una incertidumbre, saber si la institución aplicará al mismo tiempo alguna medida que mitigue, en mayor o menor medida, el perjuicio que unos intereses aún más bajos tendrán en el ya presionado negocio bancario.
Actualmente, los tipos oficiales están en el 0% y los de la facilidad de depósito se encuentran en el -0,40%. Si, como se espera, el BCE los reduce, los primeros pasarán a estar directamente en negativo y los segundos se situarán aún más en negativo, aunque también es probable que solo rebaje los de la facilidad de depósito.
En cualquier caso, un recorte adicional afectará al negocio bancario, que maneja unos márgenes cada vez más estrechos. Y no solo eso, sino que los tipos de la facilidad de depósito en negativo implican que los bancos deben pagar cada día un interés de penalización -ahora ese -0,40%- por el dinero que les sobra. La alternativa que el BCE puede poner en marcha como medida paliativa consiste en segmentar o escalonar esa penalización para que los bancos no paguen el mismo interés por todo el dinero que les sobra.
Al mismo tiempo, será relevante conocer si el BCE retoma las compras netas de activos en el mercado, aparcadas en diciembre de 2018, y si lo hace incluyendo algún activo nuevo que pueda beneficiar a la banca.
MÁXIMA EXPECTACIÓN
El mercado estará totalmente pendiente de lo que ambas citas deparen, porque de su resultado dependerá la resurrección del sector en bolsa... o su descalabro definitivo. Por ahora, y salvo contadas excepciones, las malas perspectivas sobre su negocio en esta época de tipos negativos y los frentes judiciales han seguido alimentando las caídas.
Los ocho bancos españoles que cotizan, los ochos, están en negativo en el año. BBVA se deja un 3%; Banco Santander, un 11%; Banco Sabadell, un 19%; Bankinter, un 21%; Liberbank, un 29%; CaixaBank, un 32%; Bankia, un 33%; y Unicaja, un 42%.
Estos descensos provocan que, de media, el sector cotice a 0,5 veces su valor en libros, una ratio que refleja bien a las claras que el mercado sigue sin ver catalizadores que impulsen la rentabilidad y el valor que los bancos pueden aportar a los accionistas. Bankinter, aunque de manera cada vez más ajustada, es el unico que cotiza por encima de su valor contable, a 1,1 veces. BBVA y el Santander lo hacen a 0,6 veces; CaixaBank, a 0,5 veces; Bankia y Sabadell, a 0,4 veces; y Liberbank y Unicaja, a 0,3 veces.